Los cacos dejan sin luz al Riosa

Los robos han regresado a los concejos de Riosa y Morcín tras quince días de tregua. En el primero de los municipios, los cacos se han llevado, por segunda vez en la temporada, el cableado de la iluminación del campo de fútbol del concejo riosano. El robo se produjo, según las primeras hipótesis, en la madrugada del martes. En total, han sido unos cien metros de cable que ahora serán repuestos por el Ayuntamiento.

En Morcín, por su parte, han actuado en el secadero de una conocida carnicería de La Foz, donde reventaron la puerta de acceso a la cabaña y se llevaron todos los chorizos y morcillas que allí estaban curándose. Ambos sucesos ya han sido denunciados a la Guardia Civil.

«Vinieron a tiro fijo; se llevaron el cable del alumbrado y ni siquiera tocaron el cobre del sistema de riego que es más fino». El presidente del Riosa, Antonio Villarejo, se lamentó de todos los problemas que genera este suceso a la entidad deportiva. «Tenemos que buscar un lugar alternativo donde los chavales tengan que entrenar, simplemente porque no hay luz». Asegura que es consciente también del gasto que supone la reposición del cable -unos cien metros- para el Ayuntamiento. «Éste no es un concejo grande, aquí todos arrimamos el hombro para mantener el ahorro. Nosotros, si podemos pasar sin encender las luces, no damos al interruptor para no generar más gastos. pero hay veces que no queda más remedio porque se entrena a última hora de la tarde».

El mismo 'modus operandi'

El presidente del club señaló que se dieron cuenta del robo en la tarde del martes «cuando fuimos a encender las luces» y recordó que es el mismo 'modus operandi' que cuando sustrajeron 250 metros de cableado al inicio de temporada. «Sabían por donde entrar y donde cortar».

En Morcín, es la segunda vez en este mes de febrero que roban en la carnicería La Braña. En la primera ocasión ocurrió en el propio establecimiento, pero en esta ocasión se llevaron a un secadero. «Estaban todos los chorizos y morcillas. Era el producto de la matanza de diez cerdos y tres caballos. Es una gran pérdida porque nosotros vivimos de esto», se afirmaba desde el negocio.