Sabino García Vallina, elegido Ingeniero del Año por su trayectoria

La Caja Rural de Asturias falló ayer sus Premios Ingeniero del Año, que en su tercera edición reconocerán al presidente de TSK, Sabino García Vallina, en la categoría de 'Gran trayectoria profesional', y al director de proyectos en la empresa Vectio, Jorge Luis Rodríguez, en la de 'Proyección de futuro'. Ambos galardones se decidieron por unanimidad, pero tras «un largo análisis» de méritos, debido a la «elevada calidad de los candidatos» que el presidente del jurado y de DuPont Ibérica, Enrique Macián, se encargó de destacar.

La carrera de García Vallina es premiada, con carácter honorífico, por su «labor tanto técnica como de gestión en TSK», con sede en el Parque Científico y Tecnológico de Gijón. La empresa, tal y como resalta el acta del jurado leída por su secretario -el director de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, Juan Carlos Campo-, «ha tenido un gran crecimiento en los últimos años y se ha colocado como una de las ingenierías punteras a nivel nacional y una de las empresas líderes mundiales en energía termosolar». Además, se ha tenido en cuenta en la elección de García Vallina, que fue propuesto por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales del Principado, que la compañía nació y sigue creciendo en Asturias, «creando cientos de trabajos» en la región, «muchos de ellos de elevado perfil técnico». También se ha valorado su «importante» colaboración con la Universidad de Oviedo y con otros organismos asturianos, así como «su fuerte compromiso con la sociedad asturiana, en general». Y tampoco se ha perdido de vista su «proyección exterior», que ha llevado a que el 97% de la facturación de la compañía se obtenga en el mercado internacional.

Una dilatada trayectoria que cuando se celebre la ceremonia de entrega, en el último trimestre del año, compartirá ovaciones con una promesa de la profesión. El ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Jorge Luis Rodríguez ha sido reconocido por su labor en la empresa Vectio, con oficina en la calle Uría de Oviedo. Él «ha colocado a la misma en una situación puntera en Ingeniería de Tráfico y de Transporte». Un sector minoritario en España, donde es englobado dentro de la ingeniería civil, pero que en otros países se estudia como carrera propia. El jurado aplaude «su amplia formación internacional, que ha traído consigo a nuestra comunidad autónoma y ha repercutido directamente en su labor profesional». Atiende, por otra parte, a su actividad «divulgadora, emprendedora e innovadora» en el ámbito de la propia empresa, que le ha ayudado a implantar algunos sistemas de gestión de tráfico pioneros en Asturias, como las turboglorietas.

Rodríguez estaba ayer agradecido al Colegio de Caminos, Canales y Puertos, que presentó su candidatura, y muy honrado de compartir premio con García Vallina, «un ejemplo para muchos de ingeniero que supo innovar y hacer su empresa puntera desde su tierra». En la joven Vectio, añadía, «también mantenemos con mucho orgullo y en la medida de lo posible nuestros orígenes en Asturias».

Ese es, al fin y al cabo, uno de los objetivos de los premios de Caja Rural, que buscan «motivar a los profesionales y darles publicad en la región, para que se siga estudiando ingenierías». Algo, añadió Macián, «bueno para ellos y para toda Asturias».

El presidente de DuPont Ibérica recordó el elevado peso de la industria en el Producto Interior Bruto de la región, donde «casi» alcanza el 22%. Una cifra muy superior a la media española, a pesar de que en el Principado «somos muy dados a quejarnos y flagelarnos». A los sectores que funcionan bien a nivel nacional, como el del automóvil o la construcción, la región suma fortalezas en «el sector naval y el metalúrgico». Más difícil, concluyó Macián, es que llegue a recuperarse en España el sector de la construcción tras la crisis. Aunque, también es verdad, «aquí no fue muy puntero».