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Jornada 38

Aspas evita que el Rayo se despida ganando en Balaídos

Doblete del delantero el día en que los celestes ratificaron su permanencia en Primera

Efe

Vigo/Madrid

Sábado, 18 de mayo 2019, 07:11

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El Celta de Vigo despide una decepcionante temporada con la obligación de puntuar ante el Rayo Vallecano para no estar pendiente de lo que haga el Girona en su partido con el Alavés en Mendizorroza. La derrota del equipo catalán ante el Levante ha despejado el camino al Celta, que encara la última jornada con la permanencia en su bolsillo.

Al equipo de Fran Escribá les vale ganar, empatar e incluso una derrota por la mínima obligaría a los de Eusebio Sacristán a golear al Alavés para evitar su descenso.

Si el Celta pierde 0-1, el Girona tiene que ganar 0-6; si los gallegos caen por dos goles, el conjunto gerundense tendría que golear 0-5. Así sucesivamente, lo que refleja la situación favorable con la que parte el equipo gallego.

Es, por tanto, una combinación poco probable teniendo en cuenta la fiabilidad de los celestes en su estadio en el último mes y medio de competición.

Escribá no ha dado pistas sobre el once que alineará en el que puede ser su último partido como entrenador celeste. Su renovación ha quedado en un segundo plano hasta que la salvación sea matemática. La próxima semana se reunirá con los dirigentes del Celta para abordar su futuro, una vez se cierre un curso que arrancó con el sueño de Europa y terminó con la amenaza del descenso.

Aún así, no se esperan demasiados cambios en la alineación. Las dudas están en el centro de la defensa y en la banda derecha. El once, no obstante, podría ser el mismo que formó hace quince días ante el Barcelona con Iago Aspas y Maxi Gómez en punta.

Enfrente estará el Rayo Vallecano, que no se juega nada y tiene ya la mente puesta en la próxima campaña, en la que intentará regresar a Primera.

El equipo que dirige Paco Jémez viaja a Vigo «con la mayor profesionalidad» en busca de un triunfo, aunque el estado anímico de la plantilla por el descenso no es el mejor por una temporada en la que todo ha sido sufrimiento por los malos resultados.

Desde la directiva han incidido al vestuario de la importancia de no acabar último el campeonato y a esa mínima motivación se debe aferrar un vestuario que ansía la llegada de las vacaciones.

Para este partido, Paco Jémez introducirá varias novedades, aunque las más importantes serán en defensa por la lesión del lateral derecho Tito y la sanción del izquierdo Alex Moreno. Al primero le sustituirá el peruano Luis Advíncula y al segundo Sergio Akieme.

En el centro del campo jugará Mario Suárez tras un partido de sanción y podría regresar también el extremo Adrián Embarba, en cuyo caso podría desplazar al banquillo a Álvaro García.

Un doblete de Iago Aspas en la recta final del partido evitó la derrota del Celta de Vigo ante el Rayo Vallecano (2-2), con el que ambos cerraron una decepcionante temporada, que acabó con los madrileños en Segunda y los celestes salvándose en la última jornada.

Aunque el Celta tenía una mínima opción de descender, el equipo de Fran Escribá no entró con la intensidad necesaria para demostrarle al Rayo que se le iba la vida en el duelo. Los celestes estuvieron lejos del nivel que venían mostrando en su estadio desde el último relevo en su banquillo.

Celta

Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral, Araujo, Olaza; Brais Méndez (Jozabed, m.75), Okay, Lobotka (Pione Sisto, m.84), Boudebouz (Boufal, m.60); Iago Aspas y Maxi Gómez.

2

-

2

Rayo

Dimitrievski; Advincula, Catena, Velázquez, Akieme; Medrán, Agbo (Mario Suárez, m.56); Embarba (Javi Guerra, m.90), Pozo, Álvaro (Bebé, m.80); y Raúl de Tomás.

  • Goles: 0-1, m.29: Embarba, de penalti. 0-2, m.71: Medrán. 1-2, M.82: Iago Aspas, de penalti. 2-2, M.92: Iago Aspas.

  • Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano). Amonestó a Agbo, Álvaro, Catena y Dimitrievski, por parte del Rayo Vallecano.

  • Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésimo octava jornada de la Liga Santander disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 21.607 espectadores.

El partido careció de intensidad y emoción. Los porteros -Rubén Blanco y Dimitrievski- eran dos espectadores más. Hasta que un infantil penalti cometido por Boudebouz sobre Advincula incendió el choque. Embarba adelantó al Rayo a la media hora de juego, pese a que Rubén adivinó su lanzamiento.

El Celta pidió penalti en la siguiente jugada tras la caída de Maxi Gómez ante Dimitrievski, pero Matou Lahoz, que expulsaría poco después a Fran Escribá, no señaló nada. Tampoco en otra caída del internacional uruguayo en el área del Rayo, pese a que en esa ocasión fue a revisar la jugada al VAR.

Los celestes, desesperados con la actuación del árbitro valenciano, tuvieron una buena oportunidad para igualar el choque después de una gran pared entre Aspas y Lobotka pero el remate del eslovaco lo desvió Dimitrievski.

El Celta salió más dominador en la segunda parte pero, sin ritmo, fue el Rayo Vallecano el que pudo aumentar su ventaja con un disparo de Medrán al que respondió Rubén Blanco. Respondieron los celestes: primero con un disparo de Boudebouz que se fue alto; después con un remate de cabeza de Okay que desvió Dimitrievski.

Con la entrada del eléctrico Boufal, el Celta creó algo más de peligro. Aspas, desdibujado, lo intentó sin éxito. Y a falta de veinte minutos Álvaro Medrán, con un potente disparo desde la frontal, puso el 0-2 para enfado de la afición celeste, que pitó a su equipo.

Balaídos parecía un funeral, pero Aspas, primero de penalti y después con un sutil toque, evitó la derrota en los últimos minutos cuando ya la permanencia estaba asegurada ante el resultado que se estaba dando en Mendizorroza entre el Alavés y el Girona.

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