El Principado reclama que la posible fusión de Liberbank no afecte al empleo
Partidos y sindicatos muestran su inquietud por las repercusiones que pueda tener la operación y dudan de que conlleve beneficios para Asturias
P. LAMADRID
GIJÓN.
Jueves, 13 de diciembre 2018, 04:25
El Gobierno asturiano pide a Liberbank que, si la fusión con Unicaja se lleva a cabo, no tenga repercusiones negativas en el empleo, la vinculación con el Principado y la implantación territorial de la entidad bancaria. Así lo manifestó ayer el consejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo autonómico, Guillermo Martínez, quien reveló que tenía «constancia» de las conversaciones entre ambas compañías, pero no está en condiciones de saber «cuál va a ser el desenlace, que dependerá de sus gestores».
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No obstante, recordó el «arraigo histórico» y la importante presencia en Asturias de Liberbank, «una de las entidades financieras, si no la más, con mayor relevancia» para la región y a la que han confiado sus ahorros «decenas de miles» de asturianos. Así, Martínez incidió en que, tras el proceso de fusión y de creación de Liberbank, la entidad afrontó un ajuste en el empleo, la implantación territorial y la solvencia, por lo que esa posible fusión no debería traducirse en una pérdida de puestos de trabajo ni en una merma en su vinculación con Asturias y su presencia en la comunidad.
Por otro lado, partidos y sindicatos acogieron con preocupación la noticia. Para Emilio León, diputado de Podemos, «una posible fusión de Liberbank y Unicaja puede alegrar el día de los tenedores de acciones, pero no tiene por qué ser una buena noticia para la población asturiana, ya que no resulta de una apuesta estratégica sostenible sino de una huida hacia adelante». Hizo hincapié en que esta operación puede desembocar en cierre de sucursales, encarecimiento de costes, precariedad laboral y endurecimiento del acceso a créditos hipotecarios.
A juicio del portavoz de IU en la Junta, Gaspar Llamazares, se trata de «la crónica de una fusión o absorción anunciada», en la que se gana tamaño, pero «se pierde asturianidad». «Estamos ante los últimos coletazos de la liquidación de las cajas de ahorros que, junto a los recortes sociales y las privatizaciones, son unos de los peores efectos de la crisis, tanto desde el punto de vista del ahorro popular como territorial», apuntó. Además, reclamó el mantenimiento de la actividad y el empleo.
Por su parte, Pedro Leal, diputado de Foro, puso de relieve que la fusión de las cajas de ahorros llevada a cabo en la última década ha servido para fortalecer el sector financiero en la mayoría de las regiones, excepto en Asturias. «Aquí la integración de la extinta Cajastur en el Grupo Liberbank supuso la deslocalización de nuestra entrañable Caja de Ahorros y nos abocó a la pérdida de soberanía financiera y de empleo estable, cualificado y remunerado». señaló Leal.
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En esta línea, remarcó que esta operación «no puede acarrear una segunda fase de cierre de oficinas en muchas localidades asturianas y pérdida de puestos de trabajo, como aconteció con la creación de Liberbank».Con otro talante recibió la noticia Armando Fernández, parlamentario de Ciudadanos. «Es una iniciativa que tienen dos entidades privadas y, por tanto, nos parece bien cualquier decisión que naturalmente implique una mayor competitividad surgida de esta fusión y el mantenimiento del empleo», dijo.
Servicios duplicados
Los sindicatos también están a la espera de las repercusiones que pudieran derivarse de la fusión si esta se lleva a cabo. «Primero fue el Banco Base, luego Liberbank y ahora parece que va a ser otra cosa y no vemos que sea beneficioso ni para los clientes ni para los trabajadores», indicó José Ramón Estévez, del sindicato CSI.
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Recordó «la tremenda pérdida de puestos de trabajo» registrada en el seno de Liberbank en los últimos años y, aunque pueda parecer que la fusión no acarrea problemas de solapamiento geográfico, «hay que tener en cuenta que los servicios centrales sí estarán duplicados y será un problema». Para Carlos Zapico, de la Confederación de Sindicatos Independientes de Cajas y Afines (CSICA), es fundamental «tener mucha cautela», ya que genera «miedo» entre los trabajadores. Sobre todo si se tiene en cuenta que llevan «años padeciendo regulaciones temporales de empleo y de salarios». Aunque apuntó que Asturias está en mejor posición que zonas como Extremadura en cuanto al solapamiento, aseguró que estos procesos «siempre derivan en recortes».
Por su parte, Óscar Fernández, secretario de la sección sindical financiera de UGT en Asturias, se mostró más optimista. «Aquí al menos no sería un cambio demasiado dramático porque Liberbank ya ha hecho varias reconversiones y EREs y los servicios centrales ya han adelgazado de manera significativa y llevado a Castilla-La Mancha», indicó.
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Fernández tampoco teme a las duplicidades porque las oficinas están en distintos territorios. «El único miedo es que, si hay un ERE, puede haber afectación para buscar hueco para el traslado», añadió. Para Begoña Menéndez, de CSIF, «Unicaja no supone ningún problema de solapamiento porque solo mantiene oficinas, en Oviedo, Gijón y Avilés, con alrededor de 20 personas trabajando en ellas». Además, manifestó su esperanza en que, «tras este proceso, no se repita la constante judicialización de las relaciones laborales a que nos tiene acostumbrados la actual dirección de Liberbank».
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