El Alimerka Oviedo obra el milagro en Almansa

Y es que la tarde ya no había comenzado nada bien para la escuadra de Tino Ugidos, que perdió a su pívot titular, Robinson Idehen, que se rompió la pierna en pleno calentamiento. Tras un buen inicio del conjunto ocebista, un parcial de 15-2 le dio al Almansa el mando en el encuentro. El naviego Javi Menéndez reclamaba su protagonismo en el bando local, sacando partido de la mala defensa interior de un Alimerka deslucido en ambos lados de la cancha (23-16).

Las malas sensaciones se intensificaron en el segundo acto. Los triples de Harris y Mateo Díaz impulsaban a un Almansa que construía una renta de dos dígitos (31-20), ante un Alimerka al que ni siquiera los tiempos muertos de Poch le valían para evitar la escapada local (37-23). De todos modos, un arreón de buen juego del Alimerka permitió cerrar un poquito la herida al llegar al tiempo de receso (45-37).

La conexión entre Peñarroya y Arteaga pareció darle continuidad a la reacción carbayona en el comienzo del tercer cuarto, pero de nuevo los malos ajustes defensivos concedían al Almansa canastas debajo del aro o triples totalmente librados. El Alimerka seguía alimentándose de destellos individuales como las canastas de LeCesne o los mates de Comendador. Sendos triples de Harris, letal el ex BVM2012, y Morgan volvían a ampliar la brecha hasta el 66-51 y otro triple, este de Bivià, cerraba el tercer cuarto con un claro 74-57 en contra.

El duelo se había convertido en una partida de ajedrez en la que se vislumbraba el claro vencedor a punto de ejecutar el jaque mate de su adversario. Un triple de Carles Bivià marcó la máxima renta del conjunto manchego con La Bombonera casi celebrando el triunfo (79-61), pero el desenlace de la partida no iba a ser el que muchos se imaginaban.

En el ajedrez la pieza menos valiosa es el peón, pero cuando avanza, lentamente paso a paso, y llega al otro lado del tablero ese en principio inofensivo peón se convierte en una reina implacable que puede destrozar a cualquier rival con sus movimientos letales. Pues de esa forma, fue el Alimerka con peones como Domènech, Crouch o Thorbjarnarson liderados por el eterno rey Arteaga, limando la desventaja poco a poco.

Quizás también contribuyó en la remontada la relajación de un Almansa que fue complicándose la vida en cada mal ataque, mientras el Alimerka no dejaba de creer ni de crecer. Dos tiros libres de LeCesne empataron el choque a 86 en el último minuto. Ni un alocado Crouch ni los triples de Harris pudieron romper la igualada, con lo que se avecinaba la primera prórroga de la temporada para el Alimerka. En ella surgió la figura de un sublime Thorir Thorbjarnarson, autor de 12 puntos en el tiempo extra para liquidar a un Almansa aún perplejo por lo acontecido. Fue el premio a un Alimerka que buscó lo imposible y obtuvo el premio a tamaño esfuerzo con una victoria para los anales de su historia.