La comisaria de Energía garantiza que los fondos llegarán antes de fin de año

«Desde la invasión de Ucrania sabemos que tenemos que movernos aún más rápido», afirmó. En referencia a la vuelta a la actividad de térmicas que se daban por cerradas, recalcó: «Quiero ser clara, son respuestas de emergencia, y aunque nos ayudarán de cara al próximo invierno no son soluciones a largo plazo». El objetivo sigue siendo reducir al menos el 55% de las emisiones.

La comisaria insistió en que «la transición justa no está parada». Tampoco su financiación: «Funciona a toda velocidad y se espera que culmine a final de este año». Y garantizó que «todos los estados miembros tendrán los fondos para implementar sus planes territoriales y podrán complementarlos con otras fuentes». «No se trata de cerrar industrias, sino de transformarlas».

El consejero de Industria, Enrique Fernández, por su parte, abogó por «acelerar los tiempos», ante «el corsé de la burocracia», así como por «vencer el escepticismo» y que las inversiones empresariales puedan concretarse.

En una mesa redonda participaron también la directora general del Instituto para la Transición Justa, Laura Martín Murillo, y los eurodiputados asturianos Jonás Fernández (PSOE) y Susana Solís (Ciudadanos). «Llegan tiempos en los que tendremos que invertir en eficiencia y reducir los consumos de la industria y las empresas», señaló Martín Murillo, mientras que Solís advirtió de que «las regiones necesitan flexibilidad para desarrollar sus planes» y Fernández recordó que «aunque hay muchas incertidumbres, hemos conseguido responder positivamente».

Para hablar de la aplicación efectiva de estas políticas compartieron sus experiencias, entre otros, Juan Álvarez Avello, de Endesa; Julio Castro, de Iberdrola, y Ana Marques, CEO de EdP España. Marques puso el ejemplo de la transición que está llevando a cabo EdP en las térmicas de Soto de Ribera, destinada al almacenamiento, y Aboño, donde prevén construir un parque de hidrógeno verde: «No son planes, lo estamos haciendo», resaltó. Y matizó que «la viabilidad va a depender de la disponibilidad de fondos, porque muchas tecnologías, como el hidrógeno, no están lo suficientemente maduras como para que podamos desarrollar las inversiones -de 400 millones de euros en las centrales asturianas- sin ayudas». Precisamente hoy, en el marco de esta jornada, se realizará una visita a la central de Soto de Ribera que EdP proyecta transformar en «la gran Batería Verde del centro de Asturias».

También intervino en la jornada Nacho González Baquet, director de descarbonización de Arcelor, quien señaló que «la siderurgia integral tradicional está llamada a su fin y ello probablemente tenga un efecto importante en términos laborales, tanto en términos numéricos como en lo que respecta a la capacitación, ya que todos tendremos que reciclarnos». «Este proceso abre terrenos prácticamente inexplorados como la digitalización: globalmente la oportunidad es mucho mayor que el riesgo. Y, además, no hay alternativa».