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Cola a la puerta de la sede de la Agencia Tributaria de Gijón durante la última campaña de la declaración de la renta. JOSÉ SIMAL
Asturias tiene ya más pensionistas que personas que logran trabajar todo el año

Asturias tiene ya más pensionistas que personas que logran trabajar todo el año

Hacienda constata un mercado laboral envejecido y cómo la brecha salarial entre hombres y mujeres se dispara con la edad

NOELIA A. ERAUSQUIN

GIJÓN.

Lunes, 28 de noviembre 2022, 03:24

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Ningún organismo tiene más control sobre los ingresos de los españoles y de dónde proceden que la Agencia Tributaria. Exceptuando el dinero negro que se escapa a sus ojos, este organismo escudriña cada dato y sus estadísticas trasladan una ingente cantidad de información que puede ir mucho más allá de lo puramente económico. Así sucede con el último análisis publicado: 'Mercado de trabajo y pensiones en las fuentes tributarias 2021', que revela las retribuciones medias de asalariados, pensionistas, desempleados, trabajadores en ERTE o aquellos que durante el año tuvieron más de una condición. Pero más allá de esto, también refleja un mercado laboral asturiano envejecido y con enormes diferencias, como la brecha salarial entre hombres y mujeres, que se dispara con la edad, o la aún mayor que hay entre los jóvenes que inician su actividad profesional y los que la abandonan para jubilarse.

Se trata de una radiografía que da fe de algunos de los problemas que sufre la región y, entre ellos, el demográfico, que ha llevado a la comunidad a perder el millón de habitantes. De hecho, los datos de Hacienda constatan que, en 2021, hubo más asturianos que fueron pensionistas durante todo el año que los que solo tuvieron retribuciones como trabajadores. Aunque podría tratarse de un efecto de la inestabilidad laboral, las cifras trasladan realmente el declive poblacional.

Distribución «atípica»

Así, según la estadística de la Agencia Tributaria, 275.396 personas tuvieron la única condición de asalariados durante todo 2021, frente a 275.992 pensionistas. Esto es: el 40,78% de los asturianos que declararon retribuciones lo hicieron exclusivamente como trabajadores, frente al 40,87% que lo hicieron como pensionistas. A nivel nacional, estos últimos rozan el 29,9%, un porcentaje muy inferior.

«La estadística pone de manifiesto que en esa distribución de situaciones puras la comunidad es atípica», explican fuentes de la Agencia Tributaria. De hecho, su análisis muestra un gráfico en forma de tarta que solo refleja esas situaciones puras en el que la proporción sobre el total se eleva en ambos casos por encima del 48% y «en el resto de los territorios la situación de pensionista puro no supera el 40%». Ni siquiera en otras zonas envejecidas. Aclara, además, este organismo dependiente de Hacienda que en el Principado se compatibiliza más el salario y la pensión que en otras comunidades, ya que algunas pensiones se fijan como contraprestación por incapacidad para el ejercicio de una determinada actividad. «La minería sería un caso representativo», explican, y estas son compatibles con la condición de asalariado en otro ámbito.

Por ello, a pesar de ese reflejo del envejecimiento de la población, esa proporción se desdibuja cuando se incorporan otras categorías, como los 19.355 asturianos que contaron exclusivamente con retribuciones como desempleados, los 80.652 que tuvieron ingresos como trabajadores y como parados o los 2.812 que fueron en el mismo año asalariados, desempleados y pensionistas. Además, 2.175 recibieron algún pago como parados y como pensionistas y 26.611 tuvieron ingresos por estar afectados por un expediente de regulación temporal de empleo. En todos estos casos, hubo asignaciones procedentes del Estado.

Más ingresos con los años

La estadística también refleja cómo envejece el mercado laboral, con alrededor de 79.000 asalariados en las franjas que van desde los 36 a los 45 años y entre los 46 y los 55 en la media anual, mientras que hasta los 25 solo hay 11.344, una cifra exigua que no se puede atribuir exclusivamente a un mayor porcentaje de jóvenes que desarrollan estudios superiores. Además, entre 26 y 35 años el número tampoco se acerca a los de las franjas siguientes y apenas roza los 46.000.

A todo ello se suma una gran desigualdad en cuanto a ingresos medios. Los asalariados declararon 25.488 euros anuales (un 1,76% menos que el año anterior), los pensionistas 19.446 (+0,34% en relación a 2020) y los que combinaron ambas facetas en el mismo año, los que más, 33.025 (+0,38%). Esto se debe a algo que también muestra la estadística: son los trabajadores de más edad los que más ingresos tienen, frente a aquellos que se estrenan en el mercado laboral. Además, la brecha entre hombres y mujeres aumenta con los años.

Así, el salario medio estimado de los menores de 25 años se sitúa en 19.844 euros -19.878 los varones y 19.793 las mujeres-, mientras que aquellos que están en el último tramo de su carrera laboral, de 56 a 65 años, cobran de media 31.792 euros -34.690 ellos y 28.349 ellas, lo que implica una diferencia de 6.341 euros-. Y aún se eleva más entre los que continúan trabajando más allá de los 65 años de forma habitual, con un salario medio anual de 38.991, que se dispara hasta los 51.306 para los hombres y se queda en 29.160 en el caso de las mujeres. La brecha, que de media supera los 4.000 euros, entonces se dispara hasta los 22.146 euros.

Esa diferencia se traslada después a las pensiones, donde ellos ingresan de media 22.934 euros anuales, la cuantía más alta de todas las comunidades -en la estadística no se incluyen ni el País Vasco ni Navarra-, mientras que para ellas la cifra se sitúa en 15.011, muy por debajo que la de los varones, pero solo superada por la de las madrileñas (16.570).

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