El corte al gas ruso vuelve a dar protagonismo a regasificadoras como la instalada en El Musel

Sin embargo, tras dos inviernos de conflicto, una situación estabilizada y una alta penetración de renovables en el mix energético estas instalaciones volvieron a emplearse en 2024 en niveles similares a los anteriores a la invasión de Ucrania, aunque todo puede cambiar. El corte de Ucrania al suministro de gas ruso a Europa por gasoducto vuelve a poner de relieve a estas instalaciones.

De hecho, la terminal asturiana se reactivó con un objetivo básico: convertirse en una especie de gasoducto virtual, al almacenar el gas natural licuado para abastecer después a las regasificadoras flotantes que se han ido instalando en el norte de Europa. No obstante, aunque su finalidad primordial sea logística, los permisos para reactivar la planta incluyeron otras tres funciones: el mero almacenamiento, el suministro a camiones cisterna y lo que se conoce como 'boil off gas', el gas que se evapora y que va a la red dentro de la actividad regulada.

Ecologistas en Acción, que se opone a su funcionamiento, denunció, precisamente ayer, que «no ha jugado prácticamente ningún papel» como almacén logístico o como suministro al norte de Europa y que apenas ha habido envíos. Además, cifró la utilización media de la terminal desde su puesta en marcha en apenas el 13,6%, con 2,5 millones de m3 de GNL regasificado, 1,63 Millones en 2024.

Por otro lado, según los datos hechos públicos en este inicio de año por Enagás, la demanda convencional de gas natural en España se redujo un 4,2% durante 2024 hasta los 311,7 TWh, debido al menor uso para la generación eléctrica, gracias a que fue un buen año para las renovables. Así, las térmicas de gas consumieron 74,7 TWh, lo que supone un descenso del 22%. Sin embargo, el destinado a hogares, comercios e industria aumentó hasta los 237 TWh, gracias principalmente a un alza de la demanda industrial, que creció un 4,2% hasta a los 176,7 TWh.

Además, aunque en menores cuantías que los años precedentes, España contribuyó a la seguridad de suministro del resto de Europa enviando un total de 34,5 TWh de gas natural, tanto a través de las interconexiones como con recargas de buques de gas natural licuado (GNL).

El sistema gasista español recibió este combustible de 14 orígenes diferentes, aunque en el caso de la planta regasificadora de El Musel, sobre todo, por su ubicación geográfica, todo procede de Estados Unidos, que hasta noviembre, último boletín disponible, se situaba como el tercer suministrador del país, por detrás de Argelia, que duplica al segundo, que es Rusia, aunque insiste Enagás que las operaciones de carga cumplieron con el 14º paquete de sanciones de la Unión Europea contra ese país.

A pesar de que el corte de Ucrania al gas ruso sí impacta en España en cuanto a precios, ya que se trata de un mercado global y estos están disparados –inciden, además, en la factura de la luz–, el suministro aquí está garantizado. Así, los niveles de llenado de gas natural en los almacenamientos subterráneos terminaron el año por encima del 80% —después de haber alcanzado el 100% de llenado en agosto–. Además, recalca Enagás que en un entorno energético europeo marcado por los conflictos en Ucrania y Oriente Medio, el sistema gasista español está funcionando con una disponibilidad del 100% las 24 horas, todos los días del año, y muestra «una gran robustez y flexibilidad».