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El egipcio Mohamed Salah. Jason Cairnduff (Reuters)
De estrellas a estrellados

De estrellas a estrellados

Figuras como Salah, Lewandowski o Kroos han tenido que volverse prematuramente de Rusia sin alcanzar el brillo esperado

Óscar Bellot

Madrid

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Viernes, 29 de junio 2018, 12:23

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El Mundial de las sorpresas se ha convertido en una tortura para algunas de las estrellas más rutilantes del fútbol mundial, que han tenido que abandonar Rusia mucho antes de lo que ambicionaban al resultar apeadas sus selecciones en la fase de grupos. Incapaces de espolear a sus equipos para sellar el pase a octavos de final, astros como Mohamed Salah, Robert Lewandowski, Mesut Özil, Toni Kroos o Manuel Neuer están ya de vacaciones y no les quedará más remedio que contemplar frente al televisor cómo se desenvuelven a partir del sábado otras figuras como Cristiano Ronaldo, Lionel Messi, Harry Kane, Neymar, Antoine Griezmann, Luka Modric, Eden Hazard o Isco, quienes sí mantienen vivo su sueño de estar el próximo 15 de julio en la final que acogerá el Luzhniki de Moscú. Lo mismo que promesas en ascenso como el serbio Sergej Milinkovic-Savic o futbolistas de talento que militan en ligas de segundo nivel como el iraní Sardar Azmoun que confiaban en aprovechar el escaparate del Mundial para atraer el interés de escuadras de mayor tronío.

El grueso de los adioses inesperados lo capitaliza la selección alemana. Campeona del mundo hace cuatro años en Brasil, la 'Mannschaft' se presentó en Rusia con un ramillete de futbolistas acostumbrados a disfrutar de la gloria tanto en sus clubes como cuando se enfundaban la elástica nacional. Pero ni su tremenda experiencia ni su indudable calidad resultó suficiente para evitar una hecatombe histórica. Alemania, que nunca había caído en la fase de grupos de un Mundial y que había alcanzado al menos las semifinales en los cuatro últimos, sucumbió ante México y Corea del Sur, cerrando como última del grupo F su periplo por tierras rusas tras cosechar sólo una pírrica victoria ante Suecia gracias a un gol de Kroos sobre la bocina.

El centrocampista del Real Madrid es una de las estrellas obligadas a asumir un descanso en el que ni pensaba cuando llegó a Rusia. Cuatro veces campeón de Europa –una con el Bayern de Múnich y tres con su actual club-, Kroos fue uno de los pocos que se salvó dentro del mediocre desempeño de la 'Mannschaft', que ha puesto en el ojo del huracán incluso al seleccionador Joachim Löw. Anotó el tanto de la victoria frente a Suecia en una jugada de estrategia en el descuento, aunque también fue protagonista involuntario del primer gol de Corea del Sur en el partido que certificó la eliminación de los germanos al ser el futbolista del que procedió el toque que habilitó a Kim Young-Gwon, que de otro modo se hubiese encontrado en fuera de juego.

En un torneo que afrontó como el vigésimo competidor con mayor valor de mercado -80 millones de euros, según el portal especializado Transfermarkt-, el '8' asumió la misión de articular el juego germano, pero careció de socios ante el empecinamiento de Löw en resguardar la medular con la presencia de Khedira tanto en el debut contra México como en el adiós frente a los asiáticos. Concluyó la primera fase con los mismos disparos que Cristiano Ronaldo (quince), superado únicamente por los 17 del brasileño Neymar, además de ser el futbolista que más pases intentó (331) y el que más completó (310).

Toni Kroos, desolado tras la debacle alemana.
Toni Kroos, desolado tras la debacle alemana. Jewel Samad (Afp)

La debacle de Alemania mandó a casa a otros de los puntales que hicieron campeona a la 'Mannschaft' en Brasil Es el caso de Özil, desaparecido durante todo el torneo, agudizando esa irregularidad que le ha impedido situarse entre los mejores del mundo, posición que por talento le correspondería al futbolista del Arsenal. Blanco de las críticas ya antes de estrenarse en Rusia por la criticada foto que tanto él como Ilkay Gündogan se concedieron junto al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el fino jugador pasó como un fantasma por la Copa del Mundo. Caso distinto fue el de Manuel Neuer, cuya condición de titular pocos entendieron, dado que el cancerbero del Bayern de Múnich se había pasado en blanco casi toda la temporada. Pese a ello, Löw apostó por él en detrimento de Marc-André Ter Stegen, ignorando la gran campaña del portero del Barça. Talentos en alza del fútbol germano como Leon Goretzka o Julian Brandt apenas dispusieron de minutos para exhibir su gran calidad: 63 en el caso del ya futbolista del Bayern de Múnich y 19 en el del Bayer Leverkusen.

Amargo estreno

Para Mohamed Salah la empresa de superar la fase de grupos era compleja. Encuadrada en el grupo A junto a la anfitriona Rusia y a la bicampeona mundial Uruguay, la selección egipcia vio marcada su participación en el Mundial por el periodo de inactividad que hubo de afrontar su gran referente tras la lesión que sufrió en la final de la Liga de Campeones disputada en Kiev. El atacante del Liverpool, que venía de completar un curso excepcional a las órdenes de Jürgen Klopp, con 44 goles y 52 partidos, se perdió el choque ante Uruguay, en el que su selección cayó derrotada con un tanto de José María Giménez. Regresó para el segundo encuentro, en el que Egipto volvió a sucumbir, en esa ocasión frente a Rusia (3-1), pese a su tanto de penalti, y tampoco pudo salvar al cuadro dirigió por Héctor Cúper ante Arabia Saudí pese a adelantarle en el marcador.

Como para Salah, el de Rusia era el primer Mundial que podía disputar Robert Lewandowski. Polonia no se clasificó para las dos anteriores Copas del Mundo y su gran figura confiaba en tener una destacada participación en el torneo. Pero éste acabó convirtiéndose en una pesadilla. Disputó los 270 minutos con su selección, pero no pudo estrenarse como goleador y tuvo que hacer las maletas con dos derrotas y una sola victoria en las alforjas.

El polaco Robert Lewandowski, otro que acabó besando la lona.
El polaco Robert Lewandowski, otro que acabó besando la lona. Philippe Desmazes (Afp)

Ellos son los máximos exponentes de lo inclemente que puede ser un Mundial para figuras acostumbradas a los días de vino y rosas en sus clubes. Y es que siempre hay astros que se estrellan a las primeras de cambio en una Copa del Mundo.

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