Wallays sorprende a los velocistas y culmina su fuga

Pero esta vez los presuntos caracoles tuvieron el viento a favor. Su caparazón fue como una vela. Eran tres, Jetse Bol, Bystrom y Jelle Wallays. A Bol se lo comieron entre las rotondas que anunciaban Lleida. Pero las liebres no calcularon bien. El aire les confundió. A 400 metros de la raya, Sagan vio que su menú se le escapaba. Músculo puro, salió a devorarlos, pero se quedó al borde de la mesa. El belga Wallays, buen clasicómano y ganador de la París-Tours, arrancó en el momento justo y batió, por los pelos, o mejor, por los cuernos, a las liebres. Wallays es el caracol más rápido que ha pisado nunca esta ciudad famosa por sus festines de moluscos.

Bystrom cayó en el pánico al notar por detrás la embestida de Sagan. Se precipitó y lanzó a Wallays. Jaque mate. Aceleró y sorteó a la liebres. «Todos decían que iba a ser una etapa para el sprint, pero en la salida algo me decía que no», aseguró el belga, que aprendió de Voeckler a «jugar con el pelotón».

A su estela, volvió a lucir su talento Iván Cortina. El gijonés lo intentó en Almadén, donde sucumbió a la explosividad y la veteranía de Alejandro Valverde. Lució coraje en casa al meterse en las dos fugas de las etapas asturianas y, tras sellar su renovación por dos temporadas, refrendó la confianza que el equipo asiático depositó en él con una nueva demostración de combatividad ayer. Tras Viviani, fue el quinto en cruzar la meta para coronar su mejor resultado en la ronda española.