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Cejudo (i) da la mano a su entrador Javi Gracia (d).
La Liga despide a Osasuna, el quinto más veterano
FÚTBOL | LIGA PRIMERA

La Liga despide a Osasuna, el quinto más veterano

Tras una nefasta campaña, que arrancó con el despido de Mendilibar en la tercera jornada, El Sadar asistió al descenso el día que se retiraba su capitán Puñal.

rodrigo errasti

Domingo, 18 de mayo 2014, 21:00

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El Sadar esta vez no fue suficiente. Osasuna necesitaba de otro milagro para confirmar otro año su permanencia en Primera pero no llegó. Después de 14 campañas consecutivas en Primera, récord en la historia del club navarro y en las que llegó a clasificarse para la Champions League, regresa a Segunda división. La Liga pierde a uno de sus clásicos en este siglo XXI, ya que era el quinto conjunto de la Liga con más partidos tras los tres equipos que nunca han descendido (Athletic, Real Madrid y Barcelona) y el Valencia, que no falta en la máxima categoría desde 1986.

Osasuna, acostumbrado a lidiar con las adversidades, confirma así una campaña negra, que arrancó con el despido de José Luis Mendilibar en la tercera jornada de modo polémico para ser suplido por Javi Gracia. Tras finalizar la pasada campaña, y como estaba por contrato, el vasco renovó por una campaña más al quedarse el equipo en Primera. Hubo dudas y ya se habló de Gracia, que tiene relación familiar directa con uno de los directivos. Tras la tercera derrota consecutiva, el presidente Miguel Archanco elegido tras la participación fue la más baja en la historia de las elecciones rojillas- dijo «sentir vergüenza» viendo jugar al equipo y el técnico fue sustituido pese a tener el apoyo total del vestuario rojillo. Gracia fue un revulsivo a medias, ya que alternó los puestos de descenso con los tranquilos de tabla.

El navarro ha buscado imponer un estilo basado en el buen trato del balón y buscando algo más que el juego directo. Ayudado por la estrategia parecía que viviría un final de campaña tranquilo, pero llegó el punto de inflexión que cambió todo. Una derrota ante el Málaga en Pamplona condenó al equipo a pelear por no bajar y una mala racha, culminada con una dolorosa derrota en Pamplona ante un Celta que apenas se jugaba el prestigio hizo imposible la permanencia de un equipo afectado por el deterioro económico. El Gobierno de Navarra le retiró una subvención anual de 1,4 millones de euros y la directiva presidida por Archanco no ha sabido reaccionar para optimizar la herencia el legado de Patxi Izco, que bajo su mandato el equipo alcanzó una final de Copa, una semifinales de UEFA y el recordado cuarto puesto que le hizo jugar una previa de la Champions. Pese a haber pertenecido a la junta de Izco, el nuevo presidente intentó desligarse de la gestión anterior. Quiso negar por activa y pasiva conocer el total de la deuda con Hacienda, que el club debe pagar en los próximos diez años. Mendilibar, en su adiós al club, dejó una frase que resume lo bien sucedido desde el cambio de mandatarios. «Osasuna tiene poco que ver con el club que era cuando llegué». El valor de la plantilla rojilla se ha reducido significativamente en dos años: más de la mitad, de 26 a 12 millones de euros. La conocida deuda con Hacienda, a pagar en diez años, era la justificación para todo.

La inversión en fichajes ha sido muy reducida en este periodo alrededor de 5 millones de euros en los tres años de Mendilibar al frente. De hecho, en invierno -y ya con Gracia- se inscribió a Nino, que venía de una lesión de larga duración, para completar la plantilla. La nefasta planificación deportiva, culminada con el despido de Ángel Martín González tras el pasado verano después de más de 14 años ligado con el club, ha sido decisiva en el desenlace final. En el capítulo de fichajes, sólo Oriol Riera funcionó al nivel esperado. El cambio de 9 fue positivo: Kike Sola dejó cuatro millones y los números goleadores de Oriol Riera a cambio de 600.000 euros- no han desmerecido los que tenía el ahora delantero del Athletic. Por contra, Ariel Núñez, Joan Oriol apenas participaron mientras que Acuña o Loties aportaron pero lejos de lo esperado. El central galo no se terminó de adaptar a sus compañeros de zaga y futbolistas claves como Andrés Fernández o Arribas rindieron a un nivel menor que campañas precedentes. Roberto Torres dio un paso al frente, pero no fue suficiente para ser el sustituto natural de Patxi Puñal.

Triste adiós para Puñal

El capitán rojillo, el futbolista de la historia que más partidos ha disputado con la camiseta osasunista- dijo adiós entre lágrimas, en el momento más triste del club en el que ha estado toda una carrera desde 1996 menos una breve cesión al Leganés. Raúl Garcia, ahora pieza clave en el Atlético campeón de Liga, explicaba sus sentimientos sobre el adiós del que fue su compañero en dos etapas distintas en el club rojillo: «Se retira uno de los mejores ejemplos que he tenido en el fútbol, todo lo que aprendí de ti tanto en lo profesional como en lo personal no tiene precio, sin personas como tú no podría conseguir cosas que voy consiguiendo, simplemente quiero decir, gracias Don Patxi Puñal por todo lo que me has dado... y nos has dado».

El estadio no dudó en corear el famoso «No podrán parar... a Patxi Puñal», el cántico más popular de la hinchada Navarra. «Se va un ejemplo de osasunismo, se va una parte de la historia reciente de este club, se va un futbolista de raza, de carácter, se va una persona íntegra. Patxi lo ha dado todo por el equipo, poniendo siempre lo colectivo por encima de lo individual», expresó el club en un comunicado.

El capitán se va tras batir marcas históricas, pero Osasuna pierde la categoría, al líder referente para afrontar un futuro incierto en una complicada situación económica. «La ilusión no se puede perder, debe estar siempre viva. Si llueve, siempre escampa y sale el sol», dijo Archanco tras anunciar el despido de Mendilibar. Osasuna ha tirado siempre de Tajonar en momentos de dificultad, pero actualmente no hay jugadores como Raúl García, Monreal, Azpilicueta, Javi Martinez o Kike Sola que permitan salir a flote con su rendimiento deportivo o un traspaso millonario.

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