EdP calcula que el desmantelamiento del grupo 3 de la central de Soto de Ribera durará cuatro años

Los trabajos de desmantelamiento del grupo 3 de la térmica de Soto de la Ribera se desarrollarán en un plazo de cuatro años. Así consta en el estudio de impacto ambiental presentado por EdP, propietaria de las instalaciones, ante el Ministerio para la Transición Ecológica. Será una intervención parcial, puesto que se mantendrán parte de las instalaciones para futuros usos relacionados con un proyecto innovador de almacenamiento de energía, como anunció la eléctrica el pasado verano. «En el actual escenario de descarbonización global, EdP baraja la posibilidad de acometer proyectos alternativos para el emplazamiento de la central térmica de Soto de Ribera, algunos de los cuales pasarían por la reutilización de parte de las instalaciones actuales, motivo por el que se plantea un desmantelamiento parcial», señala la documentación presentada ante el Gobierno central. Entre las infraestructuras que la compañía prevé mantener destacan los puentes de acceso a la central y toma de agua sobre el río Nalón; el edificio común de almacenes, taller mecánico y oficinas principales; la torre de refrigeración y la subestación eléctrica, entre otras.

Parte de las instalaciones no se desmantelarán, no solo por el proyecto de almacenamiento que plantea EdP, sino porque en Soto de Ribera siguen generando electricidad dos ciclos combinados de gas. Esta actuación se enmarca dentro de estrategia de descarbonización de EdP, que también atañe a la central térmica de Aboño. En concreto, el grupo 1 mantiene sus planes de transformación, que llevarán a la instalación a quemar exclusivamente gases siderúrgicos de Arcelor a partir de 2022, según el calendario de trabajo de la empresa. Mientras que el grupo 2, que es multicombustible -se enciende con gas natural y quema carbón y gases siderúrgicos-, se mantendrá como apoyo ante cualquier indisponibilidad.