«Los concursos hípicos en Gijón siempre tuvieron un gran nivel de competición»

-¿Qué valoración hace de lo que llevamos de temporada?

-Bueno, a principios de año hice unos concursos en Montenmedio para rodar los 3 caballos jóvenes que tengo y el resto de caballos, luego hice Santander y los concursos nuevos de Maeza, que fueron concursos buenísimos donde mis caballos jóvenes saltaron muy bien. Este año están rodando y cogiendo un poco de altura, a ver si el año que viene pueden dar un poco más.

-¿Cuáles son sus expectativas para el Gijón Horse Jumping?

-Al ser caballos jóvenes, que aun se están formando, este año para mí es un poco de transición. Son caballos que tendrán 9 años el año que viene y sí que podremos exigirles un poco más a la hora de competir. Este año saltarán las pruebas de 1,45 y el Gran Premio, en definitiva todas las pruebas grandes pero más bien con la intención de rodar que de competir.

-¿Cómo está viendo el nivel de participación?

-Los concursos de Gijón siempre tuvieron un gran nivel de competición. La gente viene a disfrutar de la ciudad y del clima, porque no hace el calor de otros sitios. Es una tradición venir a Gijón a competir en agosto y todos los años hay muchos jinetes.

-¿Se echa de menos ese ambiente especial de Las Mestas?

-Sí, esto no tiene nada que ver con Las Mestas. El Chas tiene unas buenas instalaciones pero con sus limitaciones y en Las Mestas se vive otro tipo de deporte, con otro tipo de competición. Pero bueno, estamos contentos con que se puedan hacer estos concursos en el Chas y que se realicen todos los veranos.

-¿Qué proceso sigue un caballo en esa etapa de formación?

-Simplemente saltar, rodar, hacer las pruebas, ir muy tranquilo con ellos... Un día se puede ir un poco más rápido e intentar competir la prueba, pero sobre todo se trata de que cojan altura y confianza como hice en su momento con 'Cassino' o con 'Costello'. Cuando tienen 8 años se les van dando altura poco a poco, hasta ver dónde llegan, y una vez que cada caballo tenga su techo, ya se usan más para competir y se les enseña a ir rápido.

-¿Qué importancia tiene el trabajo diario en la hípica?

-Se necesita mucha dedicación, trabajar a diario como cualquier otro deportista. El caballo es un deportista más, tiene que entrenarse, saltar y competir. Es importante que compita para alcanzar un buen nivel. Luego también depende mucho de la calidad que tengan los caballos y de lo que te puedan dar. Con trabajo diario los caballos siempre llegan un poco más lejos de lo que parece.

-¿Los jinetes nacen o se hacen?

-Este deporte es igual que todos y al final el talento es algo que se tiene que nacer con él. Luego está el esfuerzo y con el trabajo se mejora muchísimo. Evidentemente el trabajo es muy importante en cualquier aspecto de la vida, pero si se te da bien montar, se nota desde pequeño.

-¿Cuál es el secreto del milagro para que salgan tantos jinetes buenos de Avilés?

-La escuela de Víctor Agüero dejó mucha huella. Lo vemos con jinetes como Sergio Álvarez Moya, Alberto Honrubia, yo mismo y más jinetes de Avilés que llegaron a un buen nivel. Él era un superentrenador y de ahí salimos todos. Es muy importante desde pequeño tener un buen entrenador, porque los primeros años de un jinete son fundamentales. Hay gente que piensa que al principio da igual con quién entrenes porque el jinete aún es un niño, pero creo que están equivocados, porque lo que aprendes de pequeño es fundamental, si no coges una base buena, luego es muy difícil corregir los fallos.