Victoria con dedicatoria especial

A pesar de contar con dos ausencias importantes como las de Fran Cárdenas y Kenan Karahodzik, quien finalmente no superó sus problemas gripales, el Unión Financiera Baloncesto Oviedo logró despedir de la mejor manera posible, en cuanto a resultado, que no imagen, el año 2017 con su triunfo por 66-70 ante el Levitec Huesca en una de sus canchas malditas, el Municipal de los Deportes de la localidad aragonesa, donde no ganaba en liga desde hacía cuatro años.

Ya antes de que el balón echase a rodar se produjo la primera anécdota. Un problema en la canasta en la que calentaron los ovetenses obligó a retrasar el arranque del partido unos minutos. Esta circunstancia no desconcertó a los de Carles Marco, quienes rápidamente se pusieron al frente del electrónico con un gran trabajo en el rebote del Óliver Arteaga, que se hacía con once rebotes en los primeros diez minutos, y con los puntos de Mouhamed Barro en el juego interior y de Drew Maynard desde el perímetro. Un punto este que fue vital en transcurrir del partido.

Aunque la diferencia de los azules no pasaba nunca de los seis puntos, la sensación que dejaban sobre la pista era de una superioridad clara sobre el dibujo que planteó Arenas, que tuvo a Carles Marzo y Sergio Rodríguez a sus máximo puntales.

El segundo cuarto se inició con un 18-20 en el marcador y, tras igualar el partido Jubril Adekoya, se produjo un festival de los asturianos desde la línea de 6,75 metros. En cinco minutos, los jugadores de Marco lograron firmar un 6 de 7 desde el triple, el mejor porcentaje, posiblemente, del equipo en lo que va de temporada.

El capitán Víctor Pérez fue el encargado de liderar el ataque desde el perímetro, al que se unieron Davis Geks e incluso el canterano Alonso Meana, que lograba de esta manera sus primeros puntos en jugada. Fue una noche en la que tuvo una mayor presencia sobre la cancha para darle los necesarios minutos de descanso a Fabio Santanta.

Con el acierto desde el triple los ovetenses alcanzaron su máxima renta del partido, 16 puntos (24-40) a 4.15 para el descanso. Sin embargo, dicha diferencia duró pocos segundos ya que, con un parcial de 8-2, los de Guillermo Arenas se fueron al vestuario doce puntos abajo (32-44).

Las indicaciones dadas al descano fueron más eficientes para el cuadro oscense, que aumentó su intensidad defensiva y, con ello, complicó la elección de tiro de los hombres de CarlesMarco. Sin esa facilidad y sin el acierto desde el perímetro, los aragoneses dieron continuidad al parcial con el que llegaron al descanso y se situaron a tan sólo seis puntos (40-46) después de endosar un nuevo 8-2.

Con Santana sobre la pista, el Unión Financiera parecía tener un mayor movimiento, pero el juego interior que tantas alegrías le dio a lo largo de la temporada en esta ocasión no le resultaba tan desequilibrante, a pesar de los diez puntos de Óliver Arteaga y Mouhameb Barro.

Arenas, en cambio, tenía a sus jugadores en clara trayectoria ascendente. Especialmente, Kevin van Wijk, a la postre máximo anotador de los suyos con 12 puntos, y Pablo Pérez y Sergio Rodríguez, con nueve y diez, respectivamente. No obstante, hay que destacar la labor de Albert Fontet, MVP del partido gracias a sus quince rebotes, uno menos que Arteaga.

Con una diferencia de tan sólo tres puntos (56-59) dieron comienzo los diez minutos decisivos, en los que el Unión Financiera necesitó cerca de seis minutos para anotar en jugada. Hasta ese momento llevaban cinco puntos desde la línea del tiro libre. Esta falta de claridad en el tiro, junto a cinco perdidas consecutivas de balón, permitió a AgustíSans empatar el encuentro a 66 puntos a 38,4 segundos. Sin embargo, en la vorágine de faltas de los últimos segundos, Víctor Pérez no falló sus cuatro tiros y certificó la undécima victoria azul.