El Alimerka Oviedo cae con estrépito ante el Estudiantes

Cualquier aficionado que siga la LEB Oro sabe perfectamente que la visita al Wizink Center para medirse a todo un Movistar Estudiantes era un compromiso de dificultad máxima, pero al menos se podía esperar cierta mejora en la imagen ofrecida hasta el momento. Máxime si se tenía en cuenta que el cuerpo técnico había disfrutado de un par de semanas para poder preparar esta cita. Bien es cierto que después de la rueda de prensa ofrecida por Trifón Poch el pasado viernes, las esperanzas quedaban prácticamente reducidas cenizas cuando se veía la misma actitud derrotista en el capitán de la nave ocebista o se conocía que el parte de bajas seguía siendo digno de una batalla de trincheras.

El inicio del partido ya fue totalmente premonitorio de lo que se le vendría encima al Alimerka con un 9-0 de salida. Pareció haber una reacción tras el tiempo muerto del técnico cordobés, pero fue un simple espejismo. Pronto se volvió a ver el mismo equipo sin esquemas en ataque (y estamos ya a mediados de noviembre) y con una defensa inexistente ante la que el Estudiantes se ponía las botas. La masacre continuó en el segundo cuarto cuando la renta adversa se amplió hasta los 20 puntos (42-22).

Desde el banquillo se buscó la solución de ejecutar una defensa a toda pista, que pareció poner en problemas al Estudiantes por momentos. Tan solo fue una anécdota en un partido totalmente plácido para el equipo de Javi Rodríguez, que se paseó en la segunda mitad con una máxima renta de 36 puntos (90-54). La vida sigue igual para un Alimerka a la espera de que desde los despachos de Palmira Villa se tomen decisiones de calado. No hay tiempo que perder