La demanda de autónomos dependientes hace repuntar el sector

El número de autónomos en el Principado de Asturias sumó el pasado mes de junio 76.049, experimentando un incremento de 1.154 afiliados respecto al mismo mes del año anterior. Se trata del séptimo mes consecutivo de evolución interanual positiva, aunque el incremento (1,5%) sigue siendo notablemente inferior al del conjunto de la nación (2,4%).

Desde las Asociaciones Federadas de Autónomos de Asturias (AFAS) confían en que esta constatada mejoría en el número de autónomos no sea coyuntural y responda a un repunte del sector. «Estamos observando desde Semana Santa una mejora de los datos. Esperamos que no sea una cuestión temporal y que se siga esta línea ascendente en los próximos meses», explica Rosa Suárez, presidenta AFAS, quien achaca en buena parte esta tendencia positiva a la figura del autónomo dependiente, «que ahora está en auge».

Según explica la portavoz del colectivo, el autónomo dependiente es en la actualidad una modalidad «muy demandada por las grandes empresas» para realizar trabajos que, antes de la crisis, desarrollaban empleados por cuenta ajena. «Es una figura en auge porque al autónomo, pagándose su propia Seguridad Social y sin derecho a vacaciones ni a nada, ofrece a la empresa el trabajo que antes hacían sus empleados y que, en muchos casos, fueron despedidos», comenta. Esta modalidad, añade Rosa Suárez, está proliferando especialmente en el sector del transporte.

Pese a la tendencia en positivo, desde AFAS lamentan que el sector siga siendo «el gran olvidado de la economía asturiana y española». Critican, incluso, que Asturias sea la única comunidad autónoma que no disponga de Consejo Regional del Trabajador Autónomo. Un órgano con carácter consultivo y no vinculante pero que, defiende Rosa Suárez, dotaría al sector de la representación que viene reivindicando desde hace tiempo dentro de la Consejería de Industria y Empleo. «Actualmente no se están escuchando nuestras necesidades», denunció la presidenta del colectivo, quien pidió, entre otras cosas, rebajar la presión fiscal de Asturias «para poder ser más competitivos frente a Galicia y Cantabria, y evitar la deslocalización de las empresas asturianas a zonas fronterizas en las que se ofrecen mejores condiciones».