El partido entre el Pumarín y el Luarca se suspende por una pelea entre jugadores

El encuentro de Primera Regional disputado al mediodía de ayer en Oviedo, en el campo del Luis Oliver, entre el Pumarín y el Luarca se suspendió a diez minutos del final debido a una grave pelea entre jugadores de ambos equipos, con 1-0 en el marcador.

Según varios testigos presenciales, todo comenzó en la grada del Luis Oliver, concretamente detrás del banquillo del equipo local, cuando una aficionada del Pumarín, seguidora habitual del equipo ovetense y supuestamente reincidente en este tipo de sucesos, profirió insultos hacia el árbitro. Esto derivó en una acalorada discusión con dos seguidores del Luarca, padre y madre del portero y un defensa de los visitantes. De acuerdo al testimonio de varios presentes, la aficionada escupió al padre de los dos jugadores, que respondió con un empujón. Es aquí donde difieren las versiones de ambos.

Según el Pumarín, la pelea se inició cuando dos jugadores visitantes golpearon a un futbolista local. Entonces, a partir de ahí, se inició una pelea entre ambos en la que, según explican, el peor parado fue un jugador del Pumarín, que recibió distintos puñetazos y patadas.

La versión del Luarca es distinta. El equipo visitante señaló al delegado local como el causante de la pelea. Aseguraron los mismos que fue él quién propinó una patada a un jugador del Luarca, hermano del portero, y que fue ahí cuando se inició la pelea, en la que se sucedieron los golpes entre jugadores de ambos bandos.

Los hechos tuvieron lugar en el minuto 79 de partido. Según refleja el acta arbitral, el colegiado suspendió el encuentro y expulsó a un jugador del Pumarín y a su delegado, y a dos futbolistas del Luarca. A su vez, avisó al club local para que diera aviso a la Policía, que rápidamente se presentó en el Luis Oliver. El partido concluyó con 1-0. El Pumarín sopesará estos días presentar pruebas documentales de la pelea a la Policía para denunciar los hechos.