Liberbank modera el optimismo de Unicaja sobre la fusión, aunque constata «avances»
Recuerda que no hay ningún acuerdo aún, mientras que la entidad malagueña cree que la operación se cerrará «pronto»
NOELIA A. ERAUSQUIN
GIJÓN.
Miércoles, 1 de mayo 2019, 01:23
Las negociaciones entre Liberbank y Unicaja para abordar la fusión entre las dos entidades se celebran con discreción, en 'petit comité', pero con periodicidad. Sin embargo van más lentas de lo que se esperaba en un inicio y el acuerdo no ha llegado a tiempo para las juntas de accionistas de ambos bancos, que siguen apostando por su unión, aunque desde el malagueño se traslada un mensaje de mayor optimismo, mientras que en el de origen asturiano se apuesta por la moderación.
Prueba del deseo de culminar la integración, pero también de los distintos matices de cada caso, fueron las declaraciones que ayer realizaron sus directivos. En la junta de accionistas de Liberbank, celebrada en Madrid, su presidente, Pedro Manuel Rivero, reconoció que se «ha ido avanzando en diferentes aspectos que son habituales en este tipo de procesos», incluso que se han mantenido reuniones con las autoridades que tendrían que dar luz verde a la operación, pero también recordó que «en este momento no se ha llegado a ningún acuerdo para llevar a la junta general». Insistió tanto él como el consejero delegado, Manuel Menéndez, en que no podían contar más y apelaron a la prudencia, a pesar de que fueron cuestionados sobre la operación por accionistas. La única concreción que hizo Menéndez fue negar que se hubiera vendido autocartera durante los picos que marcó Liberbank en Bolsa tras el interés anunciado por Abanca.
Por su parte, el director general de Finanzas de Unicaja, Pablo González Martín, avanzó que confían en alcanzar un acuerdo «pronto». El pasado viernes, su presidente, Manuel Azuaga, ya aseguró que esperaba que «en las próximas semanas se puedan adoptar las decisiones que permitan llevar adelante la operación»
La moderación es cuestión de matices, puesto que ambas partes apuestan por la fusión, como quedó constatado en febrero, cuando Abanca llegó a anunciar su interés de presentar una opa sobre la entidad de origen asturiano, oferta que el equipo de Menéndez ni se planteó. El principal escollo para el acuerdo es la ecuación de canje, que determinará el peso de ambas entidades en la resultante. Desde Málaga se insiste en que se tratará de una fusión por absorción de Liberbank, dando a entender la predominancia que tendrá el banco andaluz sobre el creado de la unión de Cajastur-CCM, Caja Cantabria y Caja Extremadura, mientras que en este último se recalca que este mecanismo es meramente instrumental y no tiene que suponer una subordinación, que simplemente se elige esa figura porque resulta más sencillo que crear una sociedad nueva. En definitiva, hay un tira y afloja sobre el peso de cada una que va más allá de su capitalización en un momento concreto.
Mientras se concreta o no la operación, Menéndez adelantó ayer los objetivos de Liberbank para 2019 sin contar con Unicaja, entre ellos mantener los costes por debajo de los 400 millones, a pesar de que la inversión en tecnología implica un gasto mayor en esta materia; lograr un crecimiento sostenido del margen de interés, «aunque no sea a dos dígitos», y de las comisiones en alrededor del 5%, gracias al avance del negocio fuera de balance y de servicios ; situar la morosidad por debajo del 3% -en 2015 era del 20%-, y que el coste del riesgo recurrente se sitúe alrededor de los 25 puntos básicos.
Por otro lado, en este contexto, Unicaja informó ayer de un beneficio neto de 63 millones en el primer trimestre de 2019, un 10,2% más, frente a los 21 millones, un 28,5% menos, que Liberbank anunció la pasada semana, debido, a la falta de aportaciones relevantes de resultados atípicos y por operaciones financieras.