«Éramos una panda con poca perspectiva de futuro»

Una telenovela sin guion, un 'reality show', un concurso de tertulianos. Sea lo que sea, 'Sálvame' es un espécimen televisivo raro y único. Jorge Javier Vázquez y su 'troupe' celebran esta semana sus cinco años en antena. Y podrían venir muchos más porque mantienen una media de 1.872.000 espectadores y un 17,9% de 'share'. Todas las tardes.

Entre las celebraciones, la foto que ilustra este reportaje, obra de la artista madrileña Ouka Leele. «Me inspiré en las estampitas de los dioses de la mitología hindú, llenas de color y de alegría. Algo feliz, inocente y cercano», ha explicado la autora, que también fue la encargada de elegir el vestuario de cada uno. «Jorge Javier se sentó en el trono, cogió la corona y se puso a jugar con ella. Llevaba una camisa que no le gustaba ni a él ni nos gustaba a los demás y le pedí que se la cambiara porque no quería a nadie descontento con su aspecto».

Volviendo al origen de 'Sálvame', allá por 2009, cuando no era más que un programita de madrugada que se emitía después de 'Supervivientes'... «Empezamos en un plató pequeñísimo en el que no podíamos apenas movernos, porque nos cruzábamos con las cámaras», recordaba ayer Jorge Javier. «Nunca pensamos que íbamos a llegar hasta aquí, éramos una panda con poca perspectiva de futuro. Yo creo que poca gente confiaba en nosotros. Incluso ninguno de nosotros confiaba en sí mismo». Pero han cambiado mucho las cosas y ahora 'Sálvame' es «un teatrillo argentino» con un director y un equipo de actores que se entienden a la perfección. «Jorge es quien ha construido el programa. Por eso es irrepetible. Muchos países se han interesado por este fenómeno, como Estados Unidos o México, pero no han conseguido encontrar a su Jorge Javier, a su Belén Esteban o a su Raquel Bollo», ha reconocido Óscar Cornejo, productor ejecutivo, que define a este espacio como «una terapia de grupo televisada».

Con Jorge Javier, los colaboradores: Kiko Matamoros, Raquel Bollo, Kiko Hernández, Lydia Lozano, Rosa Benito... y Belén Esteban, que confiesa que el programa ha dado un cambio a su vida y le ha ayudado en su «recuperación». «Hemos reído, hemos llorado, nos hemos desnudado delante de la gente... Me dicen que es muy difícil el trabajo que hago y yo digo que es sencillísimo. Los colaboradores me lo hacen fácil. Son el alma del programa», les concede el jefe. ¿Y al otro lado... quién está?: «Hay gente que nos ve para blanquear sus conciencias. Y otros muchos nos ven porque no quieren ser como nosotros».