Al Alimerka Oviedo le falla la pegada

Primer cuarto en el que las defensas primaron sobre los ataques y en el que ninguno de los dos equipos fue capaz de abrir diferencias sustanciales (17-16). Como lastre en ambos, el hecho de desafinar en el lanzamiento exterior, con tan solo una diana convertida por cada bando desde más allá del 6,75, con un especialmente sonrojante 1/9 por parte de los locales.

Ya en el segundo cuarto, Juaco Valinotti era quien por fin atajaba la mala racha ovetense desde el perímetro, convirtiendo el segundo de su equipo en el partido mediado este parcial (31-27), en la que era la decimotercera tentativa de su conjunto. Mandaba el Alimerka Oviedo, mostrando un buen dominio en el rebote en los dos tableros. Sin embargo, las perdidas de balón penalizaban y Obradoiro aguantaba el envite, con Davison asumiendo la responsabilidad en el juego y poniéndose por delante, después de un triple de Galán (31-32). Ya en los últimos instantes de cuarto, dos triples, uno de Varela, sucedido por otro de Barcelló, caían como un jarro de agua fría, traduciéndose en un menos 8 al intermedio (34-42) tras una primera mitad siempre igualada. Eso sí, el descanso era buena noticia para el OCB, pues llegaba justo en un punto gris y espeso de los de Javi Rodríguez, coincidente con el de mayor comodidad del cuadro gallego con un Balvin que se hacía grande en ambos lados de la cancha.

Tercer cuarto competido en el que se arrimaba el Alimerka Oviedo con un triple del dominicano Verplacken, que dejó una grata imagen siendo el mejor de los carbayones en su debut en Pumarín (46-52). No obstante, después de subir la intensidad y presión defensiva, secando durante dos minutos la suma de puntos visitantes, la calidad individual rival volvió a aflorar. Micovic convertía dos puntos tras robo de Quintela, mientras que Faggiano, con un triple que dejaba helado Pumarín, colocaba la mayor diferencia hasta entonces justo al final del tercer periodo (48-59). Remaba el Alimerka Oviedo, pero no era suficiente para limar diferencias. Faltaban recursos ofensivos en un día en el que Langarita, Lobaco o Amarante se quedaron a cero.

Último cuarto y un triple de Menuge, los únicos puntos del galo en el partido, daban cierta esperanza a falta de siete minutos (57-63). Sin embargo, ahí ya habría quemado sus naves el OCB, atravesando después casi cinco minutos sin ver aro. Cuando quisieron volver a verlo, ya era demasiado tarde. Obradoiro, sin ser ni mucho menos brillante, ya había logrado una renta imposible de enjuagar para el poco tiempo que restaba (59-67 min. 8, 4Q). Finalmente, 68-74, amarrando el triunfo desde el tiro libre, con Davison como mal cliente, firmando un 10/10 desde la línea de personal y bien liderados por Balvin para rubricar una victoria que acababa volando hacia Santiago de Compostela.