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Ana Villanueva, ayer a orillas del Cantábrico, en la playa de San Lorenzo. LUIS SANTIAGO
El nuevo desafío de la grupista Ana Villanueva en las aguas de Acapulco

El nuevo desafío de la grupista Ana Villanueva en las aguas de Acapulco

Participará en una de las travesías más exigentes del calendario. Tendrá que cubrir 22 kilómetros, en una prueba de carácter nocturno en la que tomará la salida a las dos de la madrugada

CÉSAR SÁNCHEZ

GIJÓN.

Miércoles, 8 de mayo 2019, 00:24

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La nadadora gijonesa Ana Villanueva no deja de sorprender con sus retos. Ha dado la vuela a Manhattan, se ha 'fugado' de Alcatraz, ha cruzado el estrecho de Gibraltar y participado en ultramaratones en el río Ebro. Y ahora trata de explorar de nuevo sus límites personales en la prueba reina del 'Desafío Acapulco de Aguas Abiertas', que se disputará el 9 de noviembre. Una de las travesías más prestigiosas del mundo, en la que la deportista grupista tendrá que cubrir 22 kilómetros y nadar de noche. Serán seis horas en las que su única guía será una embarcación y en la que se enfrentará a las corrientes del Pacífico. Eso si, los nadadores llevarán distintos luminosos en el gorro y en su indumentaria para verles en la oscuridad.

La gijonesa muestra su entusiasmo ante esta nueva singladura de su trayectoria como ultra nadadora ya que «cada año me gusta plantearme cosas nuevas», señala.

No oculta que en la elección de esta prueba ha tenido mucho que ver su objetivo de conseguir la denominada Triple Corona de la Federación Internacional, que está integrada por las travesías del Canal de la Mancha, la de Santa Catalina, en Los Ángeles, y la de Manhattan, que ya ha concluido con éxito.

«Algunos de los nadadores que han logrado acabar con éxito en Santa Catalina, habían participado en el Reto de Acapulco como preparación y, aunque esta prueba ya me resultaba muy atractiva, sirvió para acabar de decidirme por participar».

No es nada fácil tomar parte en esta travesía ya que cuenta con solicitudes de todo el mundo y hay que tener una acreditada experiencia en pruebas de estas características y solo se admite a un exclusivo grupo de una treintena de nadadores. «Es una prueba de una gran dureza y para ellos la seguridad es lo primero. No quieren masificarla y que los participantes disfruten de la travesía».

La primera española

La competición comienza en la Bahía de Acapulco, para luego dirigirse por playas tan emblemáticas en esa zona como Icacos, Playa Honda y Puerto Marqués. No obstante no es nada fácil el recorrido puesto que hay que tener mucho cuidado con el oleaje y los acantilados. De hecho, si logra cruzar la meta, será la primera nadadora española en concluir la travesía.

Una de las razones de que sea una travesía nocturna es que a esas horas los tiburones no están activos y en esa zona es bastante habitual verlos de día: «Ya he nadado en lugares donde podía haberlos y no tuve problemas» .

Villanueva ha comenzado a realizar su planificación en cuanto recibió la confirmación de que era admitida en la travesía mexicana. La prueba comenzará a las dos de la madrugada y calcula que serán seis horas nadando, aunque «pueden ser más si nos desviamos algo de trayecto ya que de noche no tengo más referencia que la lancha que me asiste. Nadar a esas horas seguro que es muy especial. Nunca he participado en una prueba nocturna y para mí será una experiencia nueva», comentó.

En la prueba no se pueden usar trajes de neopreno y el agua estará a unos 19 grados: «Es la temperatura aproximada de la mar en Gijón en verano. Aquí no tengo problemas, pero nunca nado tanto tiempo. Ese un problema para el que me tendré que metalizarme». Para ello, Ana Villanueva tiene previsto entrenarse en horario nocturno en la playa de San Lorenzo. Eso sí, buscará compañía, «no es conveniente nadar en aguas abiertas en solitario y menos de noche», hace hincapié.

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