Armón culmina en Gijón el 'Blue Eagle', un barco de 150 millones

De un solo golpe contra su casco de acero rompió ayer la botella de champán lanzada por la joven Roberta Reynoso -hija de uno de los propietarios- durante la ceremonia de amadrinamiento del buque: el mejor augurio para un barco puntero propiedad de la empresa Blue Marine, del grupo Durandco, que se concibió en México, se diseñó en Noruega, se fabricó en Gijón y a partir del tercer trimestre del año comenzará a operar para Petróleos Mexicanos.

«Un proyecto singular, a medida y único en este mercado de extracción de crudo en alta mar», destacó el consejero delegado de Armón, Laudelino Alperi, quien explicó que el buque, que tiene una capacidad de almacenamiento de 70.000 toneladas y propulsión diésel-eléctrica, «puede realizar la entrada y almacenamiento de crudo al mismo tiempo». Con una tripulación de 80 personas, «está diseñado para sacar y recibir el hidrocarburo del final de los pozos ayudando a las plataformas, procesarlo y almacenarlo hasta descargarlo a bordo de otro buque -'shuttle'- que lo llevará a su terminal».

Con la entrega del buque se consolida una relación «personal y empresarial», la de Armón y Durandco, que comenzó en 2009, y se materializó entre 2014 y 2015, cuando Armón construyó en Burela para la empresa mexicana tres buques abastecedores, de aluminio y alta velocidad, también para el golfo de México. A la hora de gestar el 'Blue Eagle', reconoció Alperi, «existían dudas razonables de nuestra capacidad técnica, pues no teníamos experiencia». Finalmente, se decidió que la empresa noruega Inocean diseñara el buque, que Armón hizo realidad después de tres años de trabajo y pese a la pandemia. «La crisis sanitaria no nos ha amedrentado ni desviado de nuestros caminos, es más, nos ha enseñado un mensaje: que juntos, unidos, podemos llegar más seguros y más lejos».

Alfredo Reynoso, copresidente de Durandco, anticipó «una larga y exitosa vida en la mar» para el 'Blue Eagle, «al atestiguar el enorme cuidado que pusieron en el diseño de esta magnífica embarcación, la calidad en su construcción y la resiliencia mostrada para sacar adelante el proyecto en medio de una pandemia». Y se mostró asimismo orgulloso de haber generado empleo en «esta hermosa región de Asturias» e impulsado la construcción naval en España. Su hermano, presidente del grupo, mostró su satisfacción al «saber que será el barco de proceso más moderno en el Golfo de México y el más avanzado tecnológicmaente de los que dan servicio a Petróleos Mexicanos». Halagó la meticulosidad y experiencia de los astilleros y tanto él como su hermano dejaron la puerta abierta a futuros proyectos con Armón.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, remarcó que en el actual «tiempo de vértigo» la industria «no puede optar entre cambiar o seguir como está, la disyuntiva sería cambiar o desaparecer. Y para el sector naval, cambiar significa superar la digitalización, la transición ecológica, diversificar, responder a las demandas formativas». Necesidades que «deben estar atendidas en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación del sector naval, el PERTE».

Por su parte, la alcaldesa Ana González mostró su interés en «recuperar» la pujanza de la ciudad en el sector naval, porque «seguimos con ese conocimiento fabril y portuario, del que Armón es nuestro gran representante», e invitó a los mexicanos a volver a Gijón y sus astilleros.