Histórica clasificación de la asturiana Carmen López para la final del Mundial de surf

Más allá de la propia competición, Carmen López asegura estar disfrutando el ambiente que rodea a todo los participantes, entre los que se existe una enorme complicidad. «Aquí todo es muy relajado, la gente se anima mucho entre sí. En la Selección Española, además, tenemos una comedia genial. Es súper guay», afirma la joven asturiana.

Sea cual sea el desenlace final del campeonato, Carmen López se muestra enormemente satisfecha por haber alcanzado ya una meta que parecía imposible hace solo unos pocos meses, cuando comenzó a entrenar de forma intensiva en El Espartal de Salinas. Desde entonces, su dedicación al surf ha sido plena para preparar el Mundial de California. Carmen López estudia Integración Social en un instituto de Trubia y acude cada día desde Oviedo hasta Salinas para entrenar tanto en la playa como en el gimnasio, bajo la supervisión de Lucas García, que es además su guía en el agua.

La joven ovetense nació con glaucoma congénito, una enfermedad que no le ha impedido especializarse en un deporte de la exigencia del surf. Fue en 2012 cuando se subió por primera vez a una tabla, en unas jornadas de surf adaptado celebradas en la playa de San Lorenzo.

Carmen López ha cuajado una sobresaliente actuación en el Mundial desde las primeras pruebas en la categoría AS6 de mujeres. En la ronda inicial se clasificó en la segunda posición, con 2.46 puntos. Ayer, en la segunda ronda, logró 4.3 puntos y terminó de nuevo segunda en su manga. La deportista asturiana peleará hoy por las medallas en la final con la canadiense Ling Pai, la portuguesa Marta Jordao y la británica Mlisa Reid.

Pese a su éxito en su primera prueba de carácter internacional, Carmen López mantiene los pies en el suelo. «Aquí no solo venimos a competir, sino a disfrutar y a competir», recuerda. California es solo la primera parada de un largo sueño perfectamente planeado. Cuando vuelva a Asturias retomará sus entrenamientos con su equipo de colaboradores habitual con la mente puesta en los Juegos Paralímpicos de París 2024. Mientras tanto, seguirá disfrutando de cualquier playa del mundo a la que la lleve esa tabla de surf convertida ya en su inseparable compañera de aventuras.