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Arnaldo García
Arcelor abre la puerta al uso de hidrógeno en las plantas asturianas

Arcelor abre la puerta al uso de hidrógeno en las plantas asturianas

La preparación para inyectar gas de cok en los hornos altos de Gijón es uno de los ensayos que realiza el grupo para lograr el salto a un combustible más limpio, aunque actualmente no es económicamente viable

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Jueves, 25 de junio 2020, 12:15

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ArcelorMittal ha presentado este jueves su ruta para reducir un 30% sus emisiones en solo una década en relación a los datos de 2018 y bajarlas a cero en 2050 en consonancia con el Pacto Verde de la UE y el Acuerdo de París. Lo ha hecho durante la presentación de su primer Informe de Acción por el Clima. El camino que se fija la multinacional siderúrgica se basa en dos vías, en las que ya está invirtiendo: una que ha denominado Smart Carbon y otra ruta innovadora basada en DRI, que implica pasar de utilizar gas natural, fundamentalmente, al hidrógeno como reductor clave en la producción de hierro.

En los ensayos que están en marcha, de momento, las plantas asturianas no tienen un papel protagonista, pero según respondió a este periódico Geert Van Poelvoorde, director general de ArcelorMittal Europe – Productos Planos, del que dependen las factorías de la región, la preparación de los hornos altos de Gijón para inyectar gas de cok es un paso previo para probar en un futuro el uso del hidrógeno. Aunque este combustible aún no es económicamente viable, se aspira a que sí lo sea con el tiempo.

No obstante, para todo ello, la multinacional insistió en la necesidad de un nuevo marco normativo que respalde a la industria en su transición hacia la neutralidad en carbono, ya que los costes crecerán entre un 30% y un 60% en el caso de Smart Carbon y entre un 50% y un 80% en la ruta basada en DRI (reducción directa de mineral de hierro). De ahí que se insista en la necesidad de un ajuste verde en frontera, para jugar en igualdad de condiciones que sus competidores extracomunitarios, que no realizan este esfuerzo de descarbonización. «Existe el potencial para producir acero sin emisiones de carbono, pero esto no pasará sin las políticas adecuadas. La hora ha llegado y no podemos darnos el lujo de fallar», asegura el presidente y director financiero de ArcelorMittal y director ejecutivo del grupo en Europa, Aditya Mittal.

Smart Carbon es una vía neutra en carbono para la fabricación de acero que aprovecha todas las energías limpias —carbono circular, electricidad limpia y captura y almacenamiento de carbono (CCS)— en el entorno de reducción controlada a alta temperatura de fabricación de arrabio. En su primera fase, utilizará fundamentalmente el carbono circular.

En el caso del DRI, se trata de pasar del gas natural a hidrógeno ecológico, con lo que el proceso de producción del acero alcanza prácticamente el balance cero en emisiones de carbono. Sin embargo, según destaca la multinacional, si bien tanto la vía de Smart Carbon como la basada en DRI tienen potencial para fabricar acero neutro en carbono en 2050, los resultados de la primera pueden llegar antes, gracias al uso de otras tecnologías que permiten avances graduales.

Además, Smart Carbon no solo permitirá producir acero neutro en carbono, sino también cemento neutro en carbono, así como componentes para producir materiales de carbono reciclados que sustituyan a los plásticos con base de polietileno. Asimismo, esta vía puede contribuir a la eliminación de CO2 gracias al aumento del uso de carbono circular, la utilización de biomasa y residuos sostenibles, todo ello combinado con el aumento de la captura y almacenamiento de carbono, mientras espera a que se desarrolle una energía renovable a gran escala y asequible, necesaria para la producción de acero basada en hidrógeno.

El objetivo de ArcelorMittal Europe para 2030 combina tecnologías Smart Carbon también con un aumento del uso de chatarra, concretamente desarrollando nuevas formas de incrementar el aprovechamiento de chatarra de baja calidad, difícil de reciclar, en el proceso primario de producción de acero. A largo plazo, según la multinacional, ambas vías tienen potencial para sacar provecho de las tres energías para lograr la neutralidad en carbono: electricidad limpia (generada por fuentes de energía como la solar y la eólica), carbono circular (utilización de residuos biológicos, como los procedentes de la agricultura y la silvicultura sostenibles, para producir bioenergía) y captura y almacenamiento de carbono (capturar el CO2 antes de su emisión, transportarlo y almacenarlo de forma segura bajo tierra).

Arcelor tiene proyectos experimentales en curso a escala industrial para cada elemento de la hoja de ruta neutra en carbono, aunque ninguno de los principales está en España (más allá de las pruebas de inyección degas de cok). La compañía está construyendo plantas piloto a escala industrial en sus centros de operaciones de Bélgica (Carbalyst® y Torero) y Francia (3D e IGAR en Dunquerque). En Hamburgo (Alemania), se encuentra en la fase de diseño y financiación de un proyecto a escala industrial para utilizar hidrógeno en lugar de gas natural en la reducción directa de mineral de hierro (DRI). Estas plantas piloto permitirán ampliar tecnologías que se utilizarán en las vías Smart Carbon y la basada en DRI.

«El cambio climático es uno de los retos más importantes a los que nos enfrentamos todos. Es lógico que actualmente gran parte de la atención se centre en cómo vadear la situación que nos ha planteado el brote de Covid-19, totalmente imprevista y sin precedentes. No obstante, el cambio climático sigue constituyendo un enorme problema a largo plazo que exigirá atención preferente y avances en las próximas décadas. Al igual que ocurre con el Covid-19, es una situación que no puede resolver por su cuenta un país o una compañía. Las emisiones de carbono tampoco entienden de fronteras, por lo que es necesario un esfuerzo mundial, en el que todas las naciones y compañías deberán cumplir con su parte», aseguró Aditya Mittal, que destacó también que las tecnologías en las que trabajan «tienen potencial para causar un gran impacto» y subrayó el papel de «liderazgo» que tiene que adoptar el acero en este proceso.

Asimismo, subrayó que su división de I+D «es una de las mejores de la industria y se le da bien resolver problemas complejos». Sin embargo, como viene haciendo la siderurgia en los últimos años, consideró esencial el respaldo que «la UE y los Estados miembros pueden ofrecer para conseguir una política bien diseñada para hacer realidad una producción de acero a gran escala, competitiva y neutra en carbono».

Reconoce Arcelor que los avances logrados en las plantas piloto han sido posibles también gracias al apoyo económico de los Estados miembros de la UE y a la financiación de la Unión Europea, pero la multinacional reclama un mayor apoyo. Actualmente la multinacional está solicitando fondos para otros seis proyectos, ya que parte de las tecnologías incluidas en la hoja de ruta estarán listas para su uso a escala comercial entre 2025 y en 2030, pero resultan aún insuficientes. En este sentido, el informe también pone de manifiesto que es necesario contar con el marco normativo adecuado que permita que la producción europea de acero contribuya a los objetivos climáticos de la UE, en especial teniendo en cuenta el coste que conlleva. En total, se estima que la inversión que deberá realizar ArcelorMittal Europe para poner en marcha totalmente Smart Carbon será de entre 15.000 y 25.000 millones de euros, mientras que la vía basada en DRI requerirá inversiones que se mueven en una horquilla de entre 30.000 y 40.000 millones de euros. Además, para la infraestructura de energía limpia asociada se necesitaría entre 15.000 y 200.000 millones de euros.

«El principal obstáculo que se presenta en la transición hacia la producción de acero neutra en carbono, aparte de que las tecnologías necesarias alcancen la madurez comercial, es que no se dan las condiciones adecuadas del mercado», recalcó Geert Van Poelvoorde. «Si se da un cambio en las condiciones del mercado provocado por la aplicación de las normativas adecuadas, las siderúrgicas europeas podrán desbloquear los medios para reducir las emisiones del acero en todo el mundo, garantizando a la vez que el sector del acero en Europa siga siendo competitivo», aseguró también.

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