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Iniesta sigue con preocupación la tanda de penaltis. Reuters
Hierro sentó al héroe y la estrella se quebró

Hierro sentó al héroe y la estrella se quebró

El malagueño sentó a Iniesta, que confirmó su adiós a La Roja tras la eliminación a manos de Rusia

Rodrigo Errasti Mendiguren

Enviado especial a Moscú

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Domingo, 1 de julio 2018

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Esperando por Andrés Iniesta, decía la FIFA a las 15:02 con una foto de la camiseta del manchego, ignorando que ya a esa hora Fernando Hierro había anunciado para sorpresa de sus futbolistas que 'Andrew' era suplente. Por primera vez en once años en un partido importante. En su último Mundial, el héroe del Soccer City había perdido su plaza en el once. Pese a que asistió a Diego Costa ante Irán y a Isco ante Marruecos fue uno de los tres que cedió su sitio. Entró Asensio por su zona, siendo intrascendente, Koke para aportar más músculo que Thiago y Nacho por un Carvajal al que falta algo de tono físico. Pero todas los comentarios y las miradas estaban en Iniesta, que llegó al campo con gesto serio y auriculares. A muchos les recordó al banquillazo de Xavi ante Chile, cuando Vicente del Bosque sentó al canalizador del juego por un extremo. La apuesta de renunciar al último símbolo del modelo que ha dado la gloria a España salió igual de mal que entonces: España quedó fuera del torneo.

No era suplente en un Mundial desde Sudáfrica 2010 ante Honduras, dato algo engañoso. Estaba tocado por el partido ante Suiza y se le reservó para el duelo frente a Chile, en el que marcó uno de los goles decisivos para acceder a octavos. En un duelo oficial -de clasificación para la Euro- lo fue en Macedonia, entrando por el goleador Juan Mata a inicios de septiembre de 2015 tras un verano particular para él. Por tanto, para encontrar una situación similar a la actual habría que mirar a la Copa del Mundo de 2006, cuando empezaba a forjar su leyenda con una selección en la que fue titular en los grandes torneos con Luis Aragonés y Del Bosque (Euro 2008, 2012 y 2016). Aquel día empezó en el banquillo por decisión técnica en otro triste duelo de octavos (Francia venció entonces sin necesidad de prórroga por 3-1).

Iniesta se vio relegado a un papel secundario justo seis años después de coronarse MVP en la Euro 2012, en aquella noche que España alcanzó su cenit con la goleada a Italia. «Andrés va a ser de mucha utilidad. Es una decisión técnica que esperamos salga como todos pensamos. Fernando es claro y cariñoso con ellos y se lo hemos explicado. No hay ningún problema y ha quedado todo aclarado. Es un partido en el que se verá a la verdadera España», explicó Julián Calero, el segundo técnico llegado tras el terremoto que provocó el despido de Julen Lopetegui. El equipo se ordenó con Busquets-Koke en el doble pivote, Silva de mediapunta con Isco a la izquierda y Asensio a la derecha. Iniesta no estaba en el once ni en el calentamiento.

Pudimos seguir su camino al césped desde el túnel. La TV le grababa a ese, según Maradona «crack total que juega con frac y zapatos de vestir». Llevando peto de suplente y al pisar el verde se encontró a su excompañero Luis García al que abrazó. Se puso a calentar sin mucha convicción en un rondo con Aspas, que le trataba de decir donde estaban en las gradas sus familiares -hijos, mujer, hermana, cuñados y suegros-. Sólo faltaba su padre José Antonio por su miedo a volar. Quizá Hierro, que parecía convencido de su plan en forma de 4-2-3-1 antes del inicio abrazando a Denis Cheryshev, quiso entregar el balón a Rusia pero el anfitrión no lo quiso ni en pintura.

Y eso que la situación de adelantarse y luego cerrar el partido usando el toque se generó. El gol inicial no fue por una acción combinativa sino con una jugada ensayada. Todos al primer palo para aclarar el panorama y que entre Ramos al segundo con espacio para atacar el balón una bola bien puesta por Asensio. Y cuando parecía que el plan estaba asegurado España optó por tener la pelota pero se olvidó de Ankifeev. Pase lateral tras pase lateral. Un posesión estéril. Mantener aquel plan era jugar a la ruleta rusa en Moscú y ante más de 75.000 rusos. No parecía una gran idea. Un error podía complicarlo todo. Y llegó. En un córner Piqué levantó la mano, la pelota le pegó por detrás y Rusia obtuvo su empate.

La mejor ocasión fue suya

Siguió España con ese tocar tan parsimonioso. Nada sucedía. Ni profundidad, ni disparos a puerta... Estuvo lento Hierro con los cambios. Lo reclutó para los últimos 24 minutos, con 1-1, y lo primero que hizo fue un cambio de juego a la banda. Iniesta era la esperanza. Se ofreció por el centro y se llevó una dura patada justo antes de que rozase el gol en un disparo de fuera del área que repelió con acierto Akinfeev, que después también puso otra buena mano en la bola cruzada de un Aspas que no pudo aprovechar el rechace. Primer disparo con peligro en el 84'. Fue la primera vez que amargó al gallego antes de los 120 minutos.

En la previa a la prórroga Hierro hizo una piña con sus futbolistas sobre el césped y les dio instrucciones. Hizo luego un aparte con el propio Iniesta e Isco durante muchos segundos. Pensó el manchego en aquella prórroga de Sudáfrica, en aquel 11 de julio de hace casi 8 años. En aquellas sensaciones que tuvo en el tiempo extra: él podía hacer ganar el partido a España. Le hicieron una dura entrada en el 93' que Kuipers no quiso pitar, mostró su clase con un taconazo para Isco. Rusia aprovechó el cuarto cambio para meter a Erokhin que le quiso pegar una patada de kárate al '6'.

La aparición de Rodrigo provocó otra ocasión en una carrera pero Akinfeev repelió su remate y Carvajal llegó demasiado forzado para optimizar una bola suelta y menos con la izquierda. EL VAR revisó un posible penalti pero no llegó. Si lo hizo la tormenta, previa a la tanda de penaltis. Ahí Iniesta asumió la responsabilidad y marcó el primero. Pero esta vez el disfraz de héroe lo tenía encargado Ankifeev. La reflexión final es que quizá es más fácil defender que atacar, lo segundo precisa de otros talentos de magia para romper defensas convencidas. Lo cierto es que dos años sin derrotas se terminaron el día que faltó Iniesta, que ya no volverá. Pone rumbo a Japón y se convierte en leyenda.

Iniesta anunció que deja la selección

El recién fichado por el Vissel Kobe japonés, anunció tras finalizar el partido contra Rusia, que este había sido su último encuentro vistiendo la elástica roja. «Es el día más triste de mi carrera en la selección», afirmó el manchego. Además, añadió «a veces las cosas no son como uno sueña o imagina, las circunstancias han marcado que sea así». Andrés se mostró crítico con el partido realizado. «Poco análisis se puede hacer después de hoy», contestó sinceramente.

Sobre si conocía su suplencia ante Rusia, fue claro. «Habíamos comentado mi suplencia antes del partido. Uno lo que quiere es jugar y el entrenador ha pensado lo mejor para el equipo. Las decisiones las tiene él, aunque no las compartamos», valoró. El ex jugador del Fútbol Club Barcelona valoró las sensaciones como «no muy positivas» por el hecho de caer en octavos, aunque evitó hacer autocrítica momentánea del juego del equipo. «En el fútbol cuando pierdes, faltan muchas cosas. Habrá tiempo para analizar todo y que las cosas vayan mejor» A sus 34 años y con más de 131 partidos a sus espaldas, Andrés tiene esperanza en el futuro de La Roja. «La vida sigue, hay que ir a otra cosa. Ójala en un futuro cercano, se cambien estas situaciones decepcionantes en el último Mundial, en la Eurocopa y en este Mundial, porque jugadores hay para cambiar la situación», comentó el de Fuentealbilla.

Rubiales está orgulloso de los jugadores

El presidente de la Federación, Luis Rubiales, atendió a los medios de comunicación tras la dolorosa derrota de la selección ante Rusia por penaltis. Para Rubiales, caer en octavos no es un fracaso porque «hemos sido superiores a la selección ante la que nos hemos enfrentado». También se deshizo en elogios con Iniesta ante la noticia de su retirada del combinado nacional. «He tenido una conversación con él (Iniesta) como con el resto, le he dado las gracias, es un jugador único, me siento muy orgulloso como español y como presidente de la Federación Española de Fútbol de que Iniesta forme parte de este grupo», afirmó el presidente.

Además, manifestó su plena confianza en el equipo para todos los retos actuales y los que quedan por venir. «El vestuario está abatido pero ellos tienen que tener la cabeza bien alta. En la vida y en el deporte -donde todo se magnifica más- tenemos días días duros como éste, pero siempre se sigue adelante, siempre sale el sol y con ganas e ilusión, seguiremos estando en lo más alto», sentenció Rubiales.

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