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Asturias estalla de alegría
Miles de personas se concentran, emocionan, vibran y disfrutan en Gijón y Pola de Siero con la victoria de la Selección Española Femenina de Fútbol
Cuando la portera de tu equipo atrapa un balón lanzado desde un córner y miles de personas gritan como si hubiera metido un gol es que hay algo grande en juego. Y esta mañana lo había. El Campeonato del Mundo que la Selección Española Femenina de Fútbol ganó tras imponerse por 1-0 a Inglaterra, el torneo más grande en este deporte, pondrá la primera estrella sobre el escudo de una camiseta inmaculada hasta ahora. Pero, quizá más importante es la visibilidad que se ha dado al deporte femenino. La prueba son las miles de personas que esta mañana abarrotaron la Plaza Mayor de Gijón y la plaza Les Campes de Pola de Siero, un gentío que vibró, disfrutó y se emocionó con un partido para el recuerdo.
En la Plaza Mayor de Gijón el ambiente era de cita grande. A las 11.30 horas eran ya muchas las personas que se agolpaban frente a la pantalla gigante que instaló el Ayuntamiento con la colaboración de Caja Rural de Gijón, y la fina lluvia a la hora de comienzo del partido no echó a nadie atrás.Ni siquiera cuando ganó en intensidad. Javier y Gerardo Alonso, hermanos y aficionados del Sporting y el Atlético de Madrid desde hace décadas, tenían claro que la cita era especial.Pero no estaban allí solo por eso. «Hemos visto un avance extraordinario en el equipo. Creo que juegan mejor que la selección masculina», afirmaron estos hermanos que han disfrutado del juego rápido y de gusto por el balón del combinado español.
En la plaza predominaba el rojo y el amarillo: camisetas de La Roja, banderas y hasta pelucas para vivir un partido histórico. La presión alta de las inglesas en el inicio del partido elevó la tensión entre la afición, que se desquitaba cada vez que España trenzaba una de sus jugadas para superar líneas y acercarse al area rival.Gestos de asentimiento con cada pase acertado, aplausos en cada córner, en cada regate, en cada gesto técnico.
Las inglesas, campeonas de Europa, tenían peligro y un tiro al larguero hizo a toda la plaza llevarse las manos a la cabeza. El orbayu era intenso, pero nadie se movía del sitio. Como mucho, refugiarse en los soportales. La internada por la banda de Olga Carmona y su tiro cruzado posterior provocó una explosión de alegría. Saltos, besos, abrazos para festejar un tanto que valía un Mundial.
En el descanso, la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, acompañada de una amplia representación municipal y ante la presencia de autoridades del Principado, fue clara en su mensaje.«Ya hemos ganado». No se refería la regidora al resultado del partido, sino a la respuesta social ante el fenómeno de la SelecciónEspañola Femenina de Fútbol. «En los últimos años se han logrado grandes avances, pero hasta que el deporte femenino no impacte en la sociedad igual que el masculino, nos quedará camino. Con días como hoy se hacen grandes avances».
Bien lo sabe Inma Castañón, asturiana y primera capitana del combinado nacional. Desde los inicios de los años 80, cuando ella se convirtió en la primera capitana de la selección, hasta hoy, el deporte femenino ha cambiado mucho.«Es el día y la noche, no se puede decir otra cosa. Es muy importante lo que está pasando hoy en día.Las chicas que están empezando van a tener referentes».
Quedaba toda la segunda parte y en Gijón y Pola de Siero nada se daba por hecho.Casi, cuando la estadounidense Tori Penso pitó penalti a favor de España tras una larga deliberación del VAR. El tiro de Jenni Hermoso lo detuvo Mary Earps cuando los móviles estaban en alto para inmortalizar la que podía ser la puntilla a Inglaterra y una nueva explosión de alegría. Se quedó en decepción, pero lo mejor estaba por llegar.
Con trece minutos de prolongación, más de un aficionado casi se queda sin uñas. Manos a la cabeza, gestos bruscos ante alguna jugada que provocaron más de un choque, protestas y algún grito de «árbitra, la hora». Pero cuando pasado el minuto 103 Cata Coll atrapó el balón lanzado desde el córner por las inglesas, lo embolsó y se lanzó al suelo con él, las miles de personas que ayer se echaron a la calle sabían que el título estaba en casa. Y ahí llegó el éxtasis final, con alguna lágrima incluida, en honor a un equipo que ha hecho historia.Por ellas, por todas.