Trifulca entre aficionados y jugadores en un partido de fútbol de cadetes en Gijón

Entre el estupor, la indignación y la vergüenza, el fútbol asturiano asistió este sábado al último suceso en torno a la violencia. El encuentro entre el Fabril y La Braña, en Gijón, del grupo 5 de Tercera Cadete, que finalizó con un marcador de 0-2 a favor de los visitantes, vivió una trifulca cuando los jugadores ya se dirigían a los vestuarios, lo que requirió la presencia de varios agentes de la Policía Nacional.

Según apuntaron varios testigos, el incidente se inició en un intercambio de palabras entre uno de los aficionados presentes en la grada y uno de los jugadores de La Braña y derivó en algo mayor cuando comenzaron a participar un mayor número de personas que seguían el partido y varios de los futbolistas todavía presentes sobre el terreno de juego. Hasta el campo se desplazaron varios agentes de la Policía Nacional, que respondieron a la llamada de alguno de los presentes, para calmar a las dos partes, sin que su intervención derivara en detención alguna.

Al menos dos futbolistas, uno por cada equipo, se acercaron, según explicaron desde ambos clubes, hasta un centro de salud, uno tras recibir una patada por la espalda y otro por una contusión cervical, y expresaron su intención de presentar una denuncia por la agresión recibida.

El Fabril, a través del presidente Rafael Menéndez, reaccionó con prestancia, hizo público su condena a lo sucedido y lo calificó como «lamentable». «El resultado es lo menos importante de todo, lo único que importa es el respeto y la educación. Si hay aficionados del club implicados se tomarán las medidas oportunas», dijo. También se mostró contundente su homólogo de La Braña, Luis Miguel Carreño, que, pendiente de conocer en detalle lo sucedido, adelantó que se adoptarán decisiones similares.

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