El tridente pasa a cuartos
El Barça derrota al Arsenal 3-1 con un gol de Neymar, otro de Suárez y un tercero de Messi
Cristian Reino
Miércoles, 16 de marzo 2016, 09:24
No hubo sorpresa. El Barça hizo buena la victoria en Londres en la ida y cerró su pase a cuartos, ante un Arsenal, que volvió a caer bajo el aguacero del Camp Nou, tras una nueva gran actuación de los tres delanteros blaugranas, que esta vez anotaron un gol cada uno.
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El doblete de Messi en la ida de Londres resultó un muro infranqueable para este Arsenal, un equipo que siempre apunta alto, pero que en resultados acostumbra a decepcionar. El cuadro catalán fue mejor en la ida, volvió a ser mejor en la vuelta y fue justo vencedor de la eliminatoria.
Ante un Barça que salió con todo lo que tiene, con la única novedad de Mathieu por Piqué (sancionado por tarjetas), el once inglés saltó al ataque, a tratar de meterse en la pelea bien pronto. Özil y Elneny avisaron en el 9 y en el 14, respectivamente, con disparos lejanos que salieron fuera. La consigna de Wenger, técnico experto que lleva 20 temporadas al frente de los gunners era clara: si su equipo conseguía adelantarse en la primera mitad, era posible que le llegaran las dudas y los nervios al rival, en el caso de que viera amenazada su ventaja. Así que empotró a Welbeck entre los centrales y alineó una tripleta por detrás (Alexis, Özil y Iwobi) que se mostró muy peligrosa, actuando con espacios. Flamini y Elneny sujetaban el centro del campo y el equipo inglés lograba mover rápido y con criterio. Sin embargo, pasado el cuarto de hora, los londinenses recibieron un jarro de agua fría, aparte de la que caía en Barcelona, que frustró las pocas esperanzas que albergaban de dar la sorpresa y la voltereta en el Camp Nou. Neymar se aprovechó de una contra, tras un buen robo de Busquets, y frenó en secó la buena salida británica. De hecho, un minuto antes Messi ya había advertido que el Barça no estaba por la labor de poner en riesgo su pase a cuartos.
A partir del tanto del brasileño, la vuelta ya fue más plácida para los azulgrana. Con un Alba que encontraba una autopista por su banda, un Messi jugando a sus anchas, moviéndose con toda libertad por donde quería, y con un Neymar, que rompía la línea defensiva como un puñal, los blaugranas tuvieron a su adversario contra las cuerdas durante buena parte de la primera mitad. El Arsenal no renunciaba a irse para arriba, por lo que dejaba a sus defensas más descuidados. El Barça quería el segundo. Podía haberse dejado llevar y jugar especulando con la ventaja, pero el tridente quería más. Se veían con espacios y no era momento de echar el freno de mano.
Tras la reanudación, el Arsenal optó por quemar todas las naves y se lanzó a tumba abierta a buscar la remontada imposible. Adelantó posiciones, aumentó la presión, arriesgó más, llevó las entradas al límite y le imprimió otro ritmo al partido. Ya no tenía nada que perder, lo tenía todo hundido y al menos tuvo la grandeza de irse arriba. En el 50, Elneny, después de un buen centro desde la banda de Alexis, agarró un buen derechazo que se coló por lo escuadra de Ter Stegen. El Arsenal había disparado cinco veces en la primera parte y todas ellas se le habían ido fuera. La primera que tuvo en la segunda mitad, en cambio, la clavó dentro. El tanto envalentonó a los ingleses, que por momentos dieron la sensación de que creían en la remontada. Aún estaban lejos, pero con un gol se metían muy de lleno en la lucha por los cuartos. Apretaron los dientes, incorporaron más hombres a la línea de ataque y Welbeck tuvo el 1-2, aunque Mascherano cortó de manera prodigiosa. Fue la más clara de los hombres de Wenger, hasta que en el 64 Suárez se sacó un conejo de la chistera, en forma de chilena por la escuadra, que enterró toda esperanza británica y cerró el choque.
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Quedaban 25 minutos, pero ya las fuerzas no eran las mismas y el ímpetu era otro. Aun así, el Arsenal todavía lo intentó. Poco después, Welbeck estrelló un balonazo al larguero y a continuación Ter Stegen, a disparo de libre directo de Alexis, voló y evitó el segundo. Messi puso la guinda sobre el 90. Neymar insistió en la presión, robó y el balón le cayó al 10 de Rosario, que le picó la pelota a Ospina para hacer el tercero. Colorín colorado y el Barça selló su pase a cuartos. El tridente no falla y cada vez está más cerca de la final de Milán.
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