El fútbol arranca pleno de incertidumbres
Sporting y Oviedo encaran una Liga marcada por el impacto económico de la crisis sanitaria, con una caída en los ingresos y de nuevo con los estadios vacíos
Con suspense, tras un enconado tira y afloja entre Javier Tebas y Luis Rubiales sobre su inicio, este fin de semana arranca una temporada rodeada de incertidumbre. Un campeonato envuelto de austeridad económica en su planificación por los coletazos de la pandemia y la caída en el volumen de los ingresos.
Publicidad
Guiado por toda la novedosa estructura implementada para llevar a cabo un anómalo desenlace liguero que permitió salvaguardar la economía de los clubes y hacer frente a los contratos televisivos, el nuevo curso comienza todavía desnaturalizado por la falta de aficionados en los estadios. Incluso más impredecible que de costumbre después de un mercado de traspasos que ha contribuido a seguir reduciendo las escasas diferencias entre todos los participantes en la categoría de plata.
Sporting y Oviedo renuevan sus ilusiones conscientes de que una campaña exitosa sobre el terreno de juego sería el mejor parachoques posible para hacer frente al nuevo escenario económico que ha deparado la pandemia. La abrupta interrupción del último campeonato liguero se tradujo en una serie de medidas que la mayoría de clubes tuvieron que adoptar para evitar grandes agujeros en la tesorería. En Mareo, como en la mayoría de centros neurálgicos de los equipos, se tuvo que alcanzar un acuerdo para la reducción conjunta de salarios de la plantilla y varias entidades se acogieron a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, recrudecidos este verano en rivales de los dos equipos asturianos como el Málaga, que por su delicada economía entregó la carta de despido a once jugadores.
Noticia Relacionada
Una muestra extrema de lealtad a ciegas
El encaje de bolillos para cuadrar el balance de cuentas es el denominador común en los clubes, que tratan de reducir gastos en varios frentes y apuestan por la reestructuración de los contratos de sus jugadores, en su mayoría ampliando su duración para aligerar el impacto en el techo salarial. En ese ámbito, el organismo presidido por Javier Tebas ha concedido una leve tregua para que las entidades puedan contar con ese margen anteriormente planificado para la confección de los equipos el pasado verano.
Dentro de su estrecho control económico, la patronal abrió la opción de otorgar un respiro a los clubes que encontraron en los últimos mercados una inyección económica mediante traspasos para ampliar ese porcentaje de cara a los recursos disponibles. Un mecanismo siempre supeditado al equilibrio actual entre pérdidas y ganancias.
Publicidad
A las puertas de la campaña de mayor desasosiego en las arcas por el descenso en el volumen de ingresos y con una ventana de traspasos prolongada hasta el quinto día de octubre por el tardío inicio de la competición, los directores deportivos han visto restringido su campo de actuación. Obligados a agudizar el ingenio en tiempos de ajustes, tanto Javi Rico como Francesc Arnau han apostado por el talento incipiente para reforzar las plantillas del Sporting y el Oviedo. En el caso rojiblanco proclamando una vuelta a sus raíces mediante confianza a los canteranos más prometedores de Mareo y en la entidad azul incorporando a préstamo a varias perlas reclutadas por equipos de la élite.
El mantenimiento de los partidos a puerta cerrada ha dado paso a inéditas campañas de abonados, supeditadas a la evolución de la pandemia. Incluso la Federación Española y la LFP ya han adoptado una serie de acuerdos ante las potenciales consecuencias del coronavirus, abriendo la posibilidad a un modelo diferente de 'play off' en caso de que no se pudiese disputar el tradicional a doble partido. Detenido de forma inesperada el balón el pasado mes de marzo, los organismos pergeñan un salvoconducto que evite colapsos.
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión