Paso en falso del Industrial y el Sporting B (1-1)

El Gijón Industrial y el Sporting B se enfrentaron ayer en un duelo de necesidades. Ambos conjuntos llegaban en una dinámica negativa, con varios encuentros consecutivos sin lograr los tres puntos. Los entrenadores sabían de las dificultades de un encuentro de estas características incluso antes de comenzar el encuentro.

Ambos conjuntos empezaron el partido con la intensidad que requiere un derbi local. El encuentro estaba muy igualado hasta que, en el minuto 27, aún con mucho partido por delante, el Gijón Industrial marcó en una acción de esas que se consideran fortuitas. Los locales armaron la contra y los de Sergio Sánchez, al intentar parar a Iker Alegre, que hizo una jugada digna de enmarcar, terminaron por derribar al jugador local.

Era una falta muy peligrosa al borde del área, centrada. Y la ejecutó perfectamente Riki Navarro, que armó su pierna izquierda para marcar en un disparo ajustado abajo muy complicado para Joel Jiménez, que volvía a la titularidad en la portería rojiblanca.

Con ese tanto, los locales se ponían por delante en el marcador y el partido empezaba a ponerse cuesta arriba para un Sporting B que temía que los fantasmas que ya aparecieron en varias ocasiones como visitante volviesen a hacer acto de presencia. Los de Mareo no querían perderle la cara al partido y, en los quince minutos que restaban hasta el descanso, intentaron mantener el balón. Pero no siempre lo conseguían. El encuentro seguía estando muy igualado, tal y como se preveía, y el filial gijonés no era capaz de trenzar jugadas que pusieran en peligro la portería del conjunto local. Faltaba ese acierto en el último pase.

Hasta el descanso, poco pudo hacer el equipo de Sergio Sánchez. El partido empezó a ser más trabado, con bastantes más interrupciones, pero el resultado todavía seguía en el aire. Y con este escenario llegó el descanso.

Tras el paso por los vestuarios, el Gijón Industrial arrancó fuerte con una ocasión a los segundos de empezar, aunque el Sporting B respondió bien. Ambos conjuntos demostraron que querían llevarse la victoria y aumentaron la intensidad del juego. No se guardaban nada en el tintero. La tensión, al igual que ocurrió durante todo el partido, era máxima en Santa Cruz.

Y entonces llegaron los cambios en el filial y, con ello, la reactivación del ataque del Sporting B. Era la vuelta de Manu Pozo después de varias semanas de lesión por una subluxación en el hombro. El ataque del filial rojiblanco volvió a recuperar la fluidez que aporta el jugador andaluz.

Precisamente en sus pies llegó el gol del empate en el minuto 67. Pozo arrancó por banda derecha y, aunque en un principio el defensor del Industrial le robó el balón, la lucha del sportinguista terminó por hacer que se llevase de nuevo el esférico. Se revolvió como a él le gusta para zafarse de la marca y se adentró en una de las esquinas del área. Armó su pierna izquierda y marcó el que, a todas luces, será el gol de la jornada. Reventó el balón a la escuadra y poco, o mejor dicho nada, pudo hacer el portero local para frenar el empate para el Sporting B.

Los de Sergio Sánchez se revolucionaron con el empate. Se veían capaces de mucho más. Pero al final, el árbitro, que añadió cuantro minutos traspasado el 90, terminó por dictaminar el final del partido.

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