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Chuso García Bragado. EFE
La gesta de Chuso García Bragado: a los 50 años, logra plaza para los Juegos de Tokio
Mundial de atletismo de Doha

La gesta de Chuso García Bragado: a los 50 años, logra plaza para los Juegos de Tokio

A tres semanas de cumplir medio siglo, finaliza octavo en los 50 kilómetros marcha de su decimotercer mundial

miguel olmeda / Agencias

Domingo, 29 de septiembre 2019, 17:39

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La historia de la marcha atlética en España se escribe en paralelo a la biografía de Jesús Ángel García Bragado. Chuso va camino de cumplir los 50, lo hará el próximo 17 de octubre, ya de vuelta de Doha, su decimotercer Mundial en 50 kilómetros, con el tiempo justo de descansar algunos días antes de empezar a pensar en Tokio, en los que, dice, esta vez sí que serán sus últimos Juegos Olímpicos. Pero todavía tiene cuerda para rato.

En el infierno de Doha, García Bragado hizo valer sus trece Mundiales y siete Olimpiadas para tumbar a la estadística, que no le daba cerca de los puestos de honor. En el barro se maneja como muy pocos, es duro como una roca. Fue ganando puestos, cogiendo ritmo, a medida que sus rivales, entre ellos los vigentes campeones mundial y olímpico, abandonaban sin aliento. Hasta que al final Chuso cruzó la meta octavo, con la segunda plaza de finalista del equipo español en Doha. La suma al oro de Stuttgart 1993 (su primer Mundial), las platas de Atenas 1997, Edmonton 2001 y Berlín 2009, el quinto puesto en Goteborg 1995 y el sexto en París 2003. Casi nada.

«Ha sido una noche muy larga»

Pero el éxito pasó factura. «Ha sido una noche muy larga. Después de terminar la competición a altas horas de la madrugada, la fatiga del estómago, después de beber tanto líquido y el calor, hizo que tuviera vómitos, no conseguía retener el líquido para recuperarme y tuvieron que ponerme lo habitual, un Primperán para poder asentar el líquido en el estómago», explicó el marchador madrileño. Llegó exhausto a la meta después de haberse exprimido en busca de una plaza de finalista (8 primeros), para que no le ocurriera lo que en Pekín 2015, donde pensaba que había terminado octavo y se llevó un serio disgusto al comprobar que había sido noveno. «He roto la maldición», bromeó, una vez que pudo articular palabra, una hora más tarde de finalizar una prueba que le puso en manos de los médicos. «Cuando salí del hospital de campaña estaba amaneciendo y me tuve que ir al control de dopaje, que también ha sido largo. Tanta sudoración y los problemas estomacales hicieron que tardase mucho en tener orina suficiente para el control», explicó.

Luego, apenas pudo conciliar el sueño. «He dormido poquito, es lo habitual después de una prueba de 50 km. El cansancio apenas te permite dormir y hoy toca hacer un poco de recuperación con presoterapia, tomar alguna aspirina que ayude a recuperar el cuerpo poco a poco», señaló.

García Bragado, el abuelo de los campeonatos (nadie ha competido en unos Mundiales a su edad), asegura que venía a Doha «en muy buena forma», pero advirtió que «como suele suceder, también vienen así por lo menos una docena de atletas que también sueñan con hacer un grandísimo resultado». «Hubo un momento -señala- en que vi que iba remontando puestos y me hice la ilusión de coger a ese grupo que había detrás de los que peleaban por las medallas. Ese grupo se rompió y yo peleé con el alemán (Carl Dohmann) para ir remontando puestos, pero vi que si arriesgaba mucho lo podía pagar muy caro al final».

Sus condiciones físicas le aconsejaron prudencia. «Busqué un ritmo que pudiera mantener estable para entrar en puestos de finalista, así que estoy contento. Mejoro el resultado de Pekín 2015, en una prueba muy dura, una experiencia vivida que me quedará como mi última participación en un mundial». A partir de ahora, con la vista puesta en los Juegos, «tendré que trabajar más cositas si quiero hacer un resultado parecido en Tokio, pero estoy contento por todo el equipo que me ha apoyado y agradecido al seleccionador, Pepe Peiró, que confió en mí en febrero, en el campeonato de España cuando estaba hecho unos zorros, y me permitió ir a la Copa de Europa y ahora al Mundial para que pueda terminar mi carrera deportiva en Tokio«, ha concluido.

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