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Un hombre camina delante del circuito de Austria.
Austria, un viejo conocido
Fórmula 1

Austria, un viejo conocido

El circuito situado en Spielberg, actualmente renombrado como Red Bull Ring, regresa a la Fórmula 1 después de 11 años de ausencia

David Sánchez de Castro

Jueves, 19 de junio 2014, 21:53

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Red Bull Ring. Así es como se llama el anteriormente conocido como A1-Ring, a su vez basado en el trazado conocido como Österreichring hasta 1987. En definitiva, todo un clásico de la Fórmula 1, que después de un parón de 11 años regresa al campeonato del mundo para reverdecer viejas glorias, a mayor ídem del equipo que le da nombre hoy. Asfalto nuevo, mejores condiciones de seguridad, nuevas gradas y un lavado de cara general a un circuito que mantiene la esencia de las viejas carreras de los años 90. Más que añorados eran sus famosos desniveles, sobre los que se basaron para hacer la salida del trazado norteamericano de Austin, o su famosa curva Remus, a la que se enfrentarán casi todos los pilotos por primera vez en su vida. Una de las primeras sorpresas que se encontrarán en el GP de Austria es que este es uno de los circuitos más cortos del Mundial, 4.326 metros, y un récord de 1:08.337 (Michael Schumacher, 2003). Si en otros trazados se suelen dar entre 50 y 60 vueltas, en este se disputarán 71 giros.

Y es que, a excepción de las exhibiciones realizadas por los pilotos Red Bull -Vettel estuvo hace apenas unos meses con un RB8 haciendo una-, será un trazado totalmente nuevo para todos excepto para cuatro corredores, los más veteranos: Felipe Massa, Jenson Button, Kimi Räikkönen y Fernando Alonso. La teoría apunta a que estos pilotos deberían tener algo de ventaja sobre sus rivales, pero como confesó el corredor asturiano en la rueda de prensa oficial de la FIA, nada más lejos de la realidad. «Para serte sincero, no me acuerdo de nada de este circuito», desveló ante los medios.

Después de lo vivido en Canadá, los verdes pastos de Austria suponen un remanso de calma para todos. Lo previsible es que volvamos a ver a Mercedes dominar con contundencia, ya que además aquí no se verán esos problemas de sobrecalentamiento que se vivieron en el Gilles Villeneuve. De hecho, esta puede ser la única ventaja que puedan tener en Ferrari si es que se mantienen las previsiones de bajas temperaturas. Al menos esa es la teoría, si es que esta vez sí hacen caso a las órdenes de Marco Mattiacci y colocan todas las novedades que probaron en los libres de Canadá. Según ha trascendido estos días, Mattiacci ordenó a sus técnicos que hicieran un 'all in', pero estos prefirieron ser más conservadores. El resultado de Canadá es por todos conocido.

Alonso apoya los cambios

Un circuito que apenas conocen, un coche que no está -otra vez- a la altura y unos rivales que mejoran más que ellos. ¿Cómo mantener el optimismo así? Fernando Alonso compareció en la rueda de prensa algo serio, más que de costumbre. El piloto asturiano, tras contestar las pertinentes preguntas acerca de la eliminación de la selección española del Mundial de Brasil, admitió que las sensaciones generales del equipo no son todo lo positivas que hubieran deseado.

Cuando le preguntaron por la situación en Red Bull -en la que Ricciardo está ganando con contundencia a Vettel-, Alonso aseguró que suficiente tienen ellos encima como para mirar los posibles problemas del resto. «Tenemos suficientes problemas en nuestro garaje porque no somos competitivos constantemente, así que no miramos muchos al resto de equipo. Creo que Daniel (Ricciardo) está haciendo un trabajo fantástico y Sebastian (Vettel) también, pero en algunas carreras ha tenido muy mala suerte, aunque estoy seguro de que Sebastian va a volver antes o después», afirmó al respecto.

Más contundente fue cuando le preguntaron sobre qué mejoras introduciría en la Fórmula 1. Alonso cerró filas en torno a su presidente, Luca Cordero di Montezemolo, que hace unos días pidió un grupo de trabajo para intentar paliar la progresiva pérdida de interés -y de público- en la competición. Alonso dio soluciones bastante concretas: «Una de las cosas que debería volver es el KERS a nuestros coches. Ahora tenemos la ayuda eléctrica en las rectas, sí, pero no podemos decidir cuándo usarlo, no tenemos ese empuje extra que teníamos el año pasado y que ayudaba a adelantar porque podías utilizarlo en otros sitios en comparación con los otros. Ahora usamos más o menos la misma energía en los mismos sitios, así que es imposible adelantar. Y luego está el asunto de los neumáticos, un tema importante, así que tal vez sea el momento de volver a vivir una lucha entre proveedores de neumáticos. También ayudaría a los equipos pequeños como en MotoGP. Les daría un compuesto diferente de neumáticos o diferente cantidad de gasolina para usar en la carrera.».

Lamentablemente, hasta que se produzcan esos cambios aún queda tiempo. Y esos cambios tampoco son garantía de que el español pueda volver a luchar por estar arriba. De hecho, ni siquiera los cambios más inmediatos le garantizan mucho. «Tenemos algunas piezas nuevas aquí, como en cada carrera. Intentaremos evaluarlas en los entrenamientos libres para intentar comprender cuáles podemos montar en el coche el sábado y cuáles necesitarán más tiempo. Será un viernes de pruebas y con suerte elegiremos las adecuadas para el resto del fin de semana», afirmó. Es decir: más de lo mismo. Viejas sensaciones en un viejo circuito en el que todo es nuevo para casi todos.

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