Tras la senda trazada por Xosé Bolado
Seis escritores clausuraron POEX con un emotivo homenaje al poeta y estudioso de la literatura asturiana, fallecido el pasado año
«Xosé Bolado fue un poeta extraordinario, pero, por encima de eso, fue un amigo y un referente en la cultura asturiana». Con estas palabras, ... sentidas y honestas, arrancó este domingo Marta Mori el homenaje que rendía POEX a Xosé Bolado, el añorado poeta y estudioso de la literatura asturiana fallecido en mayo del año pasado. Junto a ella, estaban para recordarlo Antón García -escritor y director general de Política Llingüística-, Xuan Bello, Lourdes Álvarez, Pablo Antón Marín Estrada y Esther Muntañola, que, con sus frases, demostraron que nadie muere mientras permanezca en la memoria de quienes lo quisieron y lo quieren. «Era una persona enigmática y muy admirada. Era modesto, sereno, afable y muy sensible», aseguraba Mori.
Para Muntañola, era también «una persona capaz de escuchar con atención y un hombre que te hacía sentir a salvo con él», prometía. «Nunca hablaba mal de nadie», proseguía. Por esos motivos, Álvarez sentenciaba: «Todos los poetas que escribimos en asturiano le debemos muchísimo». Porque Bolado fue «un hermano mayor y un ejemplo. Él consiguió juntar a poetas en asturiano y en castellano en un momento en el que eso no era lo habitual», contaba García.
Lo hacía así porque era «una persona coherente que cohesionaba todas sus facetas», como apuntaba Marín Estrada. «Bolado tendía puentes hacia la gente más joven y siempre se interesó por lo que hacían las nuevas generaciones», lo ensalzó. «Tenía una conciencia política determinante y fue uno de los pocos cómplices con los que yo me encontré para hablar de literatura asturiana», apuntaba Bello.
Y, tras hablar de él, de su vida y de su obra, llegó el momento de recitar algunos de sus poemas y de los allí presentes, para cerrar un homenaje que dejó más de una lágrima queriendo escaparse de los ojos y un largo aplauso a la memoria de quien amó, hasta el último día, los versos y la literatura asturiana.
Con las emociones aún en el aire, la última jornada de POEX continuó en el Toma 3, donde tuvo lugar la lectura de 'Certezas al sol', de Rosa Valle, y la de 'Versos desde esta orilla', de Yasmina Álvarez. Y, tras ellas, llegó la última cita de esta edición y fue una despedida a través de las melodías de 'Blues castellano, Hammonds, Drums y Antonio Gamoneda', un concierto que corrió a cargo de Fernando Menéndez, Chus Neira y Nacho Valencia. Con su reinterpretación de las palabras de Gamoneda, se acabó esta buena costumbre -que duró una semana- de que la poesía invada Gijón y la haga una ciudad con mucha más alma gracias al poder inabarcable de las palabras.
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