El Real Oviedo se queda en la Primera RFEF femenina

El Real Oviedo se llevó por merecimiento, gol y entrega un partido ante el Santa Teresa anodino en la primera mitad pero que decantaron en la segunda la pólvora de Yamilla Badell y la frescura aportada por Yarima desde el banquillo. Ambas golearon en un choque en el que el oficio de las oviedistas tuvo premio: ganar el play out de permanencia y asegurar que el femenino carbayón sea uno de los 16 equipos que conformen la nueva segunda división, que pasará a denominarse Primera División RFEF Femenina.

El duelo no tuvo demasiado ritmo en su primera mitad, y eso hizo que conforme pasaban los minutos los nervios por la igualdad en juego y marcador fuesen a más. El Oviedo dominó el esférico y tuvo acercamientos a balón parado pero no fue hasta el primer cuarto de hora cuando Yamila logró llevar algo de peligro al área contraria. El disparo cruzado de Vallejo se fue fuera, y lo mismo ocurrió con un centro de Akaba en área rival que detuvo sin problema Miralles.

Fue solo un espejismo, porque el fútbol no volvió a pisar las áreas hasta el último suspiro del primer tiempo. La primera clara fue para las visitantes, pero tampoco acabó en gol por suerte para las aspiraciones azules: el balón al espacio convertido en centro por Marín golpeó en Alejandra y a punto estuvo de colarse dentro de la portería local.

La segunda mitad arrancó igual que inició la primera, pero las de Álex Rodríguez aprovecharon la primera que tuvieron para adelantarse. El gol -como no podía ser de otra forma- llegó de las botas de Yamila Badell, jugadora clave en la segunda vuelta del conjunto azul. La uruguaya aprovechó un gran pase al espacio de Carla para plantarse ante Murga y batir a la guardameta del Santa Teresa, a la que se le escapó el balón.

Con media hora aún por disputarse, Laura intentó aprovechar un mal pase de Miralles para igualar, pero no lo logró. Lo que sí acabó llegando fue el segundo gol de las oviedistas, espoleadas por verse por delante en el marcador ante un Santa Teresa más roto en busca del empate. El tanto llegó desde el banquillo, obra de una Yarima Font que acababa de ingresar sobre el terreno de juego, y tuvo su origen en un balón en largo que Carlota convirtió en una asistencia al peinar el balón al costado derecho. La extremo oviedista ganó el mano a mano ante la portera disparando por alto y dedicó su tanto a Sheyla Andrino, suplente tras superar una lesión de rodilla esta misma campaña.

Las de Manuel Fernández no bajaron los brazos, apurando el último cuarto de hora en busca de su propio milagro, pero lo que apareció fue una enorme Miralles que intervino con determinación bajo palos para que eso no sucediera. La portera azul paró un cabezazo de Jujuba a cuatro del final y frenó de golpe todo intento por llegar vivas al añadido de las extremeñas, que murieron en área rival pero ya sin opciones de igualada.

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