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Sánchez, en el centro de la imagen, junto a los integrantes del equipo júnior de la MMR Cycling Academy. FOTOS MARÍA FUENTES
Samuel Sánchez: «No cambiaría mi oro olímpico por ningún otro triunfo en el ciclismo»

Samuel Sánchez: «No cambiaría mi oro olímpico por ningún otro triunfo en el ciclismo»

Samuel Sánchez, exciclista profesional y campeón olímpico en Pekín ·

«Ahora tenemos ciclistas buenos, pero no tantos. Iván García Cortina es el futuro del ciclismo español para carreras de un día y cazar etapas»

HUGO VELASCO

oviedo.

Miércoles, 4 de marzo 2020, 00:30

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A sus recientes cuarenta y dos años Samuel Sánchez (Oviedo, 1978), campeón olímpico en Pekín 2008 y ganador de la clasificación de la montaña en el Tour de Francia de 2011, afronta, tras casi dos décadas en el pelotón internacional, una nueva etapa en su carrera deportiva al convertirse en embajador de la marca avilesina MMR Bikes.

-Recientemente se anunció su condición de embajador de MMR. ¿Qué supondrá?

-Un nuevo capitulo en mi vida que afronto con ilusión. Tengo ganas de aportar mi experiencia tanto en el pelotón como con otras marcas de bicicletas. El objetivo es poder ofrecer el mejor producto posible al mejor precio posible, cumpliendo con los estándares de calidad al máximo nivel.

-Se cumplen doce años de su oro olímpico en Pekín. ¿Qué recuerda de aquel día?

-Fue el día más importante de mi carrera deportiva y también de mi vida personal, ya que a nivel social unos Juegos Olímpicos tienen un impacto muy grande al ser el evento por excelencia de los deportes. Cambió mi carrera deportiva y mi futuro como ciclista profesional al dejarme marcado para siempre. Estar en unos Juegos es un sueño y, si ganas, es algo indescriptible. No cambiaría aquel oro por ningún otro triunfo en el ciclismo.

-¿Cuál es su mejor y peor recuerdo de su carrera deportiva?

-¿El mejor? Tanto el podio de los Juegos de Pekín como el podio del Tour de Francia, cuando gané uno de los maillots más prestigiosos. Esas dos fotos las guardo con mucho cariño. Y, entre los peores días de mi carrera, en los que aparecían el frío y las condiciones meteorológicas adversas, como en una etapa del Giro de Italia en la que acabé con hipotermia, a punto de ir al hospital, o una de la Volta a Catalunya, que se tuvo que suspender por la nieve.

-Formó parte de la era dorada del ciclismo español junto a Alberto Contador, Joaquim Rodríguez, Óscar Freire, Carlos Sastre y Alejandro Valverde. ¿Cómo observa el futuro?

-Antes había muchos y muy buenos. Nos pegábamos entre nosotros por ganar. Creo que entre todos nos hicimos más buenos los unos a los otros. Fue una etapa muy buena y que todo el mundo la recuerda con mucha añoranza ya que llegamos hasta aburrir dado que la gente seguía el ciclismo para ver qué ciclista español ganaba. Ahora los tenemos muy buenos, pero no tantos. Están Mikel Landa, Marc Soler, Enric Mas y gente que viene pisando por detrás, como es el caso de Iván García Cortina, que es el futuro español en carreras de un día y para 'cazar' etapas. Vamos a ver qué da de sí esta generación y si pueden seguir la estela de la última década, cuando se dominaba de principio a final de la temporada.

-¿Y el del ciclismo asturiano? Solo aparecen Iván Cortina y Dani Navarro al máximo nivel.

-Ahí sí que estamos más cojos. Dani Navarro se encuentra en sus últimos años como ciclista profesional y es cuando más está disfrutando de su trabajo gracias a la experiencia. Y García Cortina es el presente y un futuro muy bueno. Por detrás estamos peleando, luchando y empujando para poder sacar algún ciclista para adelante. Dani Viejo se tuvo que 'recalificar' por la disolución del equipo Murias, pero hay ciclistas que apuntan maneras y que esperemos que puedan dar el salto. Por ejemplo, Edu Pérez-Landaluce, Sinuhe Fernández, Pelayo Sánchez, Pablo Uría, Jorge González Segurado y Yago Segovia. Son muchos los que están entre los mejores a nivel nacional, pero es difícil dar el salto. Pero confío que en menos de dos años tengamos a otro ciclista asturiano en el profesionalismo.

-Le une una gran amistad con Alejandro Valverde. ¿Qué le pareció su título mundial y que con 39 años siga luchando por podios en las grandes vueltas?

-El título mundial fue la recompensa a uno de los mejores ciclistas que ha dado el mundo. No solo este país. Es un caso único. Si el ciclismo tuviera que ser justo con alguien, lo ha sido con Alejandro. Además no ha dicho su última palabra y luchará por el oro olímpico. Si lo logra sería lo máximo. Me alegría tanto como si la lograse yo, al igual que hizo él en Pekín.

-¿Ve factible su oro en Tokio?

-Yo creo que sí. Va a llegar con muy buenas piernas y es un ciclista con mucha experiencia. Si tiene un poco de fortuna y la suerte de cara, será el favorito número uno.

-Muchos de los que fueron sus rivales han vuelto de nuevo a competir en mountain bike. ¿Se ve usted también haciéndolo?

-Sí. A quien llevó un dorsal toda la vida y siempre estuvo pendiente de un reloj le llama la competición. Me pica la curiosidad de participar en carreras de mountain bike, ya que siempre me gustó y tuve habilidad con la bicicleta, aunque ahora ya no sea la misma que con veinte años. Me gustaría hacer alguna de las carreras míticas, como la Titan Desert, la Cape Epic, la Asturias Bike Race o la Andalucía Bike. Seguramente que más pronto que tarde estaré en una de ellas.

-Este viernes se presenta el quinto proyecto de la MMR Academy que desarrolla junto a Benjamín Noval y Víctor de la Calle.

-Es el sueño que hemos tenido y hemos cumplido. Gracias a Daniel Alonso, a MMR y a las personas que hace cinco años hicieron posible este proyecto, lo estamos asentando cada vez más. Somos un referente no solo en España, sino también a nivel europeo. Es un proyecto diferente a todo lo que hay y para nosotros lo es todo.

-¿Para cuándo un paso adelante en el equipo y el salto al profesionalismo?

-Es difícil. Por desgracia el ciclismo es un deporte que necesita un gran apoyo económico y vemos que es complicado. Hoy por hoy la academia está asentada y tenemos que seguir con ella. Nunca se sabe lo que puede pasar en un futuro. Si viene la oportunidad de hacer algo más grande, se hará, pero sin querer correr más de la cuenta. Hay que ir poco a poco, pasito a pasito.

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