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Protesta de los trabajadores de Arcelor en Oviedo. MARIO ROJAS

Arcelor mantiene el cierre patronal de la acería de Gijón

CC OO y CSI rechazan desconvocar la huelga al negarse la empresa a comenzar la negociación desde cero

Sábado, 5 de diciembre 2020, 19:52

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La crisis de Arcelor se agudiza ante la falta de acuerdo entre empresa y sindicatos. Tras casi diez horas de reunión hoy en el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (SASEC), las partes no han llegado a un punto en común, por lo que se mantiene el cierre patronal de la acería de Gijón y la huelga convocada por CC OO y CSI. Sindicatos que han consultado a la asamblea de trabajadores reunida ante el edificio de la calle Quintana de Oviedo donde se celebraba el encuentro.

La empresa propuso echar atrás el cierre patronal, que afecta a 320 trabajadores que están en una situación delicada, sin salario ni paro, a cambio de que dichos sindicatos desconvocasen la huelga de dos horas por turno, ahora inhabilitada por el propio cierre patronal. No obstante, Arcelor ha preferido continuar con las negociaciones en lugar de iniciarlas desde cero, como pedían estas centrales, según han explicado representantes de ambas, que rechazaron por ello interrumpir las protestas. No hubo acuerdo tampoco entre el comité de empresa, ya que UGT y USO rechazaron que las negociaciones se realizasen por talleres (acería, carril y alambrón) y que fuese una asamblea general de trabajadores de cada división el órgano que decidiese sobre las propuestas de la siderúrgica.

Así las cosas, las decenas de trabajadores de CC OO y CSI concentradas en la calle se han negado con contundencia a aceptar tales condiciones. Reclaman un plan de largos serio y riguroso y acceder a la información económica que justifique las 23 amortizaciones de puestos de trabajo que planea la empresa en la acería. «Los convocantes de la huelga hemos trasladado una serie de premisas, principalmente empezar la negociación de cero, sin condicionantes, pero la empresa es más partidaria de seguir con la negociación que está», ha señalado el secretario general de CC OO en Arcelor, José Manuel Castro tras informar a los trabajadores del planteamiento de la compañía.

Soluciones «más contundentes»

Asimismo, ha dejado claro que no van a esperar «mucho tiempo a que más de 300 trabajadores sigan en la calle sin ningún sustento para sus familias», en alusión a la posibilidad de extender las protestas al resto de talleres de las plantas asturianas. Castro ha recalcado que el cierre patronal es «ilegal» porque se hace para evitar una huelga «legítima». «Si no se soluciona pronto, buscaremos soluciones para solventarlo de manera más contundente», ha subrayado. El secretario general de CC OO en Arcelor ha reconocido que «corre peligro toda la empresa con este desatino de la dirección local», a quien también ha achacado una mala gestión de las inversiones millonarias efectuadas en las factorías asturianas. «Si la dirección local no hace caso, acudiremos a la dirección del grupo», ha indicado, al tiempo que ha apuntado la convocatoria, a mediados de mes, del comité europeo, donde el sindicato plantea «dar cuenta» de la situación. No descarta, además, pedir la intervención de la dirección central del grupo «para poner fin a estas desafortunadas acciones».

Mientras que CSI va de la mano de CC OO en estas reivindicaciones, UGT, USO y Aciaa se sitúan en una posición diferente. Si bien rechazan el cierre patronal y piden a Arcelor que lo retire (de hecho, todo el comité lo ha denunciado ante Inspección de Trabajo), abogan por retomar las negociaciones de la acería y el resto del plan de productividad de largos en el punto que se quedaron. «En un gesto de responsabilidad y generosidad, pedimos a estos sindicatos que retiren las movilizaciones y permitan retomar las negociaciones, que no llegaron a un punto final, no estaban acordadas y hay margen para ver el resultado final, si puede resultar favorable o no, pero , por lo menos, negociar y desbloquear la situación», ha señalado Iván Rodil, presidente del comité de empresa.

Ante tal infructuosa reunión, los 270 empleados de carril serán regulados a partir de esta noche y los 170 de alambrón podrían serlo la semana que viene por la falta de material para laminar al estar parada la acería. Un ERTE que atañe a los trabajadores de Arcelor España que esta semana fue considerado nulo por la Audiencia Nacional. Una sentencia de la que todavía se desconocen las repercusiones pero que, de hacerse firme (la compañía va a recurrir), supondría un desembolso millonario para la empresa. CC OO y CSI ya han convocado una asamblea mañana, a las 13 horas, en la portería de Sotiello para informar de los detalles de la reunión y estudiar la estrategia a seguir. Estos días, las organizaciones sindicales se han comprometido a volver a analizar la coyuntura para intentar llegar a una solución satisfactoria para todas las partes.

Así, la conflictividad laboral en Arcelor continúa en cotas máximas, como ha quedado demostrado en la reunión de hoy, donde la división sindical también ha vuelto a quedar patente. En el exterior, los ánimos estaban muy caldeados. Los trabajadores allí reunidos, afiliados a CC OO y CSI y pertenecientes a la acería mayoritariamente, han recibido a los directivos de la empresa con insultos y pitadas. Incluso se ha vivido un momento de gran tensión cuando agentes de la Policía Nacional han tenido que intervenir para escoltar a los representantes de Arcelor unos metros, desde la sede del SASEC hasta un edificio cercano, con instalaciones más amplias para asegurar la distancia social.

«No nos fiamos de este hombre (Jordi Torne, director general de largos en España) porque viene de cerrar varias plantas, en Zaragoza y Legasa, una la vendió y otra la cerró y es un ejecutor que no apuesta por el futuro de Asturias», ha apuntado uno de los trabajadores concentrados en Oviedo. La inquietud entre la plantilla es palpable, porque la acería está bajo la amenaza de cierre. Las pérdidas de la división son cuantiosas (alrededor de 40 millones de euros este año), por lo que la dirección insta a mejorar su competitividad para enviar un mensaje tranquilizador a los máximos dirigentes de la multinacional. Estos trabajadores aseguran que el cierre patronal es «una venganza de Arcelor» y desvinculan la negociación del plan de largos de esta medida.

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