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Serbia-Suiza | Mundial Qatar 2022: directo y crónica
Mundial de Qatar 2022

El águila suiza tiene las garras más afiladas

grupo g / jornada 3 ·

En un partido electrizante y con continuas alternativas, el conjunto helvético se impone a Serbia y se clasifica para octavos

Pío García

Enviado especial. Doha

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Viernes, 2 de diciembre 2022, 19:41

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Al entrenador del equipo serbio, Dragan Stojkovic, lo enfocaron las cámaras al final de la primera parte y se le vio exhausto, sudoroso, derrumbado en el banquillo, congestionado y resoplando, como si estuviera a punto de darle un infarto. Era su imagen extenuada el mejor símbolo de lo que estaba siendo el partido hasta entonces. Un encuentro vibrante, librado a velocidad de vértigo, sin descanso, con dos equipos que querían ganar y que no reparaban en gastos para conseguirlo. Hubo goles, acciones vertiginosas, intercambio de golpes, fallos defensivos. Por un momento pareció que los serbios se iban a adueñar del campo, con un Tadic magistral, que repartía asistencias y balones como quien da caramelos a los niños. Pero los suizos, a los que les bastaba con el empate, no quisieron especular y no se limitaron, como en otras ocasiones, a guardar educadamente el orden que les impone su entrador.

Serbia

Vanja Milinkovic-Savic; Pavlovic, Milenkovic, Veljkovic (Gudelj, m.55); Zivkovic (Radonjic, m.78), Lukic, Tadic (Djuricic, m.78), Sergei Milinkovic-Savic (Maksimovic, m.65), Kostic; Vlahovic (Jovic, m.55) y Mitrovic

2

-

3

Suiza

Kobel; Widmer, Akanji, Schär, Rodríguez; Freuler, Xhaka, Sow (Fernández, m.69); Shaqiri (Zakaria, m.69), Vargas (Fassnacht, m.83) y Embolo (Okafor, m.90+6)

  • Goles : 1-0, Shaqiri, m.20. 1-1, Mitrovic, m.26. 2-1, Vlahovic, m.35. 2-2, Embolo, m. 44. 2-3, Freuler, m.48

  • Árbitro : Fernando Rapallini (Argentina). Amonestó a Widmer, Vargas, Sergei Milinkovic-Savic, Pavlovic, Rajkovic, Gudelj, Mitrovic, Milenkovic, Xhaka, Schär

  • Estadio : 974, Doha. Tres cuartos de entrada, con abrumadora mayoría de aficionados serbios.

El marcador lo abrió Xherdan Shaqiri, el bullicioso delantero con pinta de estibador que se ha convertido en el enemigo favorito de la hinchada serbia. No por ser suizo, sino por su procedencia albanokosovar y por un detalle que le guardan en una cajita de rencor desde que se enfrentaron en el Mundial 2018. Aquel día, tanto Shaqiri como su compañero Xhaka celebraron sus goles sobre Serbia haciendo con las manos el gesto del águila bicéfala albanesa, lo que indignó hasta el punto de ebullición a los aficionados de Belgrado, que consideran Kosovo territorio suyo. Este viernes, al anotar su gol, Shaqiri no recurrió a la ornitología, pero, fiero y retador, se volvió hacia los seguidores serbios y les señaló repetidamente su nombre y su número. A Shaqiri le había puesto el balón del gol Ricardo Rodríguez, el lateral izquierdo de origen gallego cuyas galopadas por la banda provocaron migrañas a la defensa rival.

Los serbios se vieron eliminados, pero no cejaron en su empeño y se lanzaron hacia la portería de Kobel con esa determinación balcánica que los vuelve tan temibles. Una pérdida de balón de los suizos en el centro del campo, por la que reclamaron falta, dejó pista libre a Tadic, que colocó un balón de terciopelo en la cabeza de Mitrovic, que anotó el empate a uno. Se abrió entonces un frenético intercambio de golpes entre dos equipos dispuestos a no regatear esfuerzos para colarse en octavos. Acertaron Vlahovic y Embolo, pero pudo haber más goles, y entre todos dejaron al entrenador serbio consumido y exánime, a punto de pedir una ambulancia.

En la segunda parte, que comenzó con igual ímpetu, a Suiza le dio un rato por el tikitaka, con una jugada de escuadra y cartabón diseñada por Shaqiri y Rubén Vargas que Freuler acabó rematando como quien envuelve un juguete para regalo. El equipo alpino se vio con la clasificación en el bolsillo, pero ni se conformó con el resultado ni Serbia dejó que lo hiciera. Hubo conatos de bronca, nervios alterados, empujones entre jugadores y un abucheo monumental a Shaqiri cuando lo cambiaron, en el minuto 69, que el interpelado recibió paseándose, mirando al frente, gustándose.

A partir de entonces, el fútbol se volvió trabado y las discusiones y las faltas sustituyeron a los pases y los remates. Los aficionados balcánicos lanzaron objetos sobre la portería de Kobel. Milinkovic y Xhaka casi llegan a las manos y el árbitro argentino se vio de pronto superado mientras los futbolistas blancos y rojos se enredaban en melés aderezadas de empujones e insultos.

Cayó Serbia en su propia trampa. Quiso convertir el partido en un incendio y acabó quemándose en él, mientras los suizos escapaban de la pira y se conducían por el césped con la tranquilidad de quien ha cogido el tren a tiempo y ya no tiene prisas. Ya otean en el horizonte la próxima estación: Portugal.

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