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Luis Suárez celebra con Dembélé el gol que cerró la cuenta del Barça. Susana Vera (Reuters)
Semifinales | Vuelta

El Barça aniquila a un Madrid sin pegada

Los azulgrana alcanzan su sexta final de Copa consecutiva tras sobrevivir en la primera parte y cobrar un elevado peaje a su rival en la segunda por la falta de eficacia de los blancos

Óscar Bellot

Madrid

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Miércoles, 27 de febrero 2019

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A expensas de lo que pudiera ocurrir en la Copa de Europa, la Copa del Rey no salvaría la temporada del Real Madrid, pero tener la posibilidad de eliminar al odiado enemigo y vigente campeón y alcanzar la final un lustro después convierte el clásico de este miércoles en uno de duelos más grandes y apasionantes del curso, en una competición que ahora presiona bastante más al equipo blanco que al Barça. Tras el 1-1 del Camp Nou, la vuelta de semifinales en el Bernabéu se presenta para el Madrid, precedido de polémicas arbitrales, como una batalla de mayor trascendencia y repercusión que el clásico de la Liga que se disputará en el mismo escenario sólo tres días después, «y que pilla lejísimos», según aseguró este martes Ernesto Valverde.

Con el Barça también vivo en la Champions y encaminado hacia el título liguero, después de haber ganado las cuatro últimas Copas del Rey -en ocho de diez finales-, el torneo del KO no supone ya un desafío obligado para los azulgrana. Al contrario que para el Real Madrid, agarrado a una Copa que en un curso convulso y plagado de decepciones revitaliza a los blancos, porque este título es ya una exigencia. Y aún más, frente al eterno rival, como demostraron en el primer partido de un cruce cuya resolución tendría consecuencias muy diferentes para unos y otros.

En caso de eliminación, el Real Madrid sufriría otro varapalo importante y quemaría uno de sus cartuchos para intentar no cerrar la temporada sin títulos, Mundial de Clubes aparte. Para el Barcelona, en cambio, con la Liga más cerca y la Champions como obsesión, una despedida copera que relanzaría anímicamente a los blancos no sería tran grave, una vez anunciada la renovación de Valverde, mientras que la continuidad de Santiago Solari está tan en el aire que este título considerado antes muy menor y despreciado por el Real Madrid tampoco serviría para despejar su futuro.

«Si remontamos, bien; si no, otro año será», llegó a reconocer Gerard Piqué hace un mes tras el 2-0 ante el Sevilla en el Pizjuán en la ida de cuartos de final de la Copa, reflejando entonces el presunto conformismo del vestuario del equipo azulgrana ante una eliminatoria que acabó con un 6-1 en el Camp Nou. En esta ocasión, la vuelta de esta semifinal, que augura ser un verdadero clásico de Copa, ya sí que decisivo, llega marcada por la igualdad, con la ventaja que da al Real Madrid el gol marcado en la ida por Lucas Vázquez, sin olvidar que al Barça se le da en los clásicos mejor el Bernabéu que el Camp Nou. Conscientes de los golpes sufridos ante el Barça en el coliseo blanco y de que el Real Madrid se tambalea este año y tiene al Bernabéu en alerta, Solari proclamó este martes que «la afición es el único titular indiscutible», reclamando a los seguidores blancos un apoyo que ante los culés no debería ponerse en duda.

«Queremos hacer un llamamiento a la afición, que sea el jugador número 12 y que nos empuje desde el principio del partido, porque nos dará mucha energía», apuntó Dani Carvajal. a quien le tocará intentar frenar al desequilibrante Ousmane Dembélé, el arma que se ha guardado Valverde para este clásico copero. En la otra banda, contra Leo Messi, protagonista el sábado de una nueva exhibición ante el Sevilla (tres goles y una asistencia), estarán Reguilón o Marcelo, apartado por Solari por su pésimo momento de forma, al igual que ha relegado a la suplencia al cada vez más cuestionado Gareth Bale, aunque es probable que para un choque de tal nivel el galés no pague sus episodios de indisciplina.

Con la gran duda de Bale o Lucas Vázquez en el tridente de ataque blanco, quien tiene garantizada su presencia en el once es Vinicius, en otra cita de altura para el atrevido delantero brasileño, que continúa progresando, aunque le sigue fallando la definición y ante una afición que le idolatra protagonizará su primer duelo particular contra Messi. El crack argentino no estuvo en el 5-1 de la Liga del pasado mes de octubre y en la ida hace tres semanas, cuando fue duda hasta casi última hora por unas molestias musculares, salió en el minuto 63, tras el 1-1 de Malcom y justo antes de que Vinicius fuese sustituido por Bale. «Cuando entra Vinicius está aportando cosas, porque tiene desparpajo y velocidad, pero no me condiciona», aclaró Valverde, mientras Solari se plantea que su equipo «tenga una continuidad con todo lo que está haciendo bien». «En la segunda parte allí, sobre todo en el final, también lo hicimos muy bien», recordó el argentino después de una gran primera mitad de los blancos en el Camp Nou saldada con un prometedor 0-1.

Por

Quedará de nuevo el Real Madrid aferrado a la posibilidad de abrochar una cuarta 'orejona' consecutiva como único asidero para justificar

Sale de nuevo fortalecido el Barça, que

Real Madrid

Keylor Navas, Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Reguilón, Casemiro (Fede Valverde, min. 74), Kroos, Modric, Lucas Vázquez (Bale, min. 67), Vinicius (Marco Asensio, min. 80) y Benzema.

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Barcelona

Ter Stegen, Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba, Busquets (Arthur, min. 85), Sergi Roberto, Rakitic, Messi, Luis Suárez (Arturo Vidal, min. 77) y Dembélé (Coutinho, min. 74).

  • Goles: 0-1: min. 49, Luis Suárez. 0-2: min. 68, Varane, en propia puerta. 0-3: min. 72, Luis Suárez, de penalti.

  • Árbitro: Sánchez Martínez (Murciano). Mostró amarilla a Lucas Vázquez, Busquets, Casemiro y Semedo.

  • Incidencias: Partido de vuelta de semifinales de la Copa del Rey, disputado en el Santiago Bernabéu, ante unos 80.442 espectadores.

Primó la meritocracia Solari en un once en el que no figuraban Marcelo ni Bale pero sí Reguilón y Lucas Vázquez. Acudió con su bloque de confianza más

Sin sorpresas en la foto inicial ni en el planteamiento. Repetía el Real Madrid la presión en la salida de balón del Barcelona que tan buenos réditos le dio en el Camp Nou. Los azulgrana trataban de ser protagonistas amasando cuero frente a un contrincante muy compacto.

Era un pulso de elevado octanaje y

El enfrentamiento entre el portugués y el brasileño fue

El '28' es una delicia. A sus 18 años ha conseguido que el Madrid pivote en torno a él, algo que no se veía desde los tiempos de Raúl, pero el remate sigue siendo su asignatura pendiente. Marró cuando ni Ter Stegen podía salvar ya al Barça. Errores como esos, ante un adversario de semejante calibre, se pagan caros.

Reza una de las máximas futbolísticas por antonomasia que

Tuvieron que estirarse los blancos en busca del empate.

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