La colocación de paneles solares se dispara y aumenta un 96% en tres años
De las 23 instalaciones fotovoltaicas autorizadas en 2019 se ha pasado a 527 solo en nueve meses de este ejercicio, según el registro del Principado
MIRIAM SUÁREZ
GIJÓN.
Lunes, 14 de noviembre 2022, 01:07
Casi un 96%. Eso es lo que ha aumentado en Asturias, desde 2019, la implantación de placas fotovoltaicas para autoconsumo energético. Según los datos ... que maneja la Consejería de Industria, Empleo y Promoción Económica, que lleva un registro de los paneles solares que se colocan, la progresión «es clara». Tan clara que, de tramitar 23 instalaciones hace tres años, se ha pasado a 527 en lo que va de 2022, cifra que abarca desde enero a septiembre, es decir, solo nueve meses. De hecho, la Dirección General de Energía prevé que, cuando finalice el presente ejercicio, «prácticamente» se habrán duplicado las 306 instalaciones que se autorizaron en 2021, lo que, si se cumplen los pronósticos de los técnicos de renovables y eficiencia energética, supondría multiplicar por cuatro los números registrados en 2020 y por veintiséis los de 2019. La invasión rusa de Ucrania ha sido determinante en el auge de los paneles solares, al desatar una crisis energética que está disparando el precio de la electricidad y el gas a unos niveles nunca vistos.
Familias, comunidades de vecinos y pymes se decantan cada vez más por el autoconsumo para ahorrar y contener la factura de la luz. El empeño de la Unión Europea en potenciar las energías renovables -actualmente se está elaborando un reglamento para acelerar trámites y autorizaciones- y las subvenciones públicas que aligeran los costes de instalación favorecen esa mayor demanda de placas fotovoltaicas. En el caso de Asturias, la implantación del autoconsumo energético, el almacenamiento detrás del contador y la renovación de sistemas de climatización cuentan con una dotación presupuestaria de más de 14,5 millones de euros.
Los fondos para estas subvenciones, cuya convocatoria estará abierta hasta diciembre de 2023, proceden del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae) y se financian a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR). La cuantía inicial, según explican fuentes de la Consejería de Industria, «podrá ampliarse si la asignación se agota y existe demanda por parte de empresas, particulares, comunidades de vecinos y corporaciones locales». Hasta ahora, la Administración autonómica ya ha recibido peticiones por importe de 17,5 millones, especialmente del ámbito industrial.
«Con 1.000 horas de sol al año, Asturias tiene las condiciones suficientes para que los paneles fotovoltaicos generen importantes ahorros. Prueba de ello es que, a la par que han ido subiendo los precios de la energía durante este año, el interés de los asturianos por tener su propia instalación solar se ha multiplicado por diez», señalan desde TotalEnergies, que cuenta ya con unos 3.000 clientes de autoconsumo, la mayoría en la región. «Estimamos que se ahorran unos 1.000 euros anuales en energía», concreta la compañía, que recientemente firmaba un acuerdo con GAM para dotar de paneles solares a todas sus infraestructuras.
También EdP, con unas 90.000 instalaciones en España y Portugal, constata un importante crecimiento del autoconsumo solar. Concretamente en Asturias, donde cuenta con más de 20 proyectos fotovoltaicos -con clientes como Masymas o Asturiana de Laminados-, la eléctrica asegura haber multiplicado por seis las cifras de 2020. «Hay interés creciente por parte de las empresas que, dado el contexto actual, quieren abaratar costes y ganar independencia energética», precisa la compañía, convencida de que «las empresas van a liderar la transición energética a través del autoconsumo solar».
Compensar el excedente
Los datos hablan por sí solos y familias como la de Jesús Costoya le ponen rostro a esa transición, hacia sistemas energéticos más sostenibles, que ha precipitado la guerra de Ucrania. Desde el 2 de septiembre, buena parte de la electricidad que consumen en su casa de La Fresneda proviene de seis paneles solares que, durante la pasada semana, generaron 47,2 kilovatios (kW), de los cuales este matrimonio con tres hijos utilizó 30,4. El excedente de energía revierte en la red eléctrica convencional y por él reciben una compensación que «es muy poca cosa, la verdad», y que los clientes de autoconsumo solar coinciden en señalar que «debería revisarse» al alza.
La cuestión es que «la factura nos ha bajado en torno al 50%», cuantifica Jesús Costoya, que ya da por buena la inversión e invita «a todo el mundo a que se anime». Para poder exprimir todo el potencial de sus paneles solares, la familia adapta sus hábitos «en la medida de lo posible» a su nuevo sistema de abastecimiento energético y programa los electrodomésticos para concentrar el mayor consumo en los momentos más propicios. Por ejemplo: «Pones el lavavajillas en horario diurno, en lugar de por la noche; si puedes, esperas a un día soleado para poner la lavadora...». Pequeños gestos que se ven recompensados con una factura que, ahora, abulta la mitad.
La instalación fotovoltaica de Jesús Costoya en La Fresneda, con un coste de 3.300 euros, es una de las que está pendiente de subvención. También la comunidad de vecinos del número 16 de la plaza de Europa, en Gijón, ha solicitado ayuda pública a la Consejería de Industria, tras gastarse 9.600 euros en 13 módulos fotovoltaicos que ocupan parte de la cubierta del edificio y están plenamente operativos desde el 7 de julio. La subvención, en este caso, cubriría la quinta parte de lo invertido.
Aunque son los recibos de la luz los que realmente reflejan si el autoconsumo resulta o no rentable y llevan al presidente de la comunidad, Carlos Madariaga, a afirmar que «ha sido una buena inversión». La energía solar la destinan a servicios comunes, tales como el funcionamiento de ascensores o la iluminación de los descansillos y el portal. De momento, sus consumos de la red convencional han bajado un 39%, lo que se ha traducido en un ahorro del 25% en los recibos de la luz.
A este ritmo, calculan tener amortizado el coste de las placas fotovoltaicas en unos cinco años. «Y eso porque con la guerra de Ucrania y toda la subida de precios y tasas tardaremos algo más de lo previsto inicialmente. Si la situación se estabiliza, llegaremos a ahorrar unos 1.800 euros anuales en electricidad», apunta Madariaga. «La pena es que no hubiésemos ido a la opción que permitía a los vecinos engancharse y utilizar la energía solar también para uso doméstico», comenta. De ser así, además de la subvención de la consejería, hubiesen tenido una bonificación en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), mecanismo fiscal aprobado por algunos ayuntamientos asturianos para incentivar el autoconsumo solar en su territorio.
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