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Mate Bilic, con su hijo Marko, ayer, en el parque de Isabel La Católica, en Gijón. DAMIÁN ARIENZA
Asturias también vibra con la final

Asturias también vibra con la final

Thomas, jugador francés del Avilés, asegura que en Nantes, como en el resto de su país, «se está siguiendo con mucha pasión» al conjunto galoMate Bilic apoya desde Gijón a los croatas, con quienes jugó entre 2009 y 2010

DANI BUSTO

GIJÓN.

Domingo, 15 de julio 2018, 00:30

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«Todas las selecciones que se presentaban como favoritas para llegar a la final ya han sido eliminadas. Es un Mundial interesante... -hace una breve pausa-, mira, el segundo gol de Bélgica». Mate Bilic está siguiendo por televisión el partido por el tercer y cuarto puesto entre Inglaterra y el equipo belga cuando atiende a EL COMERCIO. Para el exfutbolista croata, que disfruta de unos días de descanso en Gijón con su familia, ese encuentro era un pequeño aperitivo. Un duelo atractivo, pero un aperitivo al fin y al cabo. El verdadero plato fuerte llegará hoy con la disputa de la final mundialista entre Croacia y Francia.

«Creo que las opciones están al cincuenta por ciento, Croacia está en un buen momento, aunque pasó por muchas dificultades y sufrió un gran desgaste, al jugar hasta tres prórrogas», valora el delantero, que fue internacional con su país entre 2009 y 2010, y que ahora sigue «con mucha lupa» a la mayoría de sus excompañeros de selección.

Convencido de la victoria está Thomas Leteinturier, el joven zaguero francés del Avilés. «Francia tiene un equipo muy fuerte físicamente, muy compacto, con buenos jugadores, de calidad», enumera el, hasta ahora, futbolista blanquiazul. El central insiste en el aspecto físico, y, al igual que Bilic, recuerda que las tres prórrogas disputadas por Croacia «equivalen a un partido completo más». Por tanto, añade Thomas, «la clave será la fuerza de Francia ante el cansancio de Croacia».

Sin embargo, en este punto, Bilic se muestra muy optimista y asegura que los once croatas que salten al terreno de juego no estarán solos. «Habrá cuatro millones y medio de personas jugando ese partido con nuestra camiseta. Hay ganas y muchas voluntad de conseguir algo importante para el país», afirma, consciente de que el rival que tendrán frente a ellos «es muy potente».

Mientras tanto, desde Nantes -donde pasa unos días de descanso al tiempo que decide su futuro-, Thomas asegura que «se está siguiendo a la Selección Francesa con mucha pasión». Los aficionados ven los partidos en las terrazas, plazas y cafeterías, que están «a reventar», y tras cada pitido final... «¡fiesta!». Un jolgorio que confía en poder culminar con la final mundialista.

En un momento dado de la conversación, a Bilic le sale su vena sportinguista y afirma que «Croacia es como el Sporting, no sabe avanzar sin sufrimiento». Sonríe y lo argumenta: «No hay buenos resultados si no sufres. Nuestro mejor partido fue contra Argentina, pero después, en octavos, cuartos y semifinales Croacia aprendió a sufrir y ha superado las dificultades».

Respeto ganado

Aunque en un primer momento muy pocos habrían apostado por que Croacia hubiera alcanzado la final, con el paso de los partidos, el conjunto dirigido por Zlatko Dalic se fue ganando el respeto del resto de rivales. De sobra conocida es la calidad en su centro del campo, gestionado por la dupla Rakitic-Modric, aunque Bilic, acompañado por Marko, uno de sus hijos, apunta como una de las claves que el equipo arlequinado «tiene mucha fe, y no se pone nervioso aunque se vea por debajo en el marcador». Además, añade, «tras vencer a Argentina, no le tenemos miedo a nadie».

Son varios los actuales futbolistas de Croacia con los que Bilic coincidió en la selección -además de los dos citados anteriormente, también se encuentran Mario Mandzukic y Kalinic, entre otros-, aunque ahora los ve como «una generación que ha madurado, porque se trata de jugadores que llevan mucho tiempo juntos», y además mantienen el espíritu «luchador y ganador».

A las puertas de alzarse con su segunda corona mundialista, Francia se presenta como un plantel «muy solidario en el que todos los jugadores pelean, empezando por Griezmann, y en el que se da mucha importancia a la seguridad defensiva». Al menos así lo ve Thomas, quien destaca también que los de Didier Deschamps «saben aprovechar las jugadas de estrategia». Con todo, matiza que «no hay una única manera de ganar un Mundial. Lo que hay que hacer es ganarlo».

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