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Los jugadores del Villarreal celebran uno de los goles de Ekambi. Heino Kalis (Reuters)
El Villarreal arrolla al Rapid de Viena
Jornada 3

El Villarreal arrolla al Rapid de Viena

El 'submarino amarillo' pasa por encima de un débil Rapid de Viena en la primera victoria amarilla en el Estadio de La Cerámica

JUANJO GONZALO

Jueves, 1 de enero 1970

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A pesar de no haber disfrutado de una sola victoria en casa en este inicio de temporada, los aficionados del Villarreal se mostraban encantados el pasado fin de semana. Las ganas se percibían en unas gradas repletas de ilusión, que acababan de saborear el empate ante el Atlético de Madrid. Una cita que marca el camino a seguir para el equipo castellonense. El juego desplegado por los de Javi Calleja, quien reconoce que buscarán «darle continuidad» en la Liga Europa, fue una de las notas positivas justo antes de la llegada de la segunda competición europea.

Una oportunidad de oro para los de Calleja, deseosos de estrenar el casillero de victorias de un Villarreal que parte como favorito de su grupo. Todo ello a pesar del irregular inicio vivido en el Estadio de La Cerámica, que este jueves vuelve a vestirse de gala para recibir al Rapid de Viena. Será un choque en el que, como recalca el técnico español, «únicamente vale ganar, aunque sin obsesionarse con el resultado».

Los austriacos, que lograron la primera victoria frente al Spartak moscovita, se encuentran lejos de vivir días de vino y rosas. En la competición doméstica están alejados de los puestos de privilegio -algo a lo que Calleja restó importancia en la previa de la cita- y las urgencias de la Liga Europa parecen más acuciantes para un conjunto amarillo que afrontará un tramo importante del curso con la ausencia de Carlos Bacca.

Ausencias destacadas

Un problema añadido a la escasa efectividad de cara a portería que en este inicio de campaña está mostrando el 'Submarino Amarillo'. El colombiano se une a las bajas de Bruno Soriano, Javi Fuego y Víctor Ruiz. Tampoco podrá contar Calleja con el mediocentro Manuel Iturra, quien no está inscrito en la competición continental.

Con Gerard Moreno como estilete, que previsiblemente partirá de inicio, el Villarreal volverá a buscar la gloria europea desde la fase de grupos. Una tarea complicada con la que los castellonenses continúan soñando. El Rapid de Viena, «un equipo técnicamente superior» como asegura el técnico Dietmar Kühbauer, que pasó por la Real Sociedad, es el siguiente escollo para lograr la primera victoria como local de la temporada.

Decían los romanos que la ocasión -refiriéndose a una de sus diosas- la pintan calva, haciendo referencia al deber de aprovecharla cuando se presenta. Algo que debieron pensar en un Estadio de La Cerámica que aún no había celebrado su primera victoria de la temporada. Ni siquiera lo habían conseguido en la Liga Europa, donde el equipo dirigido por Javi Calleja sumaba ya cinco partidos sin ganar. Un abismo que se remontaba al pasado 23 de noviembre, frente al Astaná kazajo, y que dejaba al técnico madrileño cada vez más en entredicho.

En el regreso de la competición continental, las circunstancias eran propicias para el Villarreal, que no se podía permitir un nuevo tropiezo. El buen encuentro disputado el pasado fin de semana ante el Atlético de Madrid y la visita del, a priori, débil Rapid de Viena -nunca ha vencido en sus diez visitas a España y sufre en la competición doméstica-, hacían presagiar la llegada de los tres primeros puntos para el 'submarino amarillo' en casa.

Andrés Fernández; Miguelón, Álvaro González, Funes Mori, Jaume Costa; Cáseres (Cazorla, min. 77), Manu Trigueros; Layún, Fornals (Samu, min. 65), Raba (Gerard Moreno, min. 70); Toko Ekambi.

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Strebinger; Müldür, Sonnleitner, Barac, Bolingoli; Ljubicic, Potzmann (Ivan, min. 46), Murg (Knasmüllner, min. 77), Schwab, Berisha (Thurnwald, min. 60); Alar.

  • goles 1-0: min. 26, Fornals; 2-0: min. 30, Toko Ekambi; 3-0: min. 45, Toko Ekambi; 4-0: min. 63, Raba; 5-0: min. 85, Gerard Moreno.

  • árbitro Halis Ozkahya (Turquía). Expulsó a Jaume Costa por doble amarilla en el minuto 79; amonestó a Manu Trigueros y a Cáseres por parte del Villarreal, y a Murg por parte del Rapid de Viena.

  • incidencias Tercer partido del Grupo G de la Liga Europa disputado en un Estadio de la Cerámica con cerca de 17.000 espectadores en las gradas.

Fue un partido de impaciencia e ilusión entre el público castellonense, que durante los primeros minutos llegó a pitar la actuación de sus futbolistas. Especialmente desesperados se mostraron con Toko Ekambi, referencia atacante de los amarillos, que inició el encuentro muy desacertado de cara a portería, pero que terminaría siendo el gran protagonista de la cita. El camerunés, muy activo durante el encuentro, supo enmendar la larga lista de claras ocasiones desaprovechadas con dos tantos y una bonita asistencia a Fornals con la que el Villarreal logro abrir la lata.

No sería la única del punta africano, quien mediada la segunda mitad y tras una gran jugada del incansable Jaume Costa -que acabaría expulsado por doble amonestación-, puso el balón para que el canterano Raba, a placer, lograse el cuarto tanto de una gran noche a la que Gerard Moreno pondría la puntilla en un contragolpe para conseguir el definitivo 5-0. Victoria cómoda y contundente, de esas que ya no recordaban por tierras castellonenses, y que permite volver a coger confianza a los pupilos de Calleja, que volvió a dar minutos al prometedor Samu Chukwueze y pudo, por fin, contar con el argentino Cáseres en el centro del campo.

Lejos quedan los choques ante Rangers y Spartak, donde el Villarreal no supo gestionar los tantos con los que logró adelantarse para llevarse la victoria. Frente al Rapid bastaron 20 minutos en los que destrozó a un equipo que dejó una pésima impresión sobre el césped. Los de Kühbauer fueron un equipo desalmado, desordenado y mostraron demasiadas carencias. Tampoco inquietaron la portería defendida por Andrés Fernández, que apenas se vio exigido hasta los minutos finales.

Ahora, el sueño de lograr algo grande se mantiene más vivo que nunca para un equipo que, tras esta plácida victoria, deberá viajar a Viena a confirmar su buen hacer. Una oportunidad para seguir ilusionando a sus aficionados.

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