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Leo Messi dribla a De Rossi.

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Leo Messi dribla a De Rossi. Afp
Cuartos | Ida

Sin alardes, sin Messi, pero goleando

El Barça encarrila la eliminatoria con un 4-1 ante la Roma, que se anotó dos autogoles en momentos clave

jesus ballesteros

Barcelona

Miércoles, 4 de abril 2018

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El Barça afronta la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones con la presión de ser el indiscutible favorito ante la Roma. A diferencia de otros sorteos, esta vez el rival es el que menos intimidaba de los que había en el bombo para el equipo azulgrana tras noquear al Chelsea. Esa es la lectura lógica de los medios de comunicación y de los aficionados, aunque el precavido técnico Ernesto Valverde y sus jugadores saben que el equipo italiano es capaz de todo con un sistema ofensivo, buenos futbolistas y un entrenador de moda en Italia como Eusebio di Francesco. Con todo, antes de la ida de este miércoles en el Camp Nou nadie puede ocultar que es una gran oportunidad de volver a semifinales para el Barça.

Dos temporadas lleva el Barça sin superar los cuartos de final de la máxima competición continental, anulando parte del prestigio adquirido por ser el único club que ha llegado a esta ronda en cada una de las últimas once ediciones. El Atlético, en la campaña 2015-16 (2-1 y 2-0), y la Juventus, en el curso pasado (3-0 y 0-0), le cerraron el paso a unas semifinales que no saborea desde el ejercicio 14-15, cuando eliminó al PSG (1-3 y 2-0) camino del título. Desde la 2007-08 hasta la 2012-13 el equipo azulgrana ganó dos finales (2009 y 2011) y cayó en cuatro semifinales (2008, 2010, 2012 y 2013). Pero desde la 2013-14, cuando también se quedó en los cuartos ante el Atlético, sólo en la mencionada y exitosa 2014-15 pasó la barrera. Once cuartos de final, siete semifinales y tres títulos en once años tiene mucho valor en un sentido histórico, especialmente comparando con otras épocas, pero cuando se tiene al mejor jugador del mundo en el mejor momento de su carrera, Leo Messi, comienza a parecer poca cosa. Y más si se mira al eterno rival, un Real Madrid que ha conquistado tres de las cuatro últimas ediciones.

   

Di Francesco ya sorprendió a Valverde

Valverde está especialmente avisado porque él ya perdió ante Di Francesco la pasada temporada. Fue al frente del Athletic en la fase de grupos de la Liga Europa ante el Sassuolo, entonces entrenado por el italiano, que le sorprendió 3-0 en su campo, aunque el equipo del Txingurri venció 3-2 en Bilbao para pasar a dieciseisavos, ronda que no alcanzó su otra vez rival con una única victoria en aquella liguilla.

Tras lesionarse en un dedo del pie contra el Chelsea, Sergio Busquets vuelve a la lista y se espera que salga de inicio ante la Roma, que querrá vengarse del 6-1 encajado en el Camp Nou en la fase de grupos de la Liga de Campeones de hace dos campañas. Aquel día reapareció Messi tras una lesión y maravilló con dos goles y una extraordinaria actuación. Tras su suplencia en Sevilla, donde entró para igualar un 2-2, y dos ausencias con Argentina, al '10' también se le espera de inicio pese a sus molestias. El lesionado Digne y Coutinho, que ya jugó esta Liga de Campeones con el Liverpool, son las bajas obligadas.

La Roma, por su parte, viajó sin su delantero revelación, el turco Under, que se lesionó con su selección, pero recupera al belga Nainggolan, que el sábado pidió el cambio por un problema muscular. El bosnio Dzeko, delantero centro de los de toda la vida, es la gran amenaza junto al portero brasileño Alisson, en un momento de forma impresionante y en la agenda del Real Madrid como opción para el curso próximo si contratar a David de Gea y a Thibout Courtois es misión imposible por las millonadas que pedirían el Manchester United y el Chelsea, respectivamente.

Son otras las sensaciones en Can Barça, pero los resultados siguen llegando y tan buenos como el del duelo de ida de cuartos ante la Roma en el Camp Nou. El equipo de Valverde ha perdido la chispa de semanas atrás, pero parece no bajar el pistón en ninguna de las competiciones en las que sigue vivo. Ante la escuadra italiana, en cuartos de Champions, le bastó con un partido sin florituras, sin alardes, ni apariciones estelares de Messi. Contó con cierta dosis de fortuna en los dos primeros goles, pero fue justo vencedor en un duelo en el que ofreció bastante más que el rival.

La Roma apenas enseñó los dientes en un choque en el que al Barça se le caían los goles. Y eso que su máximo anotador no estuvo nada afortunado de cara a la meta adversaria. Logró una comodísima victoria con la justa resistencia de un equipo que debe justificar su presencia en los cuartos de final. Pero la Roma no fue rival y cayó en picado al primer revés. El gol en el último tramo de partido de Dzeko maquilla algo el resultado, pero no tiene que generar ansiedad alguna a la hinchada blaugrana.

Barcelona

Ter Stegen, Semedo, Piqué, Umtiti, Jordi Alba, Busquets (Paulinho, min. 66), Sergi Roberto (André Gomes, min. 83), Rakitic, Iniesta (Denis Suárez, min. 85), Messi y Luis Suárez.

4

-

1

Roma

Alisson, Bruno Peres, Manolas, Fazio, Kolarov, Pellegrini (Gonalons, min. 60), De Rossi (Defrel, min. 77), Strootman, Florenzi (El Sharaawy, min 72), Dzeko y Perotti.

  • goles 1-0: min. 38, De Rossi (p.p). 2-0: min. 55, Manolas (p.p). 3-0: min. 59, Piqué. 3-1: min. 80, Dzeko. 4-1: min. 86, Luis Suárez.

  • árbitro Danny Makkelie (Holanda). Amonestó a Kolarov, Strootman

  • incidencias Estadio Camp Nou. 90.106 espectadores. La presencia de globos amarillos obligó al colegiado a detener el encuentro durante unos segundos en la primera mitad

Bien es cierto que el primer gol del Barça llegó tras una desafortunada jugada de De Rossi, pero no es menos verdad que el conjunto de Ernesto Valverde había llegado de forma constante a la portería rival desde el inicio del choque y pese a la presión alta de la Roma.

De hecho, el plan visitante saltó por los aires con el tanto culé. Al menos, en el aspecto defensivo, porque en el ofensivo nada se supo del cuadro romano antes del descanso. Bien colocado atrás, presionaba arriba la salida del balón azulgrana, pero se desentendió de la creación ofensiva.

Necesitó ir perdiendo por 3-0 para entender que la clasificación para semifinales de la Champions exige algo más. Y antes del gol, Ter Stegen fue protagonista sacando dos claras ocasiones de la escuadra romana.

Antes de todo esto, y de que el partido estuviera totalmente controlado, el Barça, a paso lento, fue apoderándose del mismo. Cada cierto tiempo, Alisson veía rondar el peligro. Primero Messi, después Rakitic y más tarde Luis Suárez, hasta que una combinación dentro del área terminó con el gol en propia puerta de los italianos.

La carambola se repetía en el segundo tiempo para desesperación de la Roma. Un centro de Rakitic fuerte al centro de la portería de Alisson acabaría rebotando en Manolas y entrando en propia puerta para alegría de la hinchada local.

Es obvio que el Barça ha bajado en lo que ha rendimiento se refiere. No es el equipo brillante y tan resolutivo de un tiempo atrás. Justo ahora, ha perdido su chispa por mucho que siga sacando los resultados adelante y siga dependiendo de él mismo para levantar todos los títulos en los que sigue con vida.

Quizás contemporizó en exceso el conjunto catalán que dio algo de vida a la Roma con ese gol postrero. Pero lo cierto es que el equipo de Di Francesco está verde a más no poder. Cuando mejor estaba llegando a la portería de Ter Stegen, cuando al Barça le costaba armar ocasiones de peligro, cuando Messi se estrellaba una y otra vez contra su propia impotencia, otro gazapo grotesco de la zaga italiana permitió a Luis Suárez marcar el cuarto y dejar el partido y la eliminatoria sentenciada.

Reapareció como goleador el atacante charrúa en la máxima competición continental. Muchos meses después, volvía a celebrar un gol con el balón de las estrellas. Un tanto que le sirve a los suyos para afrontar con enorme tranquilidad el partido de la semana próxima.

Un duelo que debe servirle al Barça de Valverde para recuperar sensaciones de cara al tramo más decisivo del curso futbolístico. Cualquiera que vea el resultado puede caer en el engaño de pensar que el Barça borró a la Roma del verde y nada más lejos de la realidad. La máxima competición continental exigirá la mejor versión de este Barça si de levantar el título se trata.

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