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Poty da una clase de baile a chicos con síndrome de Down.
«No olvido lo que sentí»

«No olvido lo que sentí»

Hugo Silva, Poty y Ferrero se meten en la piel de una persona con discapacidad, en La 2

miguel Ángel alfonso

Sábado, 16 de mayo 2015, 00:10

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Para tomar conciencia de una situación a veces no basta solo con informarse, también hay que meterse en la piel de la otra persona que está viviendo una realidad distinta. Eso es lo que ha hecho precisamente un grupo de famosos formado por el actor Hugo Silva, el coreógrafo Poty, la modelo Judit Mascó o el tenista Juan Carlos Ferrero, entre otros, en la segunda temporada de Capacitados, el programa de La 2 que regresa a la parrilla hoy a partir de las 15.00 horas y que colabora con la Fundación ONCE.

Cada uno de ellos ha pasado 24 horas junto a una persona con una discapacidad (que no discapacitada), con la que han compartido la privación de la vista, del oído o de la movilidad. A Juan Carlos Ferrero, por ejemplo, le subieron a una silla de ruedas de competición y estuvo conviviendo con Roberto Chamizo, tenista paralímpico de la selección nacional. «Me ha parecido asombrosa la dificultad que conlleva tener que mover la silla además de la raqueta. También tomas conciencia de la cantidad de obstáculos con los que te topas en el día a día», comenta en el programa que se emite esta tarde.

El cocinero Yayo Daporta estuvo todo el día con unas gafas oscuras que le impedían ver, y tuvo que preparar un menú como pudo. A Helena Herrero, directiva de la filial española del gigante tecnológico HP, sin embargo, la privaron de su capacidad auditiva. «Fue un día especial, se me abrieron los ojos ante esta realidad. No se me olvida lo que sentí, como empresaria me di cuenta de todo el talento que tienen estas personas», explica en el reportaje.

A Poty en cambio no le privaron de nada, pero tuvo que enseñar a bailar a un grupo de niños con síndrome de Down. «La emoción del encuentro fue increíble, llegué a mi casa vacío de energía. Nunca había trabajado con niños con síndrome de Down y ha sido algo único. Los chavales eran auténticas esponjas, no se perdían ni un solo de mis movimientos», recuerda el coreógrafo, que reconoce haber aprendido «a no tener tanta cautela con ellos porque tienen muchísima capacidad de aprendizaje. Además de todo el amor que derrochan, me abrazaban con un cariño increíble, nada de halago fácil».

Actitud paternalista

Desde el otro lado, Capacitados también se ha vivido de un modo especial. Gustavo Díaz, diseñador gráfico con movilidad reducida, recibió la visita de Javier Mariscal, con el que comparte profesión. «Fue un día de diversión absoluta, estuvimos en el Museo Thyssen y dando una vuelta. Javier comprendió lo que es subir a un autobús por la rampa y todas las barreras arquitectónicas a las que nos enfrentamos desde una silla de ruedas. Yo, a su vez, aprendí mucho de él porque es una persona fascinante».

Capacitados tiene un doble objetivo. El primero es «que los empresarios pierdan el miedo a contratar personas con alguna discapacidad», aseguró Antonio Mayor, director de comunicación de la ONCE. El segundo, «que el resto de la sociedad aprenda que vivimos entre seres humanos con diversidad y que no tengan sobre nosotros una actitud paternalistas, porque no es adecuada», reivindica el propio Gustavo Díaz.

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