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La princesa Mary de Dinamarca ha transmitido su apoyo a los representantes daneses.
Crece el suspense conforme se acerca la final de Eurovisión

Crece el suspense conforme se acerca la final de Eurovisión

Contrariamente a lo que ocurrió año pasado, cuando la danesa Emmelie de Forest ganó con el tema 'Only teardrops', en esta ocasión no hay ningún claro favorito

COLPISA / AFP

Jueves, 8 de mayo 2014, 16:10

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Eurovisión cuenta con todos los ingredientes para vivir una de sus noches más reñidas el sábado, día en que Copenhague se vestirá de gala para albergar la final del certamen. Glamour, política y una vestimenta que a veces provoca el escándalo son solo algunos de los elementos que darán color a la cita, cuyos preparativos han cobrado aún mayor interés con la princesa Mary de Dinamarca.

Si bien se espera mucho de Armenia, Suecia y Ucrania, contrariamente a lo que ocurrió año pasado -cuando la danesa Emmelie de Forest ganó con el tema 'Only teardrops'- no hay ningún favorito.

El público silbó los resultados de la semifinal el martes, cuando se anunció que Rusia iba a la final, demostrando que la política tiene influencia en los votos. Y según algunos observadores, Ucrania podría contar con algunos apoyos por pura simpatía el sábado.

La televisión pública danesa (DR) tiene intención de explotar el aspecto dramático de esta velada, que a menudo ha sido descrita como el acontecimiento audiovisual no deportivo más importante del mundo. "Cuando los artistas salen del escenario se filma su reacción inmediata... Queremos que sea lo más dramático posible", ha declarado la productora Pernille Gaardbo.

Elevado presupuesto

El presupuesto de este acontecimiento se encuentra a la altura de su popularidad. Dinamarca se fijó un límite de 190 millones de coronas (25,5 millones de euros) para financiar Eurovisión, que el año pasado atrajo a 170 millones de telespectadores. Este año, Bulgaria, Chipre y Serbia no participan por falta de medios.

La popularidad de Eurovisión aumentó en los años noventa, cuando la Unión Europea flexibilizó sus reglas sobre la obligación de cantar en la lengua de su país o de estar acompañado por una orquesta dirigida por un director.

Eurovisión se volvió célebre en los países de la antigua Unión Soviética después de sus procesos de independencia. Esos participantes se toman la cita mucho más en serio que naciones como Reino Unido, donde numerosas personas asocian el acontecimiento con el sarcasmo del presentador Terry Wogan, quien en 2001 se burló del dúo de animadores que presentaba todas las canciones haciendo rimas.

La travesti con barba Conchita Wurst, candidata austríaca, indigna a los más conservadores, incluyendo a algunos homosexuales. "Yo creé a esta mujer con barba para mostrar al mundo que uno puede hacer lo que quiere", dijo ella en una conferencia de prensa. Conchita se llama en realidad Tom Newirth. Se trata de un cantante austríaco de 25 años cuya balada, 'Rise like a phenix', no será del agrado de todos los jurados nacionales.

El anfitrión

Dinamarca ya fue el anfitrión de Eurovisión en 2001, cuando los hermanos Olsen ganaron el concurso con el tema 'Fly on the wings of love' (Vuela con las alas del amor).

Este año, los organizadores han recurrido a un trio que incluye a Pilou Asbaek, célebre por su papel en la serie de televisión 'Borgen', difundida en numerosos países.

Desde hace algunos días, la principal calle comercial de Copenhague propone un verdadero "recorrido" a los admiradores de Eurovisión llegados de todo el mundo.

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