Borrar
Algunos de los pequeños que participan en uno de los cursillos de natación. P. CITOULA
Escuela de futuros campeones

Escuela de futuros campeones

Los cursos de natación vuelven a ser la piedra angular de la actividad deportiva en el club de El Natahoyo, en los que se han inscrito ya un millar de socios

CÉSAR SÁNCHEZ

GIJÓN.

Martes, 17 de octubre 2017, 07:49

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Andrea González Menchaca lleva ya varias temporadas como responsable de las actividades acuáticas del Santa Olaya y, en especial, de la programación de los cursos de natación, que esa temporada vuelven a ser la piedra angular de la oferta deportiva del club fabril. De tal manera que en muchas de ellos se colgó el 'no hay plazas'. Incluso, se han tenido que confeccionar listas de espera, a pesar de que se ha hecho un esfuerzo y se han ampliado el número de grupos y de horarios hasta alcanzar cerca del millar de cursillistas. «Estamos muy ilusionados con este nuevo curso deportivo. La gran aceptación de las actividades programadas es para nosotros una gran motivación para seguir trabajando y mejorar cada año», afirma Andrea Menchaca.

El Santa Olaya ofrece natación para todas las edades. Desde los dos años hasta los mayores de 65 años. La matronatación, para esos niños de dos años, es uno de los cursos de mayor demanda y fue el que primero completó sus plazas. «Hay una gran demanda de esta actividad y las personas incluso vienen el día anterior a dormir para conseguir inscribirse», señala Menchaca.

Apuesta por la calidad

Estos cursos están avalados por una trayectoria de muchas décadas, en las que se han convertido en un referente. El Santa Olaya apuesta por la calidad de sus cursos y sigue normas como no saltarse nunca el número de alumnos por cada actividad para poder ofrecer una enseñanza pormenorizada.

El club fabril es una gran familia. También a la hora de practicar natación y es bastante frecuente que «hijos y padres compartan piscina. Los primeros están en los cursos, mientras sus progenitores practican la natación por libre o en el equipo máster. También es corriente que varios hermanos asistan a los cursillos en distintos niveles», puntualiza Menchaca.

Los niños a partir de los seis años pueden seguir en cursillos o, según su nivel, entrar en las escuelas de natación y deportiva, que son el prólogo para los equipos federados. «Una de mayores motivaciones para los niños es superar el nivel y pasar al siguiente. Por ello, solemos hacer algunas actividades en la que participen todos», hace hincapié.

La clave del éxito de esta actividad es la constante formación de sus técnicos para, asegura, «no quedarnos atrás e innovarnos. Tenemos gente con mucha experiencia y profesores jóvenes muy bien formados».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios