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Un barco procedente de Dubai y otro de Ferrol, recién llegados al puerto holandés de Vlissingen, con las 'jacket' que Iberdrola ya ha comenzado a instalar en aguas británicas. A. C.
Aires nuevos de Avilés en el Mar del Norte

Aires nuevos de Avilés en el Mar del Norte

Iberdrola ya ha comenzado a instalar los 126 pilotes fabricados por Windar en Asturias para el East Anglia One | Queda por llegar un último barco, con 18 unidades más, que completarán el pedido para el que será el mayor parque eólico marino de Europa

AIDA COLLADO

VLISSINGEN.

Domingo, 1 de julio 2018, 03:14

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Cada uno pesa entre 120 y 150 toneladas. Miden cincuenta metros de largo y tienen un diámetro de 2,5. Cada uno es impresionante. Cada uno. Y en el puerto holandés de Vlissingen aguardan su turno para ser colocados en el que será el mayor parque eólico marino de Europa cientos de ellos. De los 126 pilotes fabricados en Avilés por Windar Renovables -del Grupo Daniel Alonso- solo faltan 18 por llegar a su destino. Así las cosas, para completar el pedido queda por arribar un único barco, que realizará un largo camino hasta el puerto holandés de Vlissingen -el transporte lleva unos cinco días-, a donde también llegan las 'jacket' construidas por Navantia en el astillero ferrolano de Fene y donde estas estructuras son adecuadas tras el viaje para su posterior colocación en la mar. Iberdrola ya ha comenzado a instalarlas y avanza en la construcción del East Anglia One, en aguas inglesas. Por el momento, en el Mar del Norte descansan tres 'jacket' gallegas (al final, serán 42) y ocho pilotes, en su mayoría, asturianos.

Desde la compañía energética destacan que el proyecto se ha convertido en uno de los tractores económicos del sector naval español. No en balde, la construcción de estos componentes está generando un millón de horas de trabajo y 800 empleos de media, con picos de ocupación de hasta 1.300 personas.

Lejos de España, los trabajos sobre el terreno comenzaron con la construcción de un lecho de piedra en aguas británicas para evitar la erosión de las estructuras. A continuación, se colocó una plantilla en la que, después, se instalaron los primeros pilotes avilesinos. Estos cilindros gigantes se insertan en el fondo marino 45 metros -quedan fuera de la tierra tan solo cinco metros- y sirven para anclar las 'jacket', torres de tres patas con un peso de 850 toneladas y una altura total superior a los 65 metros, de los que la mayor parte queda sumergida, ya que en esta zona hay 45 metros de profundidad. Su función es la de sustentar los aerogeneradores, que se elevarán a una altura total de 235 metros, contarán con unas palas de 75 metros de longitud y un diámetro de rotor de 154 metros.

Por otra parte, Siemens-Gamesa es el fabricante que se encargará de suministrar las 102 turbinas de 7 MW de capacidad para el parque, que serán construidas en sus nuevas instalaciones de la localidad de Hull, en el noreste de Inglaterra.

En la actualidad, en la colocación de pilotes y 'jacket' trabajan ya varios barcos. En el mayor, el 'Bokalift', de 220 por 50 metros y con helipuerto, están empleadas 120 personas en dos turnos. El 'Olympic Taurus', de menor tamaño, suma unos 60 trabajadores. Por normativa medioambiental, observadores de mamíferos marinos -en buena parte, españoles- viajan con estas embarcaciones. Y otro par de buques de dimensiones más reducidas se dedican a analizar las bombas arrojadas por los bombarderos alemanes al mar durante la Segunda Guerra Mundial para dejarlas, si no suponen un peligro para los trabajos, o quitarlas, según el caso.

También se construirá una subestación de 53,5 por 33 metros, que se elevará 51 metros sobre el nivel del mar y se sumergirá 42,5. Pesará 6.600 toneladas.

En funcionamiento en 2020

Los oleajes y las corrientes ralentizan el ritmo de trabajo, pero el East Anglia One comenzará a operar en 2020 y generará energía limpia para abastecer a más de 500.000 hogares londinenses. En la mar, «los vientos son mucho más fuertes y más estables», lo que da a los parques eólicos marinos una ventaja sobre los terrestres en cuanto a productividad se refiere, explica el responsable del departamento de cimentación del paquete de instalaciones, Alberto Ávila. El área de este parque superará los 300 kilómetros cuadrados, lo que equivale a 30.000 campos de fútbol. Solo la superficie de la subestación que se construirá será del tamaño (1.144 metros cuadrados) del estadio Vicente Calderón.

La energía generada -el parque tendrá una capacidad de 714 MW- viajará por un cable 48 kilómetros hasta la costa, donde se conectará con la red nacional de Reino Unido en Bramford. El East Anglia One supondrá finalmente una inversión de unos 2.800 millones de euros.

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