La tradición de las apuestas

Si hablamos de apuestas en Asturias, Fernando Flor es uno de los grandes nombres de referencia. Habitual en el Gijón Horse Jumping, se trata de un interventor del boleto hípico con 25 años de experiencia en concursos como los de Las Mestas, Avilés, Oviedo o Luanco, y, por supuesto, todo un especialista en la materia.

«Las apuestas en Asturias nacieron, entre otras personas, de la mano de Antonio Astudillo Suárez, que fue el que creó el sistema de los tacos que hay ahora, que se llama sistema Anasua, un acrónimo de su creador», puntualiza Flor sobre un sistema que lleva del orden de 50 años funcionando en Gijón. En el hípico en Gijón, con el paso de los años, se han convertido en algo tan significativo que incluso supera la definición de tradición.

La triple gemela es uno de los múltiples sistemas que se fueron creando, pero como apunta Fernando Flor, «todo empezó por la serie, luego vino la gemela seguida de la triple gemela». Y añade que «posteriormente se intentaron implementar otros sistemas como la quíntuple o la triple gemela no reversible. También se trató de poner en marcha la gemela fija, pero ninguna de estas últimas tuvieron demasiada aceptación y terminaron por desaparecer».

Hay otra apuesta que es única y exclusiva del concurso de Las Mestas, que es la de la Copa de Naciones, así como la del ganador de prueba, que consiste simplemente en acertar el ganador de la prueba en cuestión. «Cada vez que sale un caballo a pista, se cierran sus apuestas. No es como en la serie o en la gemela, que se dan por concluidas cuando sale la pista el primero», precisa.

La triple gemela consiste en acertar tres gemelas, normalmente las tres últimas del día, que están señaladas así en el programa. Obviamente acertarla ya resulta algo realmente complicado. La mejor prueba de esta aseveración es que de los ocho días totales en los que hubo apuestas en el circuito veraniego finalizado ayer, solo en dos de ellos se produjeron acertantes al quedar desierta en el resto de ellos. El precio de la triple gemela es de 3 euros de salida y a partir de ahí se ponen cruces o combinaciones a un precio de 20 céntimos cada una de ellas, a excepción de Las Mestas donde el signo cuesta 30 céntimos, ya que el fondo que se pone en juego es mayor.

A la hora de arriesgar su dinero cada aficionado pone en acción el sistema que más le gusta. Unos apuestan siempre a los mismos números, sin importar el nombre del jinete o el del caballo. Sin embargo, otros prefieren fiar sus opciones a sus conocimientos ecuestres o simplemente a su intuición. No hay que olvidar que como en cualquier juego de azar, la suerte también influye, y, en ese sentido, el deporte de la hípica no es ajeno. «El aficionado de toda la vida viene, analiza y apuesta al jinete y caballo que le parece que va a ser el ganador de esa serie o prueba», explica este gran conocedor del mundo de las apuestas.

Flor ha vivido todo tipo de situaciones. Entre tantas vivencias, premios cuantiosos: «En Las Mestas vi un premio en la triple superior a los 3 millones de las antiguas pesetas», recuerda. En cuanto a la cuantía de los fondos y los premios, no se puede comparar el Chas con Las Mestas, ya que este último escenario, con entradas habitualmente de 10.000 personas, puede acumular unas cantidades de dinero muy superiores: «Con que solo apuesten un 20% de esos 10.000 hablamos de 2.000 personas», comenta Flor.

Pese a todo echa de menos el juego en otros concursos asturianos: «Mucha gente viene a ver caballos y a apostar. Buena prueba de ello es que desde se quitaron las apuestas de muchos concursos, por motivos que desconozco, ha disminuido en gran número la asistencia».

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