Alonso regresa vestido de azul

Si fuera por los resultados acumulados por Renault en la última década, se podría decir que la decisión de Fernando Alonso de regresar a la escudería que le llevó a la doble corona podría ser un error. Pero la buena noticia es que en el equipo de trabajo dividido entre la factoría inglesa de Enstone (chasis) y la francesa de Viry-Châtillon (motores) se ha instalado un rabioso deseo de revancha después de varias decepcionantes temporadas.

Ayer, curiosamente el mismo día en el que se cumplieron veinte años del primer Gran Premio de Fernando Alonso en la Fórmula-1 y la misma jornada en la que la todopoderosa Mercedes levantaba el telón a su nueva criatura, el W12, el bicampeón asturiano comenzó a sonreír con su nueva máquina: el A521. Un monoplaza, a simple vista, continuista respecto a su diseño, pero que cambia por completo su decoración exterior. Y dicen sus garantes que, interiormente, en aquello que no se ve, que tanto se esfuerzan en ocultar, no se trata de una revolución, de un salto cualitativo, sino de un paso adelante, un crecimiento competitivo. Porque el plan no es otro que escalar posiciones desde la quinta plaza que lograron en 2020 en el Mundial de Constructores tras una intensa batalla con McLaren y Racing Point (ahora Aston Martin) durante toda la temporada.

Desarrollado como una evolución del Renault RS20 que pilotaron Daniel Ricciardo y Esteban Ocon, destacable por su docilidad y también por su potencia en circuitos de alta carga aerodinámica, el nuevo bólido pretende mantener la línea ascendente de su antecesor. Porque el objetivo pasa por volver a pisar el podio, algo que Alonso no hace desde 2014, antes de su deambular por el equipo McLaren y su brillante experiencia fuera de los muros de la Fórmula-1.

El monoplaza A521 tuvo su alumbramiento ayer en el mundo virtual que nos toca vivir. Lejos de el 'glamour' de ciudades como Palermo, Mónaco y París. Sin embargo, la frialdad de las presentaciones 'on line', en concreto de los hologramas parlantes, no empañó la gala de sociedad del Renault de toda la vida. La de un monoplaza ilusionante para Alpine, para Alonso y para la propia F-1 porque acerca a uno de los principales fabricantes europeos de deportivos a la cúspide, devuelve al equipo la esperanza por luchar por los podios y los triunfos, por recuperar la gloria de antaño, y recupera a uno de sus grandes pilotos a la actividad.

Las raíces de la marca

No hubo ayer más protagonista en la puesta de largo que el nuevo monoplaza. Brilló un coche con una decoración radicalmente diferente a los modelos anteriores en negro y amarillo de los colores corporativos de Renault. Se vuelve a las raíces de la marca deportiva, con ese azul tan característico, tan ambicioso, tan global, y el blanco y el rojo con el que Alpine F1 Team hace un guiño a los colores de Francia e Inglaterra, que ocupan el capó de la parte trasera. «El coche tiene muy buena pinta y tengo grandes recuerdos de cuando corrí vestido de azul», dijo Alonso.

La presentación permitió conocer a los nuevos responsables de la escudería. «Estamos aquí para ganar. Pondremos todos los medios para lograrlo», señaló Marcin Budkowski, el director ejecutivo de Alpine F1. También fue el estreno del nuevo director de Alpine, Davide Brivio, que llega de la MotoGP, en la que se proclamó campeón con Joan Mir y Suzuki. «Alonso es una de las personas más competitivas que me he encontrado en la F-1», dijo.

Con cifras millonarias invertidas para desarrollar soluciones técnicas que puedan hacerles ganar apenas unas décimas de segundo, el nivel de confidencialidad que domina la Fórmula-1 llega a ser obsesivo. Por eso, Alpine, como el resto de escuderías, no dejó ver ayer, hasta que sea totalmente imprescindible, las grandes innovaciones del 2021. El A521 mantiene el morro fino y aplastado, al estilo Mercedes, quizás más corto y estrecho. Se han remodelado los pontones y también la suspensión trasera, con los brazos muy cortos y retraídos. Y se han ganado 20 caballos en la unidad de potencia, por delante del motor Honda y, posiblemente, del Ferrari.

El A521 rodará por primera vez hoy en Silverstone, con un 'shakedown' que dará Esteban Ocon. Para ver a Alonso al volante habrá que esperar, al menos, al 12 de marzo en los test de Baréin.