«Si se armoniza la fiscalidad, que sea a la madrileña y se quiten impuestos»
«Nos preocupa España», apuntó Garamendi en Gijón sobre el proyecto de presupuestos y la deuda y el déficit que asume el país
NOELIA A. ERAUSQUIN
GIJÓN.
Sábado, 7 de marzo 2020, 04:09
Si hay una reivindicación ponen con frecuencia los empresarios asturianos sobre la mesa, esa es la de la rebaja de impuestos. En Asturias han llegado a hablar de «un infierno fiscal» en contraposición con lo que sucede en otras comunidades, mientras que el Gobierno regional ha puesto el foco de la crítica en las rebajas tributarias que aplica la Comunidad de Madrid. Ante este debate, el presidente de CEOE lo tiene claro: «Si hay armonización fiscal, que sea a la madrileña, que se quiten impuestos», defendió, y abogó por reducir o hacer desaparecer tributos como los de Patrimonio o Sucesiones, una eliminación que cree que permitiría atraer más riqueza a Asturias.
En este asunto, criticó también que se hable de una «España diversa», con competencias para las comunidades, pero que se espere para ellas que solo sean «competencias para el gasto».
Ante quienes proponen subidas fiscales, Antonio Garamendi defendió «menos tipos y más gente pagando», una petición que justificó en que en España la carga impositiva es menor que en otros países si se dividen los tributos entre todos los ciudadanos, pero esa proporción varía enormemente si la división se realiza solo entre aquellos que, realmente, pagan. De ahí que reclamara un mayor esfuerzo para contener la economía sumergida, que en España alcanza el 24% y en Europa ronda el 13%. «No es un deterioro de la solidaridad sino un 'dumping' para la gente que lo hace bien», espetó, para reclamar después una mayor eficiencia en los impuestos.
Rigor presupuestario
Garamendi reconoció también que el nuevo escenario internacional y político provoca grandes incertidumbres para los empresarios, que pasan por el coronavirus, el 'Brexit', la guerra comercial entre EE UU y China o la situación en Latinoamérica, pero también por las posibles iniciativas del nuevo Gobierno de coalición. «Nos preocupa España», aseguró, sobre el proyecto de presupuestos del Ejecutivo. «Nosotros intentaremos influir», reconoció, tras recordar que la deuda del país roza el 100% y el déficit está disparado. Hay 25.000 millones más de gasto y 6.300 de ingresos, que van encima de las empresas, «que son las que más están sufriendo la crisis», manifestó. De ahí que reclamara «seriedad y rigor especial» en materia presupuestaria y en aquellas decisiones que afectan a las compañías.
También se mostró crítico con algunas de las propuestas que se barajan para modificar la reforma laboral y, especialmente, el aspecto que tiene que ver con la limitación de las externalizaciones y subcontrataciones, que supondría «un cambio de modelo económico» y terminar con la cadena de valor de las empresas. Sin citarla en concreto, se refirió a los efectos negativos que tendría en empresas como Arcelor o para los astilleros. «No es un cambio de temas laborales, es un cambio de modelo económico», recalcó Antonio Garamendi, que aseguró que ante una transformación de tal calado el Gobierno tendrá a la CEOE en contra. «Si sale, saldrá sin acuerdo», subrayó, sobre la posibilidad de que llegue a aprobarse.