Qué fue del actor gijonés Antonio Castro, el pediatra de 'Médico de Familia'

Fue todo un éxito en los años noventa. La serie 'Médico de Familia' emitida entre 1995 y 1999, se convirtió en un referente de la televisión española y un fenómeno cultural sin precedentes. Protagonizada por Emilio Aragón como el doctor Nacho Martín, la serie conectó con millones de espectadores al retratar con calidez y humor los desafíos cotidianos de una familia numerosa.

El programa alcanzó una audiencia media de 7,5 millones de espectadores por episodio, consolidándose como uno de los mayores éxitos de Telecinco y de la televisión nacional de los años 90 con personajes tan carismáticos como 'Juani' o el niño 'Chechu'.

Pero hubo uno que destacó por ser el dandi de aquella época. Al actor Antonio Castro le llegaron a comparar incluso con el mismísimo George Clooney y no era para menos porque el asturiano encandilaba y bien a todas las chicas en su papel de pediatra.

Antonio Castro nació en Gijón en 1966 y desde sus primeros años mostró interés por el cine y el teatro, influenciado por su entorno familiar y su pasión por las artes escénicas. Tras involucrarse en talleres teatrales durante la secundaria, experimentó un momento decisivo al participar en un festival de teatro en Japón, donde reafirmó su deseo de dedicarse profesionalmente a esta disciplina.

Formado en Estados Unidos, donde estudió teatro con especialización en dirección, Castro adquirió un enfoque innovador que ha enriquecido su carrera como actor y director teatral. Tras involucrarse en talleres teatrales durante la secundaria, experimentó un momento decisivo al participar en un festival de teatro en Japón, donde reafirmó su deseo de dedicarse profesionalmente a esta disciplina.

Su carrera no se limitó a la pequeña pantalla. Pese a que como él mismo declaraba hace años a El Comercio en su carrera «ha habido mucha televisión, poco cine y sobre mucho teatro» el gijonés participó en más de 90 producciones, incluidas obras emblemáticas como 'Mujeres soñaron caballos' y 'Los justos'. Además, recibió el Premio Ariel en 2002 por su actuación en' Cuento de hadas para dormir cocodrilos', lo que confirmó su versatilidad y talento en diferentes formatos.

Pero un accidente de moto truncó sus planes a los 40 años. Fue en Madrid cuando un conductor que se dio a la fuga le arrolló la moto en la que Castro viajaba. El proceso fue doloroso. Le operaron casi una decena de veces y estuvo cuatro años con muletas, algo que le impidió actuar: «Tengo una limitación de movilidad, que es lo que me impide estar en el circuito de actores, pero puedo hacer una vida cuasi normal», declaraba a este Diario en 2016. «No puedo correr, saltar, pero me siento muy bien porque otras personas en circunstancias parecidas no han conseguido recuperar la movilidad como yo», decía. Tras ese accidente llegó lo que para él fue su mayor logro; ser padre, algo en lo que se volcó tras no poder volver a actuar en su amado Jovellanos donde estuvo con la obra Noche de Reyes de Shakespeare.

Castro es un defensor del teatro como medio de comunicación y diálogo y ha dedicado su vida a crear experiencias únicas y transformadoras para el público.

Aunque ha mantenido un perfil discreto en los últimos años, sigue activo en proyectos teatrales, destacándose como director y actor comprometido con la innovación artística como por ejemplo en la serie 'Matadero' en la que participó en siete capítulos de los diez totales e interpretaba a Salustiano.